Salud. Terapeutica a traves de la apiterapia
Autor: Msc. Prof. Aux. Dayamí Ribalta Naranjo | Publicado:  31/01/2012 | Medicina Alternativa , Otras Especialidades , Articulos | |
Salud. Terapeutica a traves de la apiterapia .1

Salud. Terapéutica a través de la apiterapia

Msc. Prof. Aux. Dayamí Ribalta Naranjo.
Lic. Prof. Inst. Susel Rivera Villemarzo.
Lic. Prof. Inst. Yeneisy San Martin Cuesta.
Lic. Prof. Inst. Nubia A. García.
Lic. Prof. Asist. Iskra Marcos Armenteros

MIEMBROS DE UNA COLONIA DE ABEJAS.

En una colmena hay miles de obreras hembras (abajo, izquierda), cientos de zánganos (arriba) pero solamente una reina (centro) que es la madre de todas las abejas de la colmena. La reina es más grande que los zánganos y las obreras, sobre todo su abdomen, en el cual se encuentran los ovarios llenos de huevos. Una reina puede poner unos 1.000 huevos al día. Las obreras cuidan de las larvas y se ocupan del mantenimiento de la colmena. Los ovarios de las obreras están atrofiados. La reina segrega una feromona que inhibe el desarrollo reproductivo en las demás hembras. Los zánganos tienen como única misión aparearse con la reina. Tras el apareamiento mueren.

INTRODUCCIÓN

APITERAPIA. Rama de la terapéutica encargada del tratamiento de distintas afecciones con productos derivados o extraídos de la colmena apifármacos.

• Miel de abejas.
• Polen.
• Propóleos.
• Jalea real.
• Veneno de abejas (apitoxinas).
• Cera.

La miel de abejas, el propóleos, la jalea real y el polen son productos de la colmena que resultan de interés por el gran número de propiedades medicinales y nutritivas que se les atribuyen.

Los productos de las abejas Apis Melliferas, han sido utilizados por el hombre desde la edad de piedra hasta nuestros días con fines medicinales y nutritivos. Entre ellos el propóleos está siendo objeto de numerosos estudios en la actualidad, aunque se conoce que ya era utilizado en el antiguo Egipto, donde los sacerdotes lo utilizaban frecuentemente como sustancia medicinal y como componente de los ungüentos y cremas de embalsamar. De los griegos recibimos su nombre pro (delante de) y polis (ciudad). Aristóteles lo consideró como remedio para las infecciones de la piel, llagas y supuraciones.

Galeno, en el siglo II, menciona al pro polis en sus trabajos. El famoso médico en el siglo once XI Avicena dice del mismo, tiene la cualidad de eliminar las puntas de flechas y las espinas,vivifica, limpia fácilmente y ablanda fuertemente. Entre los años 1899 y 1902, en la guerra de Angloboer en el cono sur africano, esta sustancia se empleó en la cura eficaz de heridas infectadas y como sustancias cicatrizantes, en aquel entonces no se conocían los antibióticos. Las abejas lo utilizan como cemento para la colmena existiendo evidencias de que la protegen de hongos, bacterias y otros invasores.

El interés del hombre por las colmenas es plurimilenario y lo atestiguan las pinturas rupestres que muestran el saqueo de colmenas para proveerse de miel en períodos tan remotos como el mesolítico, o sea, hace 9000 años. Las abejas producían la miel mucho tiempo antes que el hombre apareciera sobre la tierra y como uno de los primeros alimentos de algunas especies de animales que existieron en aquel entonces. La misma ha sido valorada a través de sucesivas generaciones, como alimento, medicamento y en la actualidad su popularidad se ha incrementado como nunca.

Las abejas melíferas fueron introducidas en Cuba con la cesión de la Florida a los ingleses, en 1766. Después de la paz con Inglaterra, los españoles decidieron reasentar en el archipiélago a los habitantes establecidos en la Florida oriental y así cada apicultor trajo consigo sus abejas negras holandesas en grandes recipientes.

Las familias que vivían en San Agustín, en la Florida, se trasladaron a la Habana, y llevaron a Guanabacoa algunas colmenas como objeto de curiosidad.

El interés despertado en todo el mundo por la medicina verde y por el uso y explotación de fuentes naturales de alimentos y medicamentos ha estimulado el estudio de los productos apícolas, por ser la colmena un tesoro incomparable para la nutrición y la salud del hombre y los animales.

DESARROLLO

COMPOSICIÓN DE LOS PROPÓLEOS.

Por mucho tiempo se creyó que el propóleos era una sustancia producida por las abejas, hasta que se determinó que provenía de una fina película resinosa protectora de la yema de los árboles del álamo, sauce, abedul, aliso, castaño silvestre, pino, enebro y de algunas plantas herbáceas.

Con sus mandíbulas, la abeja recorta los fragmentos y los transporta en las cestas de las patas posteriores, como el polen. Rápidamente depositado en la colmena, es mezclado con las secreciones salivares de las obreras y una proporción variable de cera, para formar una pasta que será directamente utilizada en función de las necesidades.

Esta sustancia resinosa, con las que recubren las paredes de la colmena, tiene ciertas propiedades fisicoquímica que dependen en cierta medida de su origen vegetal y del clima, es un sólido de consistencia variable, cuya temperatura de fusión varía entre 60 a 70 grados, llegando en algunos casos hasta 100 grados su color oscila del amarillo claro al marrón, de olor generalmente agradable, por su origen vegetal o predominante a cera, y de sabor fuerte y picante.

La composición porcentual de sus componentes pueden estimarse en 50-55% de resinas y bálsamos 20-35% de ceras, 5-10% aceites esenciales o volátiles, 5% polen, 5% de diversos compuestos orgánicos y minerales, entre estos se encuentran más de 40 flavonoides, compuestos fenólicos, aldehídos aromáticos alifáticos, compuestos terpénicos, ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas y oligoelementos. Se han logrado identificar hasta 200 componentes diferentes, a muchos de los cuales se les atribuyen importantes acciones farmacológicas. Entre las sustancias caracterizadas en el propóleos se encuentran antimicrobianos, antivirales, analgésicos, antioxidantes, antitumorales. Estudios científicos llevados a cobo por diversos investigadores en todo el mundo han demostrado que el efecto del propóleos se consigue gracias a la acción sinérgica de todos sus componentes

USO Y CONSERVACIÓN.

Diversos investigadores en el mundo reportan acerca de la efectividad del propóleos en la cura de la herida séptica, y en diversas afecciones médicas y estomatológicas, micosis, alveolitis, aftas, úlceras, faringitis, gingivitis, lo que corrobora su acción bactericida, anti fúngica, antimicrobiana, y cicatrizante Tiene un gran número de indicaciones médicas, muchas de las cuales están siendo objeto de estudio y requieren ensayos clínicos. El propóleos se muestra eficaz para eliminar parásitos, como, tricomonas, tripanosoma cruzi, giardia lamblia, toxoplasma gondii. Se contemplan perspectivas terapéuticas del propóleos en el tratamiento de enfermedades como el cáncer.

El propóleos es un producto fácil de conservar, siendo aconsejable en envases herméticos, al abrigo de la luz y el calor. Para disfrutar de todas sus propiedades es recomendable emplear el propóleos lo más fresco posible.

En forma liofilizada se asegura la conservación de todas sus propiedades y la composición química del producto por un tiempo casi ilimitado. Se emplea como extracto, seco, en disolución, en cremas, siendo comercializado como producto farmacéutico y en formulaciones de cosméticos.

Para su uso terapéutico, se utiliza por vía oral en formas de tintura, gránulos, cápsulas, otra formas de administración interna son los óvulos y supositorios y por vía externa en formas de polvos, cremas, ungüento y aerosoles.

En estomatología, por ejemplo, se utilizan los comprimidos a base de extracto de propóleos para curar las inflamaciones agudas o crónicas de la mucosa bucal, los cuidados de esta zona puede ser completado con dentífrico, gomas de mascar y soluciones para enjuagues bucal. En cosmetología, existe, en loción, gel, crema, jabón, champú, lápiz de labios, y dentífricos.

EL PROPÓLEOS EN CUBA.

Las formulaciones cubanas son variadas, de acuerdo al uso que se le destina. Las indicaciones médicas son imprescindibles a la hora de su utilización. En algunas personas, la inhalación de propóleos implica el riesgo de una crisis de asma y la aplicación tópica puede provocar una dermatitis alérgica. Algunas fuentes no lo recomiendan por vía oral a hipotensos, hipoglicémicos o embarazadas.

VENENO DE LA ABEJA.

La api - veneno - terapia es el tratamiento por medio de picaduras provocadas de las abejas. El veneno de abejas puede provocar reacciones dolorosas o alergias mortales, pero se puede utilizar contra los dolores reumáticos, las neuralgias reumatismales y el reumatismo articular. Este veneno es producido por una glándula de secreción ácida y otra de secreción alcalina incluida en el interior del abdomen de la abeja obreras introducido en nuestra piel a razón de 0,3 mg por cada picadura, por un aparato vulnerante cuyo aguijón es particularmente conocido.


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