Palpitaciones - Taquicardias 6.
También frecuente en pacientes con enfermedad valvular reumática, pacientes mayores de 30 años con comunicación ínter auricular, individuos con tirotoxicosis, infarto agudo del miocardio y en ocasiones en pacientes sanos.
En los sujetos con compromiso hemodinámico importante, el tratamiento inicial es cardioversión eléctrica. (Ver tratamiento de Fibrilación ventricular del Autor en http://www.coeduca.com., www.urgenciasmédicas.org. ) Si el paciente está estable ha de intentarse la reducción de la tasa de respuesta ventricular mediante el uso de beta-bloqueantes o de antagonistas de los canales de calcio los cuales prolongan el período refractario del nodo AV.
Cuando se sospeche aumento del tono simpático con hipersecreción de catecolaminas, el manejo de elección son entonces los beta-bloqueantes, aunque está muy discutido; en España y países Anglo-sajones se prefiere utilizar como de elección la Flecainida si es menor de 65 años ó la Amiodarona si es mayor de esa edad.
El Ibutilide y derivados están dando resultados muy esperanzadores.
Los DIGITÁLICOS no son muy empleados en estos casos dados su prolongado período de latencia y mayor toxicidad. Sin embargo, el autor et al. han demostrado que la combinación de DIGOXINA con otros antiarrítmicos tiene carácter adictivo y pronóstico positivo mejor que aisladamente. (Véase www.portalesmedicos.com “Fibrilación Auricular: Cinco pautas de Tratamiento”)
Después de incrementar la refractariedad del nodo AV puede procederse a la conversión a ritmo sinusal mediante el uso de medicamentos como la quinidina, flecainida u otros medicamentos del subgrupo IC.
Si el tratamiento no es efectivo dentro de las primeras 24 horas, debe procederse a desfibrilar al paciente si éste no responde a cardioversión farmacológica---> 50-50-100 Julios.
Si la fibrilación tiene una evolución mayor de 48 horas, es aconsejable proceder a anticoagular al paciente, al menos dos semanas antes de intentar la cardioversión eléctrica, con el fin de reducir la posibilidad de embolización sistémica y mantener dicha anticoagulación durante 4 semanas, siempre en rango INR de 2-3.
En los pacientes con lesiones valvulares u otras miocardiopatías de base, es difícil retornar a ritmo sinusal, razón por la cual el objetivo primario del tratamiento debe ser la disminución de la respuesta ventricular (Frecuencia Cardiaca), aunque como se dice en términos prosaicos: "TODO EL MUNDO TIENE DERECHO AL CHISPAZO".
Flecainide, amiodarona o fármacos semejantes a quinidina son utilizados con el fin de prevenir la recurrencia de los episodios.
No obstante, en pacientes con alta probabilidad de recurrencia o refractarios al manejo farmacológico o eléctrico, es mejor el uso de beta-bloqueadores, calcioantagonistas, digitálicos o combinaciones.
• FLUTTER AURICULAR
El manejo de elección es la cardioversión eléctrica de preferencia con alta energía, con el fin de prevenir la aparición de fibrilación auricular.
Si el paciente está estable puede intentarse primero disminuir la tasa de respuesta ventricular mediante el empleo de beta-bloqueantes, calcioantagonistas o digitálicos.
Quinidina y sus análogos, flecainide, propafenona y amiodarona son útiles para prevenir tanto la fibrilación como el flutter auricular.
En la actualidad, el tratamiento de elección es la IBUTILIDA ANTES que la cardioversión eléctrica.
• TAQUICARDIA SUPRAVENTRICULAR PAROXÍSTICA
Hasta 90% de casos son secundarios a reentrada de estímulos al nodo AV, la cual es la más común de las presentaciones de taquicardias supraventriculares, en especial entre mujeres, originándose por lo regular por prolongación del intervalo PR secundaria a marcado retraso en la conducción en el nodo AV.
Normalmente se presenta como complejos QRS estrechos y regulares a frecuencias entre 150 a 250 latidos/min.
Este tipo de arritmia puede llevar a síncope y fallo cardíaco dependiendo de la duración e intensidad de la taquicardia.
En pacientes sin hipotensión la realización de maniobras vagales, tales como el masaje del seno carotídeo, acaba en 50% de los casos con el proceso arrítmico.
En aquellos con hipotensión, el solo uso cuidadoso de fenilefrina puede favorecer la terminación de la arritmia, o también utilizándola de manera conjunta con masaje del seno.
Si lo anterior falla ha de intentarse cardiovertir al paciente mediante el uso de verapamilo (2.5 a 10 mg IV) o ADENOSINA (6 a 12 mg IV), siendo esta última preferible dada su corta vida media con lo cual disminuye la posibilidad de toxicidad medicamentosa.
Una segunda línea de tratamiento son los beta-bloqueantes.
Si no hay respuesta adecuada al manejo farmacológico o si el proceso es recurrente, está indicada la colocación de marcapasos ó Ablación por Radiofrecuencia.
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