La Medicina Intensiva en la Era de la Bioetica
Autor: Dra. Odila L. Quirós Viqueira | Publicado:  8/11/2007 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos | |
La Medicina Intensiva en la Era de la Bioetica

La Medicina Intensiva en la Era de la Bioética

 

* Dra. Odila L. Quirós Viqueira, ** Dra. Reina Coinda, *** Dra. Noris Sastre Acosta, **** Dra. Aida Elisa Pérez Más.

 

* Profesor Auxiliar del ISCM “Carlos J. Finlay”. Especialista de Segundo Grado en Terapia Intensiva Pediátrica. MsC en Atención Integral al Niño

** Profesor. Especialista de primer Grado en Medicina General Integral.

*** Profesor Instructor del ISCM Camagüey. Especialista de Primer Grado en Pediatría.

**** Profesor Auxiliar del ISCM “Carlos J. Finlay”. Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna. MsC en Enfermedades Infecciosas.

 

Hospital Pediátrico Universitario Dr. Eduardo Agramante Piña. Camagüey.

 

 

“Ninguna persona es una isla,

la muerte de cualquiera me afecta,

 porque me encuentro unido a toda la humanidad:

Por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas;

doblan por ti.”

                                                      

                                                          John Donne (1572-1631).

 

Introducción

 

La Medicina Intensiva es la rama dedicada especialmente a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las condiciones fisiopatológicas que amenazan la vida. Para ello se necesitan personal médico, de enfermería, y técnico especialmente formados, así como de áreas hospitalarias con diseño, equipamiento, y dotación especificas.

 

El respeto a la dignidad de las personas constituye en todo momento, el deber principal del médico y este se encuentra realzado en la medicina intensiva, por el tipo de cuidados que requieren los enfermos y la alta responsabilidad que suponen la preservación de sus vidas como personas.

 

Los objetivos principales de las intervenciones en medicina intensiva son: a) salvar o prolongar la vida, b) aliviar el sufrimiento, c) evitar daños que puedan producirse en el curso de los cuidados, d) restitución de la salud El propósito final del tratamiento en la UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) es su total recuperación, de tal forma que estén en condiciones de reincorporarse al seno familiar.

 

Como intensivistas debemos de estar conscientes que esta consideración no alcanzable en todos los pacientes, en algunos la recuperación es parcial, y en otros la muerte será el resultado.

 

La quinta Constitución de la Federación Mundial Intensiva, aprobada en la Asamblea realizada en Washington D. C. en Mayo de 1981, así como el numeral tercero del Capítulo 1 de los Estatutos de la FEPIMCTI (Federación Panamericana e Iberoamericana de Medicina Critica y Terapia Intensiva), aprobados en la Asamblea en Buenos Aires en septiembre de 1983. En ambos documentos se establece, el logro, de altos estándares en la práctica de esta disciplina y no cabe dudas, que la incorporación del componente ético en el quehacer del Intensivista es indispensable.

 

 

¿Qué sucede en las áreas de tratamiento Intensivo?

 

El ingreso por corto tiempo desempeña un papel importante y no se alcanza a establecer un vínculo estable, que puede llevar a la despersonalización. Se va perdiendo la figura principal y omnipotente del médico, comenzando a creer más en los adelantos técnicos o en la complejidad de los equipos, que en el conocimiento diagnóstico-terapéutico.

 

Por otro lado al prolongarse la vida se presentan situaciones nuevas que hay que enfrentar, por lo que se advierte que los enfermos tienen no solo problemas biológicos sino éticos, donde la exigencia racional aumenta para llegar a una decisión porque está en condiciones de mayor indefinición. El enfermo irrumpe en la problemática moral del acto médico.

 

Teniendo en cuenta el marco de nuestro trabajo el poco conocimiento que tenemos sobre estos aspectos tan importantes al que nos enfrentamos a diario y que tampoco somos capaces de discutir con los educandos que nos acompañan, decidimos realizar esta revisión para no continuar siendo sólo médicos de lo biológico sino contar con las armas teórico-prácticas que tenemos y prestar una asistencia de mayor calidad como se la merecen los enfermos críticos.

 

 

Objetivos

 

1. Profundizar en el conocimiento de la Ética, Ética Médica, y Bioética.

 

2. Mostrar algunos problemas que se manifiestan en los Servicios de Cuidados Intensivos.

 

3. Estudiar con rigor estas situaciones para convertirlas en herramientas de trabajo y poder formar a las venideras generaciones con estos principios y la asistencia que brindemos al Enfermo Critico sea más profesional.

 

 

Desarrollo

 

Dos hechos han contribuido de forma especial a definir el momento actual de la medicina: el progreso científico y el acceso de la sociedad a un nuevo marco de valores. El progreso científico- técnico ha permitido que la Medicina haya cambiado más en los últimos diez años, que en los diez siglos anteriores. Hoy podemos con los nuevos métodos diagnósticos y terapéuticos resolver situaciones insospechadas: restaurar el latido cardiaco después de la parada del corazón, mantener la ventilación con medios externos, sustituir la función renal con depuración extracorpórea, etc.

 

Paralelamente al desarrollo científico, la Sociedad ha experimentado también una profunda revolución, que ha culminado con el diseño de un nuevo marco de valores. Se ha reconocido la autonomía de las personas, el derecho a participar activamente en las decisiones que a cada uno le conciernen. Con ello se ha quebrado la tradicional relación médico-enfermo hasta épocas recientes eminentemente paternalista, en la que el enfermo estaba limitado a cumplir las indicaciones del médico, esta relación es más compleja y en ella influyen valores, no siempre coincidentes entre los profesionales de la salud-el enfermo y los de la Sociedad en general. El análisis de esto y la metodología para resolver los conflictos entre ellos es el principal objetivo de la bioética o ética médica.

 

En la mayoría de los escritos que se ocupan del asunto se lee que la palabra "ética" deriva del griego éthos, que quiere decir costumbre; a su vez "moral" deriva del latín mos, que significa también costumbre. Para no ser conformistas, vale la pena conocer con mayor amplitud la evolución semántica de esas palabras, muy bien analizada por H.F. Drane. Para él, éthos hace referencia a la actitud de la persona hacia la vida. En un principio significó una morada o lugar de habitación; más tarde, en la época de Aristóteles, el término se personalizó para señalar el lugar íntimo, el sitio donde se refugia la persona, como también lo que hay allí dentro, la actitud interior. Siendo así, éthos es la raíz o la fuente de todos los actos particulares. No obstante, ese sentido griego original se perdió más tarde al pasar al latín, pues se trocó por mos/moris, significando mos – casi sinónimo de habitus – una práctica, un comportamiento, una conducta. Por su parte, la forma plural mores quería significar lo externo, las costumbres o los usos.

 


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