El riesgo vascular ha tomado mucho auge entre los profesionales de atención primaria en los últimos años, todo viene motivado por un aumento en las patologías vasculares en nuestra población que provocan grandes secuelas y casos de muerte súbita. Desde la consulta de Enfermería se puede trabajar de manera planificada para disminuir este riesgo, con ello se quiere evitar la enfermedad vascular a través de una estimación del riesgo y la ejecución de un plan de cuidado personalizado.
En la práctica diaria del ejercicio enfermero usamos protocolos de actuación fruto de la observación sin ser conscientes de que tienen un sustento científico bastante sólido que se ha ido transmitiendo de generación en generación de profesionales. El objetivo principal de este artículo es ahondar en la evolución de la cura húmeda como intervención enfermera hasta convertirse en un proceso reglado basado en el método científico y protocolizado.
En los últimos años hemos sido testigos de numerosas tragedias colectivas donde los daños personales han sido desmesurados para la conciencia ciudadana. La globalización en general traducidos en una mejora en los medios de transportes, donde una gran cantidad de personas pueden viajar a una velocidad moderada y a unos medios de comunicación eficientes, que en directo han podido retrasmitir en multitud de ocasiones las consecuencias de estas catástrofes, han conseguido que la población se muestre muy sensibilizada por el impacto de las grandes tragedias y pida cada vez más unas medidas preventivas para que casos tan impactantes no vuelvan a suceder.