Creo que lo mejor es que le contaras todo, tal y como pasó, a tu cardióloga. Es posible que deba prolongarte el tratamiento. Yo sólo te puedo decir que, los que somos un poco aprensivos, tendemos a darle a nuestros síntomas cardio-nerviosos, más importancia de la que tienen realmente y nos comemos el coco tratando de averiguar el motivo por el que nos ha pasado. Mientras más nos esforzamos en entenderlo, más nos preocupamos porque, evidentemente, no tenemos conocimientos médicos para saberlo. Es el especialista el que puede evaluar el alcance del síntoma. Hasta entonces, lo más recomendable es mantenerse tranquilo y ocupado (que no preocupado).

Animo!