Gracias también a ti, Marina. La verdad es que son caprichosas, imprevisibles y no siguen un patrón concreto, que es lo más desconcertante. A mi me daban haciendo un esfuerzo con lo cual dejé de hacerlos, ahora que empiezo a superar mis fobias, me atacan cuando mas tranquila estoy.
Tienes razon lo mejor es dejarlas venir y tratar de aceptarlas porque realmente no nos queda otro remedio.
Un beso
_________________________
Nati García