Cuando el dolor emocional resulta insoportable, autolesionarse es una manera, inadecuada desde luego, de salir de éste. El dolor ahora pasa a ser físico y algo más más llevadero para ti. Además, se sospecha que al autolesionarte tu organismo, para compensarlo, segrega endorfinas, que te tranquilizan, induciendo una disminución de la tensión emocional. Es un síntomma que acompaña a determinados trastornos de la personalidad, y desde luego tratable.