No es el único; la juventud de hoy está llena de estas cosas, pero tampoco es para tomárselo como si fuese normal porque no es un hábito positivo. Lo mejor es que hables con tu hijo y le digas que no va a sacar nada bueno con eso, que no sabe quién es la persona que ve en la pantalla y que no hay nada bueno en lo que hace porque lo que hacen no tiene nada que ver con amor.