Creo que prohibir el tabaco no es una solución. Fomentaría unos tráficos tremendos y nuevos problemas de delinquencia.

Lo correcto es prohibir fumar en todos los sitios y momentos donde otros pueden estar molestos y expuestos a los efectos dañinos del humo de tabaco. Eso, sumando a un incremento progresivo del precio y a mucha prevención permitirá disminuir el número de fumadores.

Cuando ya no haya casi nadie fumando, ni merecerá la pena prohibirlo.
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