Efectivamente, en general la media puede irse retirando para dormir desde pasados 3 o 4 días de la intervención.

Posteriormente, se irá disminuyendo progesivamente su uso en función de la recuperación más o menos avanzada del paciente y en función de la agresividad de la técnica empleada. El mismo razonamiento se puede aplicar a la recuperación de la actividad física normal, que debe individualizarse en función de las características del paciente y del tipo de intervención (safenectomía convencional, endoláser, Chiva, etc.).