Se realizan pruebas de sangre para diagnosticar la hepatitis B. Las pruebas de sangre le pueden indicar a su médico si su hígado está trabajando de manera adecuada y también se pueden usar para controlar su condición durante el tratamiento.

Es posible que su médico quiera ver su hígado con un examen de ultrasonido o rayos X. También se puede necesitar una biopsia hepática. Con una biopsia hepática, se retira una pequeña parte del hígado y se observa bajo el microscopio. Una biopsia hepática puede ayudar a su médico a diagnosticar su enfermedad y ver directamente la condición del hígado.