En los últimos años, han surgido diferentes técnicas menos invasivas que las convencionales (Láser Endovascular, miniflebectomía, etc.) que han supuesto un importante avance en el tratamiento de la patología varicosa, por su menor agresividad y, por consiguiente, unos mejores resultados estéticos y funcionales, con una recuperación postoperatoria menos dolorosa y más rápida. Como estas técnicas (especialmente el Láser Endovascular) conllevan el empleo de un aparataje de tecnología muy avanzada, sus costes asociados son inicialmente más altos, si bien se compensan al disminuir la necesidad de ingreso hospitalario y la incidencia de complicaciones que ocasionan también un coste económico y humano.

La intervención quierúrgica de las varices no tiene efectos negativos sobre futuros embarazos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta un aspecto en relación con la gestación y la patología varicosa: al tratarse esta de una afección progresiva, en la que las paredes de las venas tienen un defecto en su resistencia, una situación de sobrecarga de presión mantenida (como es el embarazo), suelen conllevar el agravamiento de esta patología, especialmente si no está tratada.