Bormas, todas las rosas tienen espinas, independientemente de su color, así que yo prefiero las margaritas, más humildes e inofensivas. No quiero belleza que me haga daño ni aquello de "quien bien te quiere, te hará llorar".

Las extras no tienen mucha solución. Nuestro corazón está predispuesto a latir de esa manera y tenemos las opciones de aceptarlo así y aprender a llevarlo o vivir amargados. Yo elegí la primera, harta de sufrir y de que mi vida estuviese condicionada por los malditos golpecitos a destiempo.

Sé que con palabras no se solucionan los problemas, y yo no voy de santa ni de sanadora. Pero a mí me funciona creer que ésto es benigno y creer que voy a morir con extras pero no de extras. Será fe, pero funciona.

Espero que mejores muy pronto y volvamos a leerte con buen humor, porque tu mensaje me deja triste. No me gusta sentirte con esa mezcla de melancolía y decepción.

feliz fin de semana para tí y que las extras se olviden muy pronto de llamar a tu puerta.

besitos,

santy