Los únicos tratamientos actuales para la enfermedad – usar medias de baja compresión y otras prendas, y masaje – no son de mucha ayuda, dice Caron. Anteriormente, sólo una docena aproximadamente de genes habían estado implicados en la formación de los vasos linfáticos, o linfangiogénesis, y ninguno de ellos ha producido aún una terapia eficaz. Pero a través de este estudio, los investigadores han descrito tres nuevos objetivos, la adrenomodulina y dos de sus acompañantes en la célula, los cuales juntos abrazan una verdadera promesa para un tratamiento farmacéutico para el linfedema.

Aumentando la adrenomodulina dentro de las células del sistema linfático, los investigadores creen que pueden fomentar la proliferación de sacos linfáticos y que capten más líquido. Este enfoque no sólo puede proporcionar un tratamiento nuevo para el linfedema, sino que además podría resultar útil en la prevención de la propagación del cáncer porque los cánceres invasivos a veces penetran en los vasos linfáticos y metastatizan lugares a distancia