Hola:
Si nos guiamos sólo por nuestras sensaciones, seguramente nos llevarán a conclusiones erróneas. Desde que comenzaron a atormentarme las dichosas extras tenía la impresión de que durante la noche me acuciaban con especial virulencia, cual fantasmas noctámbulos. Pero una vez que pude echar un vistazo al resultado de un holter, pude comprobar que esa era un impresión falsa. Lo que ocurría en realidad es que en los momentos en que mi cuerpo se relaja, son mucho más perceptibles las extras, mientras que por el contrario, cuando estoy en tensión o muy activo, es mucho más difícil que las note. La explicación es muy simple, pues al bajar la frecuencia cardiaca hay un mayor lapso de tiempo entre un latido y el siguiente, lo que significa abrir una puerta enorme para la entrada de las extras. A pesar de todo, tengo que decir que en mis peores rachas las noto en cualquier situación, pero sin lugar a dudas es la noche la que sume a mi corazón en un auténtico caos.
Y siguiendo con las sensaciones con respecto al frío o el calor, en mi caso las percibo más cuando hace calor. Pero claro, otra vez estamos condicionados por percepciones que pueden ser erróneas e incluso por nuestro entorno. En mi caso, decir que las noto más con el calor sin añadir que vivo en una zona subtropical donde nunca hace frío, sería una verdad a medias. Así pues, entre calor y mucho calor, que es lo normal por estos lares, digamos que las noto más en el segundo caso.
Saludos,
Carlos.