La valoración endometrial implica muchas veces el uso de técnicas invasivas (histeroscopía y/o legrado biopsico) que son molestas para la paciente y que tienen potenciales complicaciones. Así fue que tomó importancia la valoración endometrial mediante el empleo de la ecografía transvaginal. La misma permite valorar el endometrio mejor que por vía abdominal, al disminuir la distancia entre el transductor y la estructura analizada. Si se tiene en cuenta que la cavidad endometrial, en condiciones normales es casi virtual, el endometrio se visualiza como una línea, producto de la aposición del endometrio de las caras anterior y posterior de útero. Está bien establecida la correlación aceptable entre los valores de la línea endometrial (LE) y la presencia de patología endometrial.16-18 Fleisher estableció que la correlación entre el grosor del endometrio, calculado por ecografía transvaginal y el corroborado por estudio histológico, es de 1mm.19 La presencia de una LE igual o menor a 5mm permite descartar patología endometrial en el 92% de los casos y excluir la presencia de cáncer en un 96%.