Lau, has sido alegre, feliz, deportista, la mejor de tu clase... pues eso no se borra de un plumazo, sigue estando ahí y nadie te lo puede quitar. Ahora no atraviesas un buen momento y te sientes extraña en tu propio cuerpo, pero nada impide que vuelvas a ser dueña de ti misma, como realmente te gusta ser.
Te aseguro que entiendo perfectamente esa sensación de haber desperdiciado un tiempo precioso de la vida, pero créeme, siempre hay más oportunidades. En mi tierna juventud, también llegué a la facultad con unas ganas enormes y todo se torció. La vida me llevó por derroteros que por desgracia no eran compatibles con los estudios universitarios. Sin embargo, en cuanto tuve oportunidad me tomé la revancha y con creces. Jamás creí que pudiera hacerlo, pero igual que aparecieron circunstancias que me dejaron una sensación de fracaso que minaba mi autoestima, surgieron luego otras que permitieron su restablecimiento. Y créeme, la autoestima es importante… si no nos queremos nosotros mismos no podemos esperar que lo hagan los demás.
Confía en ti y ten fe en tus posibilidades, porque esas virtudes que posees y añoras no han desaparecido, como mucho estarán adormiladas esperando a ponerse en marcha a toda máquina.
Ánimo y adelante.
Carlos.