Gracias Silvdz por tu respuesta. Yo también considero que el dolor psicológico (ansiedad), es el que peor se lleva, porque no sabes exactamente a qué achacarlo. Si te duele el estómago o la cabeza, lo pasa mal, pero te tomas una pastilla y al rato estás como una rosa. En el caso de la ansiedad, siempre está ahí acechándote: puedes tomar pastillas, pero en cuanto se pasa el efecto, estás en las mismas. Mi problema es que, aunque ya no siento tanta ansiedad, temo estar enganchado al tratamiento de pastillas, y si bajo la medicación, puede volver la ansiedad. De esa manera, nunca es buen momento para mí, para reducir la dosis y son diez años los que llevo con un tratamiento bastante fuerte que me podría ocasionar daños en el hígado o en el riñón. Gracias a Dios, los análisis, de momento, son normales; pero no quiero estar toda la vida con este tratamiento, porque los años van pasando, voy siendo más mayor, casi 50 años, y el cuerpo no va siendo el mismo. Puede ser que un día me encuentre con algo malo por haber tomado tantas pastillas. Un saludo.