Pueden darse en situaciones de cambio: hormonales, emocionales e incluso cuando cambia el tiempo. Yo, por ejemplo, las tengo más cuando tomo café o cuando tengo fiebre. La verdad es que cada persona las padece de manera distinta y va muy relacionado con su carácter nervioso y sus vivencias. En sí, no son nada graves, aunque desagradables. Procura no obsesionarte con ellas y simplemente deja que pasen. Sigue acudiendo a tu cardiólogo, sobretodo por el soplo, él es quien verdaderamente más te puede ayudar.
Animo.