Lo mejor que puedes hacer es acudir a la consulta de tu médico de cabecera y contarle tu problema. Seguramente él te derivará a un especialista; es decir, al psiquiatra, quien sabrá lo que hay que hacer.
No pierdas el tiempo con psicólogos. No te servirá de nada. No porque lo tuyo sea muy grave, sino porque generalmente, salvo honrosas excepciones, pero que son excepciones al fin y al cabo, no son capaces de aportar ninguna solución.
Adiós.