Estoy muy de acuerdo contigo, nebur. Creo firmemente que tener un problema menor como son las extrasístoles, aparte de ser molestas y desagradables, son por el contrario, una estupenda señal de alarma cuando nuestro organismo se queja. Yo al menos las he notado con más intensidad en muy distintas ocasiones: cuando no he dormido o lo he hecho mal, cuando me excedido con el alcohol y el tabaco (ya no fumo ni bebo), cuando he tenido fiebre, cuando he hecho demasiado ejercicio, etc. Tengo una magnífica herramienta para saber qué cosas le sientan mal a mi cuerpo y así tomo mis medidas para mejorar mi estado general. Bien es cierto que otras veces no he podido atribuir mis crísis a una causa específica, pero seguro que había algo que no alcanzaba a entender y que le estaba afectando a mi salud y se manifestaba con extras: cambios de humor, preocupaciones, alteraciones del biorritmo o incluso cambios de tiempo: presión atmosférica, índice de humedad en el ambiente, etc. Hay tantas cosas que ignoramos de nosotros mismos... Y, a veces, lo queremos saber todo de golpe, je!