Mi madre, de 93 años de edad, encamada durante seis años y ocho meses seguía un tratamiento a consecuencia de una embolia pulmonar sufrida a los 87 años de edad, padecía de alzheimer, del riñón, valvulopatía ligera y diabetes. Tenía las piernas esqueléticas y anquilosadas, pues no las podía mover, y el día 9 de noviembre del año 2014, al intentar levantarse de la cama, cayó al suelo fracturándose la cadera derecha, que por consejo médico, no se le operó.
El jueves, día 19 de noviembre del mismo año, le introduje en la boca un comprimido de Repaglinida antes de comer, ya que estaba dormida, con el propósito de que no pasase de tomarlo como en días anteriores (Tomaba tres comprimidos diarios). A las diez horas de la mañana siguiente, viernes, la señora que se ocupaba de su higiene, me comunicó que tenía la mirada perdida, “la lengua torcida” y no movía brazos ni piernas, por lo que, inmediatamente, llamé a Urgencias. Unos treinta minutos después, dos doctoras y un enfermero llegaron a casa; la examinaron y me dijeron que había sufrido un "bajón de azúcar". La asistieron en el acto con medicamentos.
Me pareció observar que mi madre no articulaba bien la lengua al hablar, y era cierto, pues ella me dijo que no podía hablar. Fue ingresada en Urgencias, sobre las 11,30 de la mañana del mismo viernes, donde le diagnosticaron un empeoramiento generalizado. Allí permaneció hasta cerca de las once de la noche, en espera de que hubiese cama libre en cualquiera de los hospitales, y al haberla, fue trasladada al Hospital Naval, habitación 302 de la 3ª planta. A la mañana siguiente, fui a visitar a mi madre, y en el momento de entrar en dicha habitación, vi a mi hermana llorando, quien me comunicó que el doctor le había dicho que mi madre se estaba muriendo. Ya no tomaba alimentos ni medicación. El martes de la semana siguiente, 2 de diciembre, a las siete de la mañana, falleció.
Yo me pregunto si el “bajón de azúcar” pudo provocar o dar lugar a su empeoramiento generalizado, y por esta causa, fallecer.
Un cordial saludo, y muchas gracias por su atención.

Siento la perdida de su madre, mis mas amplias condolencias...

Es todo....

La edad.
La fragilidad fisica y mental que se crea en estos casos.

Cualquier alteración natural o por incidente, puede ser el gatillo para un desenlace fatal.

Ud. debe llevar su duelo y dejar descansar a su madre....

Estar redundando en la gran variedad de posibles; es un desgaste para Ud. y su núcleo familiar.

Esperó tenga un buen duelo y que la perdida sufrida no sea el estar martirizándose con los múltiples hubiera...

Pues en términos humanos es un gran desgaste y crea fragilidades en quien los vive....

.

[quote=Anonimo]
Mi madre, de 93 años de edad, encamada durante seis años y ocho meses seguía un tratamiento a consecuencia de una embolia pulmonar sufrida a los 87 años de edad, padecía de alzheimer, del riñón, valvulopatía ligera y diabetes. Tenía las piernas esqueléticas y anquilosadas, pues no las podía mover, y el día 9 de noviembre del año 2014, al intentar levantarse de la cama, cayó al suelo fracturándose la cadera derecha, que por consejo médico, no se le operó.
A las diez horas de la mañana siguiente, viernes, la señora que se ocupaba de su higiene, me comunicó que tenía la mirada perdida, “la lengua torcida” y no movía brazos ni piernas, por lo que, inmediatamente, llamé a Urgencias. Unos treinta minutos después, dos doctoras y un enfermero llegaron a casa; la examinaron y me dijeron que había sufrido un "bajón de azúcar". La asistieron en el acto con medicamentos.
Me pareció observar que mi madre no articulaba bien la lengua al hablar, y era cierto, pues ella me dijo que no podía hablar. Fue ingresada en Urgencias, sobre las 11,30 de la mañana del mismo viernes, donde le diagnosticaron un empeoramiento generalizado. Allí permaneció hasta cerca de las once de la noche, en espera de que hubiese cama libre en cualquiera de los hospitales, y al haberla, fue trasladada al Hospital Naval, habitación 302 de la 3ª planta. A la mañana siguiente, fui a visitar a mi madre, y en el momento de entrar en dicha habitación, vi a mi hermana llorando, quien me comunicó que el doctor le había dicho que mi madre se estaba muriendo. Ya no tomaba alimentos ni medicación. El martes de la semana siguiente, 2 de diciembre, a las siete de la mañana, falleció.
Yo me pregunto si el “bajón de azúcar” pudo provocar o dar lugar a su empeoramiento generalizado, y por esta causa, fallecer.
Un cordial saludo, y muchas gracias por su atención.
[/quote]