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#192189 - 16/02/16 12:20 AM caso extraño que me está pasando, ayuda, gracias
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Esto empezó el día 20 de enero de 2016, miércoles. Empecé a notarme una sensación extraña en el oído izquierdo. Pensando que sería un tapón de cera realicé los cuidados típicos caseros, echarme un poco de aceite de oliva y limpiar, además de comprar audispray en la farmacia para limpiar el oído. Pero el problema no se iba, seguía notando como movimiento dentro del oído.

Esa sensación permaneció durante la noche, por lo que no pude dormir apenas, así que al día siguiente, jueves 21 de enero de 2016, me dispuse a mirar por internet remedios para eliminar insectos en el oído, pensando que sería algún gusano de algún insecto que hubiera puesto huevos en el oído.

Los remedios que vi eran variados: echar más aceite y que se ahogue, echar agua oxigenada, echar alcohol, etc. Los probé todos, de hecho, la última de las pruebas fue la del alcohol, y a esta prueba le adjunté un palillo de los dientes introducido con mucho cuidado en el oído con la intención de que si se ahogaba algún bicho se agarraría a algo para sobrevivir. Y efectivamente, después de unos minutos saqué el palillo con un pequeño gusano vivo que se movía, de unos 3 mm de longitud blanco, semi-transparente y dentro de la cabeza como un punto negro. Aquí cometí uno de los mayores errores de esta historia: lo aplasté con ira inmediatamente! Pensé que era el único causante de mis molestias, pero no fue así. Seguí notando los mismos movimientos en el interior de mi oído izquierdo. Como dato curioso, que luego tendrá más sentido, cuando me echaba líquidos en el oído los movimientos cesaban, y al vaciar el oído, volvían.

El viernes 22 de enero de 2016 todo seguía igual, la desesperación empieza a adueñarse de mí, harto de no poder descansar y con esa intranquilidad en el cuerpo, a las 4:30 de la madrugada me voy a urgencias del hospital Torrecárdenas de Almería. Les indico los que me ocurre, que me he encontrado un gusano en el oído y me realizan una exploración, pero no ven nada, les insisto y viene otro médico de urgencias, que tampoco ve nada, les vuelvo a insistir, viene un tercer médico que tampoco ve nada, por lo que me recetan unas gotas para el oído que me dicen que eso matará cualquier bicho que pudiera haber. Además me dan cita para el otorrino de urgencias el lunes por la mañana a primera hora. Así que de camino a casa paso por la farmacia 24 horas y me compro el medicamento, me lo echo al llegar a casa y a intentar dormir. He de indicar que al dormir sobre el oído izquierdo (el de las molestias) notaba más actividad dentro, por lo que deduje que la oscuridad hacía que se sintiera más cómodo y saliera a dar una vuelta.

Sábado 23 y domingo 24 de enero se podrían resumir en pocas palabras. Tratar de matar a lo que tenga en el oído, con distintos métodos, además de las gotas que me recetaron. Lo intento con aceite de oliva, con ajo crudo que leí por internet que es bueno para eliminar y ahuyentar los bichos, además de no ser perjudicial para mi salud, sigo echando más alcohol y más agua oxigenada rebajada con agua al 50%. Nada da resultado y sigo igual, sin poder dormir apenas y con una sensación de agobio/impotencia enorme. Además empiezo a analizar la posible conducta del bicho, teniendo en cuenta lo que comenté anteriormente que cuando vertía cualquier líquido en el oído los movimientos cesaban, deduzco que el bicho no vive en el oído, sino que sale a dar una vuelta por el oído cuando le apetece, pero que vive en algún otro sitio cercano, por lo que me fabrico un tapón de ajo (medio ajo atravesado por el centro por un hilo, para su extracción segura), dicho tapón lo coloco en la parte más externa del oído creando cierta oscuridad para hacerlo salir de su “escondite”. Surge efecto, al momento lo noto moverse e inmediatamente empujo el tapón al fondo del oído, atrapándolo entre el tapón y el tímpano o final del oído (disculpad si no llamo a las cosas por su nombre, pero no soy médico). Esto produce una reacción por parte del bicho de hiperactividad, de tal forma que se mueve mucho más y, por decirlo coloquialmente, se pone a dar vueltas “arañar” las paredes, el tapón, etc. Es ahí cuándo vierto nuevamente los líquidos anteriormente mencionados, con la intención que le afecten directamente ahora que no está en su escondite. Podéis preguntaros cómo le llegan los líquidos si había un tapón, pues bien, el tapón de ajo no es 100% hermético, había huecos por los lados que facilitaban el paso de líquidos, además tirándome de la oreja en distintas direcciones, se producían aberturas lo suficientemente grandes para que entrara líquido y lo suficientemente pequeñas para que no saliera el bicho (o simplemente que no las veía y no iba hacia ellas). Bien, esto no hizo que el bicho muriera. Otra de las pruebas que hice fue, una vez el bicho estaba atrapado al fondo del oído, cambié el tapón de ajo por un bastoncillo de los oídos. Era de algodón, más blandito, me molestaba menos, además podía dejar pasar los líquidos con mayor facilidad para seguir tratando de ahogar al bicho. Pues bien, cuál fue mi sorpresa que el bicho movía literalmente el bastoncillo para ir hacia su escondite. Así que deduje que el escondite estaba en la parte media del oído por la parte de abajo (dirección al trago y la mandíbula). De hecho, cuando no lo notaba en el oído, notaba movimientos, dolores, y “como masticar de un gusano”(los que hayan tenido gusanos de seda sabrán cómo es) por la zona debajo del lóbulo de la oreja, cerca de la mandíbula. Además, al apretar los dientes sentía dolor por esa zona como si hubiera algo que no debiera de estar, que casualmente, cuando lo notaba moverse en el oído, al apretar los dientes, no me dolía por la mandíbula. Coincidencias.
Total que grabé un vídeo del bicho moviendo el bastoncillo.

Lunes 25 de enero de 2016, por la mañana a primera hora voy al otorrino de urgencias del hospital Torrecárdenas. Previamente en mi casa hice mi experimento del tapón de ajo con la intención de llegar al otorrino y decirle: “mira, está ahí al fondo, echa un vistazo antes de que se esconda, cuando quite el tapón”. Entré al otorrino, le expliqué el tema, me quité el tapón, miró, y no vio nada. No sé decir si tardó mucho en mirar o el bicho es rápido (posteriormente he deducido que es muy rápido), pero no vio nada el otorrino, por lo que yo seguía frustrado por mantener mi problema y le insistí, le enseñé el vídeo, se ve que notó mi cara de desesperación, que me mandó un TAC para el oído (posteriormente me enteré que no sirve de mucho para buscar bichos) para descartar patologías del oído (eso ponía en la solicitud de la prueba. Le pedí que fuera lo antes posible, pero me dieron cita para el TAC para el 22 de Febrero del 2016. No me quisieron poner ni preferente ni urgente, así que nada a esperar… además me puso en el informe “recomiendo valoración de salud mental”. Vamos, que nadie se creía que hubiera un bicho por ahí cerca.

Salí del hospital bastante mal, vamos, como estaba, y me dispuse a realizarme el TAC por mi cuenta y llevárselo a un otorrino privado para agilizar las cosas.

Martes 26 de enero de 2016, me despierto con menos sensación de que algo se mueve en el oído, lo cual, a priori, puede parecer bueno, pero era el inicio de mi infierno. Empiezo a tener los siguientes síntomas, que a día de hoy (9 de febrero de 2016) no han cesado: dolores musculares, espasmos, calambres, dolores de articulaciones, escalofríos, mareos constantes. A lo largo de la mañana empieza a dolerme primero por el cuello, luego por el omoplato izquierdo, pinchazos en la zona del riñón izquierdo, empiezo a tener febrícula (37,5º). Por la tarde pinchazos y dolores por la columna a la altura de los riñones, posteriormente por la zona del riñón derecho, a la altura de la ingle parte derecha y más tarde por la barriga, también por la derecha. Todo acompañado con la sensación de algo moviéndose por todos esos puntos descritos. La sensación no es a nivel cutáneo, es más profundo. La fiebre me viene y me va a lo largo del día, nunca superando los 37,8º. Me duele la cabeza, pérdida de apetito, de hecho en estos primeros días perdí 5 Kg, luego he recuperado 3 Kg. Llega la noche y el dolor se mantiene en la zona de la columna a la altura de los riñones, noto como pinchazos y de vez en cuando como algo moverse. Pensé, el bicho que estaba en el oído ha encontrado un camino para el resto del cuerpo, al menos podré dormir. Pues volvía a estar equivocado, en el oído vuelvo a notar cosas pequeñas moviéndose como al principio. El ciclo se reinicia. Por lo que vuelvo a repetir los procesos de limpieza del oído y tratar de capturar algún gusano o lo que sea para poder entregarlo en algún laboratorio, sin suerte. Otro de los síntomas que empiezo a notar es una extrema sequedad en la garganta, lengua y labios que perdura a día de hoy. Sigo sin poder dormir apenas. Me despierto por las noches sudando

Miércoles 27 de enero de 2016, me despierto con escalofríos y 37,5º de fiebre, persiste el movimiento en el oído izquierdo, empiezo a notar dolor detrás del trago, dentro de él y debajo, por la zona de la oreja cerca del cuello. El dolor de cabeza es constante, sigo sin apetito, con mucha sed todo el día y con los dolores ubicados en la zona de la columna a la altura de los riñones. Así pasa el día y la noche igual que las anteriores. Este día fui a hacerme el TAC a una clínica privada, durante el tac sentí los movimientos por la zona del trago del oído izquierdo.

Jueves 28 de enero de 2016, todos los síntomas persisten, vuelvo a tener varias ocasiones a lo largo del día de 37,5º de fiebre, empiezo a tener escalofríos y se me duermen la punta de los pies y de las manos con bastante frecuencia. Además empiezo a notar que al sentarme y echarme hacia delante en la zona que se queda plegada (por la ingle) es como si me ardiera la sangre, no puedo mantener esa posición. Tengo que echarme para atrás. Me pasa lo mismo al tumbarme de un lateral y la pierna que se queda encima echarla hacia delante, la zona que se queda plegada a la altura también de la ingle arde, debo cambiar de posición. Este día fui a un otorrino privado, le llevé los resultados del TAC, pero no miró ni siquiera el CD que lo acompañaba, el informe decía que el oído estaba bien. Me hizo muchas pruebas en el oído, de audición, exploración de garganta, nariz y oído, y todo correcto. A mí el oído no me duele, me duele todo el cuerpo, pero el problema se generó en el oído y ahí noto cosas que se mueven, pero se esconden cuando se asoman, nadie parece entenderlo. Me dice que no se ve nada y que puede ser un problema de mandíbula, que las muelas del juicio choquen y que derive en hormigueos y cosquilleos en el oído. Que acuda a un maxilofacial. También me dice que puede ser gripe y me receta azitromicina y paracetamol, además de una pomada para el oído (menaderm). Me tomo las medicinas que me ha indicado pero todo sigue igual.

Viernes 29 de enero de 2016, se mantienen todos los síntomas, tengo un caso aislado de diarrea, aquí es cuando me pesé y vi los 5 Kg que había perdido.

Sábado 30 y domingo 31 de enero de 2016, todo sigue igual. Sigo notando un bicho que se mueve por dentro por las zonas anteriormente mencionadas, además por primera vez empiezo a notarlo por el pecho. También noto frío en las extremidades en frecuentes ocasiones.

Lunes 1 de febrero de 2016, acudo al médico de cabecera y le cuento todo, me mira el oído no ve nada, me mandó un análisis de sangre, una radiografía de tórax, me derivó a infecciosos y a alergología. Por lo demás todo se mantiene igual, todos los síntomas. Además de los problemas para dormir, ya que por las noches se intensifica la actividad tanto de los movimientos del oído como los del cuerpo.

Martes 2 de febrero de 2016, todo sigue igual, además se vuelve a reiniciar el ciclo, ahora se notan perfectamente 2 bichos moviéndose por dentro, en distintos puntos, a veces convergen, pero otras no. Vuelven a notarse cosas pequeñitas en el oído moviéndose.

Miércoles 3 de febrero de 2016, todo igual, voy a sacarme sangre, no me dan los resultados hasta el día 8.

Jueves 4 de febrero de 2016, todo igual.

Viernes 5 de febrero de 2016, me hacen la radiografía de tórax, no me dan los resultados hasta el 17 de febrero. Esa noche empecé a notar los movimientos por la zona del cráneo y me asusto un poco.

Sábado 6 y Domingo 7 de febrero de 2016, todo igual. Sigo constantemente en el empeño de poder capturar un espécimen. Ahora no se notan las molestias por el trago, sino por la parte más interna del oído, cerca del tímpano, parece que ha cambiado de “escondite”. Con la obsesión que no vuelva a ir a la cabeza hago lo imposible para poder matar al bicho y poder llevarlo el lunes a una cita que tenía con un médico bastante bueno, temiendo que vuelvan a no creerme. Me eché de todo y me hice mucho daño en el oído, cierto es que noté al bicho bastante aletargado a partir de ese momento (el del oído, el resto sigue igual).

Lunes 8 de febrero de 2016, voy a la cita de infecciosos en el hospital Torrecárdenas, me hacen un análisis completo, me ven los resultados del análisis de sangre, todo correcto, me examinan todo el cuerpo en busca de granos o ronchas, y no se ve nada, les explico que no es cutáneo, pero parece que les da igual. Me hacen un informe para mi médico de cabecera.
Esa misma tarde fui a un médico privado bastante reconocido, el cual me realiza otra exploración muy completa con unos aparatos que desconozco y determina que mi problema es psicosomático. Que no hay nada, sino mi cuerpo daría señales de intrusos. Insisto que son pocos, que no se están siempre moviendo, me escanea con una especie de ecógrafo, y no se ve nada. Me manda un fármaco para la depresión y me dice que ya lo siguiente es salud mental.
Por la noche vuelve a moverse levemente el del oído y los dos del resto del cuerpo con su actividad frenética, empiezo a acostumbrarme de los del cuerpo, ya tantos días con los dolores los sobrellevas, el del oído sigue preocupándome, porque al tener el oído izquierdo bastante dañado no puedo ponerme un tapón, que es lo que me ha dado tranquilidad el fin de semana para que no se fuera a la cabeza de nuevo.
Más avanzada la noche ya no noto el “adulto” en el oído, se mueve por la cabeza, en su lugar vuelvo a notar bichos pequeños en el oído izquierdo. Pienso que son gusanos como el primero que vi, pero no descarto que tengan otra forma. Por lo que ahora tengo 3 “adultos” por el cuerpo y otra vez “crías” en el oído izquierdo.

Martes 9 de febrero de 2016, todo sigue igual, los pequeños del oído siguen moviéndose y los síntomas generales persisten.

Martes 16 de febrero de 2016, todo sigue igual, el adulto se ha ido al cuerpo y vuelve a haber pequeños en el oído.

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#203948 - 31/03/18 03:05 AM Re: caso extraño que me está pasando, ayuda, gracias [Re: deejay2x]
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Es terrible lo que te esta pasando, pero a esta fecha quisiera saber como vas

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#206823 - 22/05/19 03:07 AM Re: caso extraño que me está pasando, ayuda, gracias [Re: deejay2x]
Anonimo
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Hola como va con su caso? Ps yo se de uno

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#214044 - 01/12/21 03:18 AM Re: caso extraño que me está pasando, ayuda, gracias [Re: deejay2x]
Anonimo
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Hola como te ha ido, también siento algo extraño en el oído parece como gusanos pero el otorrino no ve nada 😢

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