Existen varias teorías a la hora de explicar el origen del queratocono.
Una de estas se centra en los factores traumatizantes que sobre el epitelio corneal pueden darse: Radiación ultravioleta proveniente del sol, lentillas mal adaptadas y, sobre todo, el frotamiento crónico de los ojos con los nudillos son ejemplos de esto.

En el último mes se han publicado dos estudios sobre el queratocono. Ambos estudian esta enfermedad con métodos y objetivos distintos: Progresión con el Orbscan y cambios en la propia córnea. Ambos, sin embargo, llegan a una misma conclusión: Los pacientes con queratocono que se frotan de forma más intensa los ojos sufren de queratoconos más progresivos y graves.

Si esto es a su vez voluntario, ¿No sería interesante que todos los pacientes con queratocono evitar el frotarse los ojos? De hecho, esta es una de las pocas cosas que podemos hacer para frenar su progresión.

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