Hola a todos y todas, los leo y parece que cada cosa que leo es como si las escribiera yo, parece que estamos absolutamente en lo mismo, obsesionados con los latidos "extras" o de la forma que fueran, a veces siento también lo del mareo eso que cuentan, me pasa como que me mareo y me da un golpe de calor, pero mi doc dice que es subjetivo, que es miedo etc etc, seguramente lo sea, el miedo se disfraza de todas maneras. Eso de no querer salir a la calle, de no querer estar sola, de pensar que si me reuno con amigos las extras me arruinaran todo o me harán sentir incómoda es una idea siempre en mente...pero trato de vencer eso, ayer tuve unos latidos rápidos de golpe y así de golpe cesaron, me produjo ese mareito que cuentan, me quedé con un miedo horrible el resto del día, tuve más extras o sensación de latidos raros pero aquí estoy vivita y coleando.
En estos días comienzo pilates, veré si me ayuda un poco a poner la mente en otra cosa y salir un poco.
Siento que me pierdo momentos irrepetibles con mi beba por miedo a las extras, salir con ella, jugar, y todo por miedo!!!...¿cuando nos dejaran en paz?
besos y mejoría!

ay, anita, nos dejarán en paz cuando dejemos de pensar en ellas!!

te comprendo perfectamente. A mí me pasa todo lo que tú has descrito, incluido lo de los mareos. Y también me dijo mi cardio que era sugestión pura y dura.

es innegable que tenemos un trastorno eléctrico, pero también está totalmente relacionado con un componente psicológico. Y digo yo, a ver, el que sea valiente que de un paso al frente: "¿quién es capaz de mantener el tipo ante una crisis de extras?, ¿quién no siente una punzada de miedo y el estómago encogido ante un extra bestial que nos golpea el pecho en cualquier momento y nos pilla desprevenidos?

somos humanos, y es lógico que nos asustemos. Sabemos que ésto es benigno, pero es inevitable tener miedo a veces, sobre todo cuando las indeseables se presentan en modalidades distintas, ya sea a horas desacostumbradas o con intensidades o efectos nuevos. Esto último es lo que a mí más me afecta, más que las extras suaves de todos los días, las de rutina. Esas son ya compañeras habituales y nos hemos hecho casi amigas. Pero las otras, las que me pillan por sorpresa siempre consiguen ganar la batalla. Espero que la guerra sea al menos, mía.

besos para todos y ánimos!!

santy