Hola de nuevo.
Esta madrugada he visto mi deporte favorito, el gran Premio del Japón de Formula 1 y no ne saltaron las dichosas extrasístoles.En al final de la Eurocopa de fútbol de selecciones si las tuve y ahora tenía miedo. He sufrido porque Alonso lideró toda la carrera.Al final ganó.
Alguien dirá:Mira este, con lo que pasamos los demás y viene con esas.Bueno recomiendo ver el lado positivo de las pequeñas cosas, aún que sea la aficion a un deporte,un pasatiempo u observar un hormigero.Lo positivo siempre nos hará ver las cosas distintas y nos sentiremos mejor.
Perdón por el off-topic.Saludos.

bien, camilo, bien!!!

la felicidad está en las pequeñas cosas. Nos pasamos la vida esperando grandes momentos pero la clave está en disfrutar de los ratos fantásticos que tenemos a veces. Me alegro de que hayas disfrutado y espero que con el tiempo aprendas a disfrutar también si tienes extras, o sea, que ellas no condicionen tu felicidad. Hay muchos en el foro que ya lo han conseguido, como el amigo Carlos.

que pases un buen domingo, camilo.

por cierto, gallego? yo tengo familia en Pontevedra y me encanta tu tierra.

saludos,

santy

Vaya, Camilo, y yo que te vaticinaba una buena tanda de extras por la carrera de Alonso.
Me alegro de que no haya sido así y estoy de acuerdo contigo en que hay que ser positivos, para un rato que vamos a estar aquí, no tiene sentido estarnos amargando por cualquier cosa.

Saludos,

Carlos.

Hola.
Carlos se nota que tienes sentido del humor.Me gustan las frases "una buena tanda de extras" o "corazon loco".
Pues si,hoy tampoco las he sentido de momento.¿Será la entrada en este grupo que me hizo de terapia?Saludos

Pues no te extrañe, Camilo. Para mí la llegada a este foro fue como mano de santo. No puedo decir que haya dejado de sentir las extras, pero sí que las veo de otra manera, tengo otra actitud frente a ellas. Asumir que no corremos riesgo por padecerlas y darles carta de normalidad, ha sido suficiente para que dejara de obsesionarme y, de esa forma, ser un poco más feliz.
En el fondo, pienso en tantas personas que tienen que sobrellevar cargas mucho más pesadas y tengo que sentirme afortunado. Tú mismo, sin ir más lejos. En mi familia hay muchos diabéticos, por desgracia, y no tengo la menor duda de que ellos, como el resto de personas que padecen esa enfermedad, tienen un problema mucho más gordo que el que supone un puñado de extras en un corazón sano.

Un saludo,

Carlos.