El Comunismo Blanco y su Cerebro TRANSPERSONAL infradesarrollado:

El Comunismo Rojo no “caza ratones” :

Y esto es debido a que basó su beligerante dialéctica y estrategia en la economía y en el ateismo. Enfrentándose directamente a dos enormes colosos: el egoismo y credulismo cerebral, con la ínfima fuerza de la razón y no de la emoción reduccionista, personal; cuando es la emoción holista o transpersonal y no la razón personal o reduccionista quien domina tanto el terreno de las creencias como el económico, etc.
La economía no mueve el mundo; son las emociones las que incluso en contra de la razón y del sentido común imponen su egoísmo e incluso arriesgan la vida propia, ajena y el ecosistema.
Por eso el comunismo rojo, no tuvo otra que imponerse por la fuerza revolucionaria de las armas primero y después mantenerse mediante el estado militar y policial. Todo lo cual además de hacerle odioso tiene un coste económico insostenible.

A las personas no se les puede imponer aquello que no comprenden y rebasa tanto su pequeño nivel de consciencia emocional. Por eso, antes o después todo se viene abajo. Por ello, el comunismo no se pude imponer ni de modo intelectual reduccionista ni por la vía de la revolución armada, etc. Antes es necesario sembrar una revolución emocional educacional transpersonal/holista. Es posible que aun falte un siglo para alcanzar suficientemente ese punto. Se necesita para ello ir desarrollando el cerebro transpersonal o global; porque es el cerebro realmente comunista no simplista.

Esta revolución de la consciencia emocional holista no reduccionista o comunista transpersonal, se fragua en el hemisferio cerebral derecho y no como hasta ahora y todavía en el frío y reduccionista hemisferio cerebral izquierdo; que lo mismo es capitalista que comunista-reduccionista, que creyente o ateo reduccionista/simplista, etc.

El reduccionismo emocional del hemisferio cerebral izquierdo de Marx y Engels es lo que no les permitió comprender todo esto…Y lo que les llevo a un enfrentamiento suicida y rojo/beligerante contra la espiritualidad y el natural egoismo capitalista-darwinista. El comunismo rojo lucha siempre contra los efectos o economía, y no contra la causa emocional que gesta ese devenir económico; por eso no resuelve nada, “no caza ratones”…

Para hacer la necesaria revolución de la consciencia que haga probable y viable el cambio revolucionario del comunismo rojo-reduccionista-simplista al comunismo blanco u holista integrador de la razón y emoción, del reduccionismo y del holismo, de la ciencia y de la espiritualidad científicamente fundamentada, muchas cosas son necesarias y entre ellas comprender los dos cerebros que hay en toda persona.


Cerebro Personal, Transpersonal y facultades comunistas.


CEREBRO PERSONAL O NECORTEX:

El cerebro personal es el neocortex, base de nuestra inteligencia consciente. Es apenas una capa de 3mm de materia gris que recubre ambos hemisferios cerebrales. Este cerebro es un embrión todavía en gestación en animales y humanos; aunque en los humanos ya permite diferentes grados de inteligencia consciente reduccionista o ligera integración cognitiva hemicerebral izquierda y derecha. Integración en la que prepondera uno u otro de nuestros hemisferios y diferentes grados de integración y por tanto de compresión y emoción: cognición reduccionista; por ello simplista, irreal o no suficientemente objetiva.
Cuando dormimos, quien realmente duerme es el neocortex. Aunque experimenta ensoñaciones; que por lo general no le permiten darse cuenta de que está soñando, ni dominar o variar a voluntad sus ensueños ni hacerse ningún tipo de reflexión autoconsciente. Es más, las cosas más absurdas, incoherentes e incongruentes en el sueño nos podrán parecer de los más normales. Lo que supone un ligero grado de consciencia tan ínfimo que no da para más; y que incluso una ves despiertos, en la mayoría de los humanos no consigue aumentar mucho más. Puesto que presenta un grado de consciencia tan bajo y absurdo como para que caigamos en vicios, adicciones de todo tipo, desarrollemos “una doble moral”, egoísmos absurdos, racismo, celos, envidias, autoengaño, y toda clase de crímenes por los motivos más triviales. Comportamientos fácilmente superables cuando se dispone o incrementa algo más la autoconsciencia, sentido común, etc.
Así como el neocortex durante el sueño es un esclavo o marioneta del sistema neurovegetativo, cuando despierta apenas deja de serlo; pues no puede variar aquellas necesidades fisiológicas, gustos, instintos, intuiciones y pensamientos impuestos por el sistema límbico y reptiliano o neurovegetativo; es decir, POR EL CEREBRO TRASPERSONAL, si no hace un gran esfuerzo y consigue la suficiente inspiración…

Si asemejásemos el cerebro completo con un árbol, el neocortex o cerebro personal, sería como el fruto muy inmaduro en los monos, y con muy diferentes grados de ligera maduración en los humanos; tan escasa madurez y comprensión de la realidad que no le capacita para desenvolverse pacífica, sana y positivamente.


CEREBRO TRANSPERSONAL:

Continuando con la analogía del árbol y el cerebro, el cerebro transpersonal, se asemejaría al resto del árbol; es decir, las ramas, tronco y raíces que gestan y alumbran el fruto o embrión neocortex. Las raíces y el tronco corresponderían al primitivo y primigenio sistema reptiliano que nos relaciona con nuestro medio más interno. Y las ramas se asemejarían al sistema límbico/emocional y homeostático que nos relaciona con el medio ambiente externo.

El cerebro neurovegetativo (reptiliano-límbico y genético/ADN) es el cerebro transpersonal porque:

1. No es personal, pues no somos conscientes de su quehacer, interacciones ni relaciones con el medio interno ni externo. Nuestra conciencia apenas ocupa una fina capa superficial del mismo y de la información e interacciones que se realizan en el sistema límbico y reptiliano.

2. Es un cerebro para nuestra percepción, vegetativo, transpersonal o nervioso-endocrino-y ADN, capaz de crear tejidos, regenerar tejidos, mantener tejidos y gestar y desarrollar nuestro neocortex y su fisipsicología y pequeña inteligencia personal. Y tanto es así, que durante el sueño nuestra inteligencia personal desaparece todos los días con todas sus facultades, consciencia, voluntad y libertad; siendo por tanto tal cerebro neurovegetativo o transpersonal de una facultad, libertad, voluntad y consciencia transpersonal, suprapersonal y suprainteligente sin parangón con la ínfima y embrionaria inteligencia, consciencia y libertad del neocortex.


3. Es un cerebro transpersonal, porque a través de los estados de superposición y supercoherencia cuántica de sus electrones neurales, y partículas nucleares entrando y saliendo continuamente de tales estados de supercoherencia cuántica, y del intercambio de bosones virtuales que éstas hacen con el medio ambiente espaciotemporal y virtual; nos entrelazan de instante en instante con todo el universo, seres y cosas; CONTODOS LOS CEREBROS; HACIENDO PUES DE TODOS LOS CEREBROS UNO GLOBAL. Siendo pues un cerebro que compartimos en común con todas las personas familiares, no familiares, personas cercanas, lejanas, seres y cosas. Pero que también es la causa de nuestra diferenciación e individuación. Nos une y separa moduladamente con todo, de todos.

4. Es un cerebro transpersonal, holístico: comunista; porque antepone a las necesidades personales del neocortex, la de los intereses de la especie humana, y del sistema solar-terrestre, etc; porque el es todo eso. Predeterminando el límite de vida de nuestro neocortex, límite de división celular, e imponiendo completamente el genotipo con sus gustos. Y determinando completamente el grado de integración cognitiva cerebral en los animales; así como su fenotipo. Por el contrario, en los humanos solo impone completamente el genotipo y solo un alto grado del fenotipo; aunque no del todo en los neocortex más evolucionados y autoconscientes. Pero siempre imponiendo la estabilidad genética de la especie y su funcionalidad e impidiendo por tanto su transespeciación o mutación significativa.


5. En las plantas, su fruto y desarrollo o fenotipo, está casi completamente determinado por su genotipo. Eso asegura que la fotosíntesis emplee su energía de modo muy preciso y determinado transformándose así la luz, con y mediante la experimentación en la materia terrestre. Pero con la materia que recoge siempre del mismo lugar/ubicación; produciendo por tanto y siempre un producto preciso, determinado; una férrea servidumbre de la biosfera vegetal para el sistema terrestre-solar.

Por el contrario, un cortex animal y un neocortex humano que está hecho y vive y se regula directa e indirectamente de y por la luz; y que además, puede recoger materia vegetal y animal alimenticia de cualquier parte de la tierra y del mar. Que le posibilita también el intercambiar pensamientos y emociones con personas de cualquier punto del planeta. Pues todo eso, se traduce en una experiencia para la luz que crea y que se encarna en minerales, vegetales, animales y humanos; en una experimentación y evolución mucho más rica y variada a través los seres humanos. Y sobre todo, en aquellos seres humanos cuyos neocortex no son tan embrionarios sino más desarrollados, libres y autoconscientes. Tan autoconscientes que son capaces de comprender más y mejor a su matriz neurovegetativa y acceder conscientemente en mayor grado a ciertas suprafacultades transpersonales de esa matriz neurovegetativa-transpersonal que les están vetadas a los neocortex más embrionarios, REDUCCIONISTAS, e irresponsables, inconscientes y capitalistas-simplistas-darwinistas. Estando así los neocortex más evolucionados, pues todavía más despiertos y conscientes de las incongruencias, vicios, maldades, falta de ética objetiva/Comunista, servidumbres y destinos que se dan en la compresión y relaciones personales y sociales nacionales e internacionales de los neocortex más embrionarios o menos desarrollados. Esto hace que aumente el abismo entre aquellas mayorías de neocortex que apenas se enteran de lo qué son y para qué son y están y como están; que viven sin ton ni son….De aquellos otros mejor integrados cognitiva -hemicerebralmente que cada vez ven más claro toda la insensatez e incongruencias humanas, creencias no creencias y su falta de sentido ético-Objetivo/Comunista, y desconocimiento total ni tan siquiera sospechado de su función astronómica y astrobiológica para el sistema y expansión universal.
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Paulino,
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