El día a día le tenía cansado. Llevaba un tiempo sin ganas de volver a casa después de trabajar. A pesar de que su trabajo era terriblemente monótono, al menos le permitía conocer gente. Su hijo se alejaba de él un poco más con cada semana que pasaba, y follar con su mujer ya no era lo mismo. Comenzó a darse cuenta de que, con casi cincuenta años, no vivía desde hacía treinta. Comenzó a darse cuenta, también, de que quizá se hubiera equivocado con algunas decisiones en su vida; entre ellas, a lo mejor, estaba la persona con la que había elegido pasar el resto de sus días.
Aquella brasileña le llamó la atención desde el primer día. A pesar de que bastaba verla para notar que, con ya más de cuarenta años, estaba en un estado de decadencia pronunciada, aún conservaba algo del voluptuoso atractivo que seguramente tenía de joven. Comenzaron a hablar un poco todos los días y acabaron estableciendo un contacto más íntimo. Al final, una cosa llevó a la otra y acabaron encamados. Veinticinco años de matrimonio fiel y (no)feliz a la basura.


Hoy me he enterado de que mi padre le ha puesto los cuernos a mi madre con una brasileña con tres hijos (cada uno de diferente padre). No van a separarse. No lo entiendo.
El mundo me parece un lugar un poco más espantoso y un poco menos lógico ahora. ¿Tenéis experiencias con cuernos entre vuestros padres?