El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyeron su asamblea de gobernadores con un pálido optimismo en torno a la crisis económica mundial y con un llamado a los países donantes para que agilicen la entrega de recursos destinados a la reactivación.
El Banco dijo que la crisis ha “arrastrado ya a la pobreza extrema” a más de 50 millones de personas, sobre todo mujeres y niños, y que el deterioro amenaza con agravar la situación y convertirse en una “calamidad humana y para el desarrollo”.
“Debemos atender sus repercusiones en los países en desarrollo y facilitar su recuperación”
“Las instituciones multilaterales necesitan recursos y capacidad para responder a la crisis de manera eficaz y prevenir nuevas crisis”