En el bar de al lado está sentado un esquizo,
la barba de cuatro días y la cabeza decaída,
mirando a nadie y nada porque nadie le hace compañía.

Conoce el menosprecio que los demas tienen por su mente,
sabe que el tiempo pasa sin gozo alguno,
que medicado no puede dar la frescor y la belleza que teneía.

Es esquizo, lo sabe muy bien, está medicado, se da cuenta,
es esquizo, y lo nota cada vez que llora,
es esquizo, y tiene corazon para verlo.
Era,, era ayer cuando todavía se sentía libre.

Y se acuerda del embustero del psiquiatra
que como si fuera un dios le preparó este infierno,
de cuando a cada sueño se le oponía con medicacion.
¡mañana mejoraras!,, si ya,,

Y hace memoria de los placeres que su psiquaitra le niega,
de cada alba de gozo que no puede sentir,
de cada hora perdida, de cada minuto, llora, muere lentamente.
Es esquizo y lo sabe, está medicado y lo siente,
y se acuerda del embustero del psiquiatra
que como si fuera un dios le preparó este infierno