DEPRESION La mayoría de las personas se sienten deprimidas en algún período de su vida, pero para algunas estos decaimientos son más intensos y duran más tiempo.

Este tipo de depresión no "desaparece" por su cuenta y el decir a la persona "anímate" o "serénate" no sirve de nada. No es tan sencillo.

Pero hay esperanza. La depresión es una condición médica que por regla general puede ser tratada. Un médico psiquíatra puede prescribir medicamentos o terapia o una combinación de los dos tratamientos.

Lo importante es buscar ayuda.

Estar atentos a los siguientes síntomas:

Temperamento deprimido – la mayor parte del día, todos los días.
Cambios de temperamento – alegre un minuto, triste el siguiente.
Falta de energía y de interés por la vida .
Irritabilidad y agitación.
Desequilibrio en el sueño (aumento o pérdida)
Pérdida importante o ganancia de peso.
Sentimineto de no ser util y culpabilidad.
Dificultad en concentración y en pensar con claridad.
Indiferencia hacia el sexo.
Pensar en la muerte y la opción al suicidio.

Si conoces a alguien que sufre una depresión prolongada:

Anímale a que vea un médico o un profesional. (ver la sección Ayuda a un amigo o familiar que esté al borde del suicidio)

Las advertencias hacia el suicidio
Es rara la vez que alguien decide suicidarse sin pensarlo de antemano. Durante las horas y los días antes de que una persona se quite la vida, generalmente hay signos y advertencias.

Los signos más fuertes e inquietantes son verbales – "no puedo seguir adelante", "ya nada me importa" o incluso "estoy pensando en acabar con todo". Los comentarios de esta índole hay que tomarlos siempre en serio.

OTRAS ADVERTENCIAS COMUNES INCLUYEN:

Estado de depresión o abandono.
Comportamiento temerario.
Poner orden en los asuntos y regalar posesiones de valor.
Un cambio radical en el comportamiento, actitud o apariencia.
Abuso de drogas o alcohol.
Sufrir una pérdida importante o cambio de vida.

La lista siguiente expone más ejemplos que pueden dar señal de que alguien esté contemplando el suicidio. Naturalmente, en la mayoría de los casos estas situaciones no terminan con el suicidio. Sin embargo, generalmente, cuanto más señales da una persona, mayor es el riesgo del suicidio.


SITUACIONES

Abuso sexual o físico.
Historial familiar de suicidio o violencia.
Fallecimiento de un amigo íntimo o miembro de la familia.
Divorcio o separación marcando el fin de una relación.
Pobres resultados académicos, exámenes próximos o resultados de los mismos.
Pérdida del trabajo, problemas en el trabajo.
Procesos legales inminentes.
Encarcelamiento reciente o próxima excarcelación.


COMPORTAMIENTO

Llantos.
Peleas.
Infracciones a la ley.
Irreflexiones.
Auto herirse.
Escritos acerca de la muerte y suicidio.
Comportamiento previo de suicidio.
Extremos en el comportamiento.
Cambios en el comportamiento.


CAMBIOS FISICOS

Falta de energía
Desequilibrio en el sueño (aumento o pérdida)
Falta de apetito.
Aumento o pérdida repentinos de peso.
Aumento en las enfermedades leves.
Cambio en el interés sexual.
Cambio repentino en la apariencia.
Falta de interés en la apariencia.


PENSAMIENTOS Y EMOSIONES

Pensamientos hacia el suicidio.
Soledad – Falta de apoyo de la familia y amigos.
Rechazo, sentirse marginado.
Profunda tristeza o culpabilidad.
Incapacidad de enfocar las cosas.
Soñar despierto.
Ansiedad y estrés.
Sentirse inutil.
Pérdida de autoestima.