Publicado por: gasparin007
Asunto: Re: PARA LA JOVEN LINDA QUE SONRIE
|
autoestima.SEEGUNDA.PARTE.
seleccionadas cuidadosamente de manera que fortalezcan los aprendizajes en todos los aspectos relacionados con tu autoestima. Recuerda que al repetirlas con emoción y realmente sintiendo lo que dices, creas nuevos cordones neuronales, en realidad, estás haciendo cambios en tu cerebro a nivel fisiológico. Estas nuevas sinapsis, influirán en tu comportamiento para lograr ese cambio que quieres en tu vida. Aprende a pensar con afirmaciones positivas. Las afirmaciones son las declaraciones que haces. Haz declaraciones positivas continuamente acerca de cómo quieres que sea tu vida. Sin embargo, hay algo muy importante en esto: Siempre debes hacer tus declaraciones en el Tiempo Presente, por ejemplo: “Soy” o “Tengo”. Tú subconsciente es un servidor tan obediente, que si declaras en el tiempo futuro: “Quiero” o “Tendré”, pues entonces allí se quedará siempre -¡fuera de tu alcance en el futuro! -Me acepto como soy. -Me gusta mi forma de ser. -Me amo y soy amado. -Estoy creciendo y mejorando. -Soy libre. -Puedo lograr y tener lo que yo quiera. -Estoy contento de ser yo mismo. -Puedo y quiero perdonar mis errores. -Puedo y quiero perdonar a los demás. -Mi vida marcha mejor cada día. -Soy una buena persona. -Soy honesto. -Soy decente. -Soy responsable. -Practico lo que predico. -Trabajo duro por lo que quiero. -Confío en mi futuro. -Soy entusiasta. -Tengo confianza en mí. -La vida es buena conmigo. Autoestima: “Mi encuentro” pág 27 -Agradezco lo que recibo. -Estoy saliendo adelante. -Si me amo, puedo amar a mis semejantes. -Soy amable. -Soy positivo -Soy único y especial. -Veo lo bueno en mí y en otros. -Me respeto. -Reconozco mi valía. -Hoy elijo estar bien. -El mundo es seguro y amable. Estoy seguro (a). Estoy en paz con la vida. -Me amo y me apruebo. Me veo y veo todo lo que hago con ojos de amor. Estoy seguro (a). -Con amor dejo el pasado. Ellos son libres y yo también. Ahora, todo está bien en mi corazón. “Merezco lo mejor y ahora acepto lo mejor”. Pensar o no pensar: una elección El problema y el desafío es que, aunque pensar sea una necesidad para una existencia con éxito, no estamos “programados” para hacerlo automáticamente. Podemos elegir. No somos responsables del control de las actividades de nuestro corazón, pulmones, hígados o riñones. Forman todos parte del sistema autorregulador del cuerpo (aunque estamos empezando a aprender que podemos ejercer algún grado de control sobre estas actividades). Tampoco estamos obligados a supervisar los procesos homeostáticos por los cuales, por ejemplo, se mantiene una temperatura más o menos constante. La naturaleza ha diseñado los órganos y sistemas de nuestro cuerpo para funcionar automáticamente al servicio de nuestra vida sin nuestra intervención volitiva. Pero nuestra mente opera de forma diferente. Nuestra mente no bombea conocimientos como nuestro corazón sangre, cuando y según se la necesite. No nos guía automáticamente a actuar según nuestro entendimiento del modo mejor, más racional e informado, aun cuando esto sería claramente beneficioso. Autoestima: “Mi encuentro” pág 28 No comenzamos a pensar “instintivamente” simplemente porque el no hacerlo, en una situación dada, se ha vuelto peligroso para nosotros. La conciencia no se expande “de forma refleja” frente a lo nuevo y desconocido; por el contrario, a veces la contraemos. La naturaleza nos ha otorgado una extraordinaria responsabilidad: la opción de aumentar o disminuir la luz de la conciencia. Existen diversas opciones: buscar la conciencia, no intentar buscarla o eludirla activamente; pensar o no pensar. Esta es la raíz de nuestra libertad y de nuestra responsabilidad.
AUTOESTIMA, “NECESIDAD FUNDAMENTAL DEL SER HUMANO” El hombre es un conjunto de cuerpo, mente y espíritu y tiene necesidades en cada uno de estos niveles. Tiene necesidades físicas como el comer y el dormir; espirituales como el creer en algo trascendente y psicológicas como el sentirse aceptado por su grupo y en su ambiente. La frustración en cualquiera de estos niveles puede producirle angustia y hacer que se sienta mal. Sin embargo hay una necesidad tan fundamental y tan esencial que si la llenamos de todo lo demás estará en armonía y nos sentiremos felices. Esta necesidad es un profundo y sincero amor a nosotros mismos, una aceptación incondicional a nuestra persona, una genuina amistad conmigo mismo. Pensar “Es muy bueno ser yo mismo, me acepto en todos los aspectos, estoy contento con ser quien soy. Soy amigo de mi cuerpo, me gusta como pienso, me quiero”. Al oírlo me puedo sentir un poco incómodo, no estamos acostumbrados a esto. Parece como si fuéramos alérgicos a cualquier cosa que hable de amor a uno mismo. Lo asociamos con egoísmo, vanidad, pero no es así, lo que nos hace que sea tan difícil pensar bien de nosotros mismos es la reacción de los demás, pensamos que nos van a rechazar. Un hombre no podrá estar en paz con los otros hombres hasta que haya aprendido a estar en paz consigo mismo. Ámate y cree en ti mismo y amarás y creerás en el otro. Dentro de la creación el hombre es el único que tiene el poder de contemplar su vida, su actividad y el privilegio de la conciencia, ésta lo lleva a buscar, transformar, escoger, y decidir lo que para él es significativo, pero el que no se ama a sí mismo no puede ser libre, no se tiene confianza para atreverse a serlo. (Schüller). Hay que pensar que tenemos la capacidad para elegir nuestra actitud en cada circunstancia y Nuestra mente no bombea conocimientos como nuestro corazón sangre, cuando y según se la necesite. No nos guía automáticamente a actuar según nuestro entendimiento del modo mejor, más racional e informado, aun cuando esto sería claramente beneficioso. Autoestima: “Mi encuentro” pág 28 No comenzamos a pensar “instintivamente” simplemente porque el no hacerlo, en una situación dada, se ha vuelto peligroso para nosotros. La conciencia no se expande “de forma refleja” frente a lo nuevo y desconocido; por el contrario, a veces la contraemos. La naturaleza nos ha otorgado una extraordinaria responsabilidad: la opción de aumentar o disminuir la luz de la conciencia. Existen diversas opciones: buscar la conciencia, no intentar buscarla o eludirla activamente; pensar o no pensar. Esta es la raíz de nuestra libertad y de nuestra responsabilidad.
AUTOESTIMA, “NECESIDAD FUNDAMENTAL DEL SER HUMANO” El hombre es un conjunto de cuerpo, mente y espíritu y tiene necesidades en cada uno de estos niveles. Tiene necesidades físicas como el comer y el dormir; espirituales como el creer en algo trascendente y psicológicas como el sentirse aceptado por su grupo y en su ambiente. La frustración en cualquiera de estos niveles puede producirle angustia y hacer que se sienta mal. Sin embargo hay una necesidad tan fundamental y tan esencial que si la llenamos de todo lo demás estará en armonía y nos sentiremos felices. Esta necesidad es un profundo y sincero amor a nosotros mismos, una aceptación incondicional a nuestra persona, una genuina amistad conmigo mismo. Pensar “Es muy bueno ser yo mismo, me acepto en todos los aspectos, estoy contento con ser quien soy. Soy amigo de mi cuerpo, me gusta como pienso, me quiero”. Al oírlo me puedo sentir un poco incómodo, no estamos acostumbrados a esto. Parece como si fuéramos alérgicos a cualquier cosa que hable de amor a uno mismo. Lo asociamos con egoísmo, vanidad, pero no es así, lo que nos hace que sea tan difícil pensar bien de nosotros mismos es la reacción de los demás, pensamos que nos van a rechazar. Un hombre no podrá estar en paz con los otros hombres hasta que haya aprendido a estar en paz consigo mismo. Ámate y cree en ti mismo y amarás y creerás en el otro. Dentro de la creación el hombre es el único que tiene el poder de contemplar su vida, su actividad y el privilegio de la conciencia, ésta lo lleva a buscar, transformar, escoger, y decidir lo que para él es significativo, pero el que no se ama a sí mismo no puede ser libre, no se tiene confianza para atreverse a serlo. (Schüller). Hay que pensar que tenemos la capacidad para elegir nuestra actitud en cada circunstancia y decidir de esta manera a nuestro propio camino. Lo que llegamos a ser es lo Autoestima: “Mi encuentro” pág 29 que tenemos que ser por nosotros mismos. Si nos queremos y nos estimamos y, conocemos nuestras virtudes y defectos, saldremos adelante. Soy dueño de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis triunfos, mis fracasos y errores, puesto que lo mío me pertenece puedo llegar a conocerme íntimamente, puedo llegar a quererme y sentir amistad hacia todas mis partes, puedo hacer por lo tanto todo lo que me concierne y funcione para mis mejores intereses. Puedo oír, ver, sentir, pensar, decir, hacer. Tengo los medios para sobrevivir, para acercarme a los demás, para ser productivo y para lograr darle sentido y orden al mundo que me rodea, tanto de personas como de cosas. Me pertenezco y así puedo estructurarme. Todas las personas podemos mejorar nuestra autoestima, no importa qué tan alta o baja sea. Para mejorarla podemos tomar en cuenta las siguientes sugerencias: -Reconocer que queremos mejorar nuestra autoestima. -Aceptar que sólo nosotros podemos hacer ese cambio. No podemos echarle la culpa a otras personas. -Hacer un balance de las partes que nos gustan y que nos disgustan de nosotros mismos o nosotras mismas. -Sacarle provecho a las partes que nos gustan y optimizar nuestras capacidades y habilidades. -Identificar cuáles de las que nos disgustan podemos cambiar. -Pensar cómo podemos cambiar, buscar sugerencias y apoyo para cambiar. -Llevar a cabo las acciones que nos proponemos. -Sentirnos orgullosas y orgullosos de nuestros logros.
AFIRMACIONES: -Soy lo que quiero ser. -Yo puedo moldear mi personalidad. -El pasado se fue y no volverá. -Puedo cambiar aquí y ahora. -Yo decido que hacer con mi vida. -Estoy al pendiente de mis pensamientos. -Cualquier pensamiento negativo sobre mí es falso. -Soy como quiero ser. -Mi poder es ilimitado. -Hoy dejo salir mi potencial. -Quiero ser yo mismo. -Cuido de mi salud. -Soy bueno, honesto y trabajador. -Soy el dueño de mi vida -Mis pensamientos construyen mi realidad. -Soy lo que decido ser. -Hoy puedo decidir ser mejor. -Soy digno de amor. -Los demás me aceptan como soy. -La gente disfruta de mi compañía. -Soy inteligente. Autoestima: “Mi encuentro” pág 30 -Soy trabajador. -Soy capaz. -Me amo, por eso me hago responsable de mi vida. -Puedo perdonar. -Estoy mejorando mi forma de ser. -La vida quiere darme todo lo que deseo. -Confío en los demás. -Si yo estoy bien, ¡Todo está bien!
YO QUIERO, YO PUEDO, ¡LO VOY A LOGRAR! La respuesta a todos nuestros problemas grandes o pequeños, están dentro de nosotros mismos. ¿Hay algo que te gustaría hacer o ser y que te haya faltado mucho por realizarlo? ¿Has fracasado en tu deseo de expresar la vida o de hacer lo que sientes que realmente eres en el control de tu mundo? La respuesta a esto y el poder de resolverlo está dentro de ti mismo, está en la realización de querer y de lo que eres. Emerson en su ensayo “Confianza en sí mismo” dice: “Aunque el ancho universo esté lleno de bien, ningún grano de maíz nutritivo llegará hasta él si no es por medio del trabajo de alguien ejecutado en esa parcela de terreno que le es dado para cultivar. El poder que reside en cada hombre es nuevo en la naturaleza, y nadie sino cada uno sabe lo que con él puede hacer hasta que lo haya ensayado”. Nosotros creemos algo de nosotros mismos y por esto estamos plantando semillas de pensamiento en nuestro suelo subconsciente. Estas semillas se desarrollarán en una forma marcada por el patrón dentro de la semilla. Las semillas de malas hierbas producen malas hierbas y las de vegetales llegan a ser vegetales. Los pensamientos negativos de enfermedad, pobreza e infelicidad si se les deja echar raíces se convierten en experiencias de su clase. Debemos sembrar semillas de pensamiento positivo y aprender a trabajar y a cultivar las plantas de modo que den frutos de experiencia sana. Nuestras ideas, creencias e imágenes mentales son las semillas y se reproducirán de acuerdo a su clase. Cuando decimos: “Yo soy desafortunado” o “Yo estoy enfermo” estamos, sin darnos cuenta, haciéndonos daño. Si decimos y creemos “Yo soy un fracaso”, inconscientemente estamos formándonos una imagen mental de fracaso y el poder creador de esas imágenes procede a realizar esa imagen. Ningún hombre triunfante pensó y dijo alguna vez que él era un fracaso. En lugar de identificarnos con ideas negativas aprendamos a hacerlo con ideas positivas, pues llegaremos a ser aquello con lo cual nos identificamos. Debemos identificarnos con el más alto ideal que conozcamos y podamos comprender. Sabiendo esto yo tengo la inteligencia y el poder de decir: “Yo soy, yo puedo, yo quiero”. Siempre que tengamos un problema sigamos estos tres pasos mentales. Autoestima: “Mi encuentro” pág 31 Cuando lo aceptamos, encontramos que la situación que se nos presenta no es un obstáculo sino un estímulo.
AFIRMACIONES: -Soy como quiero ser. -Soy único. -Puedo lograr lo que me propongo. -El pasado se fue y no volverá. -Nada influye en mi forma de ser. -Yo controlo mis pensamientos. -Soy lo que quiero ser. -Soy libre. -Estoy bien como soy. -Aprendo de mis errores. -Ser imperfecto está perfectamente bien. -Hago siempre lo mejor que puedo. -Me caigo bien. -Tomo buenas decisiones. -Confío en mi realización. -Soy bueno. -Me gusto. -Gusto a los demás. -Mis seres queridos me admiran. -El cambio se logra aquí y ahora. -Me permito ser más yo. -Mi vida es valiosa. -Todo está bien en mi vida. -Dejo ir el rencor. -Dejo ir el pasado. -Me cuido porque me quiero. -Lo que hago es valioso. -Valoro mis momentos presentes. -Disfruto de la vida. -Soy importante. -Cuido de mis cosas. -Puedo amar libre y plenamente. -Soy honrado. -Disfruto de lo que hago. -¡Qué suerte tengo de ser yo mismo! “Me siento profundamente realizado con todo lo que hago” Autoestima: “Mi encuentro” pág 32
EL PODER DE LA AUTOESTIMA EN EL LUGAR DE TRABAJO “Me siento profundamente realizado con todo lo que hago”. La autoestima puede ser el recurso psicológico más importante que tenemos para ayudarnos a afrontar los desafíos del futuro. Estos son especialmente evidentes en el lugar de trabajo, donde empieza a verse claramente que la autoestima no es un lujo emocional sino un requisito para la supervivencia. Las investigaciones recientes contribuyen a esclarecer el importante rol que juega la autoestima en nuestra capacidad para asumir riesgos, adquirir nuevas aptitudes, ser creativos, recibir realimentación, relacionarnos con los demás con justicia y benevolencia, ser productivos y positivos. Necesitamos cultivar estos rasgos tan importantes para funcionar realmente bien en nuestras familias, organizaciones y comunidades. Hemos llegado a un momento de la historia en el que la autoestima, que siempre ha sido una necesidad psicológica para la supervivencia sumamente importante, también es una necesidad económica para esa supervivencia. Hemos sido testigos de la transformación de una sociedad industrial a una sociedad de información y de una economía interna a una global. Vivimos en una época de cambios extraordinariamente rápidos, de adelantos científicos y psicológicos fabulosos. El trabajo físico se está convirtiendo en una parte cada vez más pequeña de la actividad económica; el intelectual está creciendo. Este es el momento del trabajador del conocimiento. Deben desarrollarse nuevas técnicas de administración que sean apropiadas para dirigir una fuerza de trabajo mejor educado, más independiente y creativo. Incluso los psicoterapeutas y asesores necesitan tener más conciencia de estos temas, ya que ven cada vez más pacientes con estrés relacionado con el trabajo. Los desarrollos en el lugar de trabajo en esta época de cambio acelerado, elecciones y desafíos exigen una mayor capacidad de innovación, autonomía, responsabilidad personal e independencia, todas ellas cualidades de la autoestima positiva. Branden, (1997), menciona que EL TRABAJO PRODUCTIVO es cualquier actividad con un fin determinado, que implique la mente, la fuerza y la capacidad de prestar servicio a los propósitos de la vida: desde cavar una Autoestima: “Mi encuentro” pág 33 zanja, conducir un tractor, diseñar un edificio y llevar adelante un negocio, hasta emprender una investigación científica. Cada logro es un valor en sí mismo, pero cada nuevo paso también nos abre un espectro de acción y logro de objetivos más amplio, creando la necesidad de su realización. La supervivencia exige un crecimiento y creatividad constantes. No existe un límite final y definitivo. El amor, la amistad, el ocio, la diversión, constituyen elementos vitales para una existencia completa. Pero si no descubrimos la necesidad y el placer de utilizar nuestra capacidad productiva y creativa, nos perderemos una de las más valiosas recompensas con la que cuenta nuestra especie: nos privaremos de una de las grandes experiencias específicamente humanas. El primer placer de generación propia en la vida de una persona es el placer de la sensación de control. Cuando un niño aprende a mover su cuerpo, a gatear, a caminar, a golpear una cuchara contra una mesa para producir un sonido, a hacer construcciones con bloques, a pronunciar palabras, el placer que muestra es el de un organismo viviente que adquiere poder sobre su propia existencia. El logro productivo es una consecuencia y expresión de la alta autoestima y no su causa fundamental. Quizás una persona con mucho talento y eficiente en su trabajo, pero irracional e irresponsable en su vida privada, desee desesperadamente creer que el único criterio de virtud es la realización productiva, que ninguna otra esfera de acción tiene importancia desde el punto de vista moral o de la autoestima. Quizá se escude en el trabajo para evadir los sentimientos de vergüenza y culpa emergentes de otras áreas de su vida, de manera que el logro productivo se transforme, ya no en una sana pasión, sino en un valor de defensa, en una estrategia de evitación, en un refugio de la realidad y del juicio del propio yo. Es más, si una persona comete el error de identificar el sí-mismo como su trabajo, con sus logros, éxitos o ingresos, o con ser un buen cabeza de familia, las circunstancias económicas que escapen al control del individuo y lo conduzcan al fracaso en un negocio o la pérdida de un trabajo, también pueden llevarlo a la depresión o a una gran desmoralización. Uno de los errores más comunes que cometen las personas de baja autoestima con respecto a las personas de elevada autoestima es suponer que éstas siempre se sienten contentas, seguras, que nunca se sienten ni ansiosas ni desmoralizadas, que no conocen la Autoestima: “Mi encuentro” pág 34 angustia y la desesperación, y que siempre están seguras de lo que hacen. No todas las angustias son angustia de la autoestima, y no siempre la desesperación tiene que ver con dudar del valor personal. Poseer una sana autoestima no significa ser inmune a las vicisitudes de la vida o al dolor de la lucha. Una de las formas del heroísmo psicológico es la voluntad de tolerar la ansiedad y la inseguridad en la búsqueda de nuestros valores, seas éstos objetivos del trabajo, el amor de otro ser humano, la educación de los hijos o la madurez personal. La persona de alta autoestima incluso puede encontrar placer en la lucha, a pesar de todos los sentimientos desagradables que pueden surgir; la gente de alta autoestima tiende a preservar un punto espiritual que permanece intacto, incluso frente a su propio sufrimiento. Una de las actitudes más importantes que diferencia a los individuos de alta autoestima de aquellos de baja autoestima consiste en aceptar el proceso de la lucha como parte de la vida, aceptarlo todo, incluso los peores momentos de angustia (lo cual implica la motivación por el amor, en vez de motivación por la inseguridad). El deseo de evitar el miedo y el dolor no representa el motivo que rige las vidas de los hombres y mujeres muy evolucionados. El móvil, en cambio es la fuerza en la vida intrínseca que impulsa su única forma de expresión: la realización de valores personales. Si te encuentras trabajando en un empleo que no te agrada, si quieres cambiar tu puesto, si tienes problemas en el trabajo y sino tienes empleo, la mejor manera de manejarlo es la siguiente: empieza por bendecir tu puesto actual con amor. Date cuenta de que sólo es un trampolín en el camino. Te encuentras en donde estás debido a tus propios patrones de pensamientos. Si “ellos” no te están tratando como te gustaría que te trataran, entonces hay un patrón en tu conciencia que está atrayendo este comportamiento. De modo que, en tu mente, examina tu empleo actual o el último empleo que tuviste y comienza a bendecir todo con amor –el edificio, el elevador o las escaleras, los cuartos, los muebles y equipo, la gente para quien trabajas. Empieza a afirmar: “Siempre trabajo para los jefes más maravillosos”. “Mi jefe siempre me trata con respeto y cortesía”, y “Mi jefe es generoso y es muy fácil trabajar con él”. Todo esto estará contigo toda la vida y cuando seas jefe, tú también serás así. Tu conciencia te colocó donde te encuentras ahora. Tu conciencia te mantendrá allí o te elevará a un mejor puesto. De ti depende. Autoestima: “Mi encuentro” pág 35
CONFIAR EN USTED MISMO El significado más importante de la autoestima es la confianza en su propia mente, en sus propios procesos intelectuales. En consecuencia, la confianza en su capacidad de aprender, de juzgar, de decidir. Para los seres humanos, la mente o conciencia es el medio básico de supervivencia en el que confiamos para mantenernos en contacto con la realidad y orientar nuestro comportamiento de forma apropiada. Esta es la forma primaria como podemos considerar a la autoestima como una necesidad de supervivencia. Un individuo que desconfía de su propia mente está en grave desventaja para enfrentarse a las elecciones y opciones que presenta la vida. Considere a la autoestima positiva como el sistema inmunológico de la conciencia, que proporciona resistencia, fuerza y capacidad de regeneración para enfrentar los desafíos de la vida. Para alimentar nuestra autoestima necesitamos buscar formas de satisfacer nuestras necesidades físicas, emocionales, intelectuales y sociales. Alimentar nuestra autoestima es una manera de “consentirnos a nosotros mismos”, a la vez que buscamos nuestro bienestar físico y mental. Esto significa que las actividades que favorecen nuestra autoestima y desarrollo personal no perjudican nuestra salud, no ponen en riesgo nuestra seguridad y además de beneficiarnos a nosotros como personas beneficiarán nuestro medio social. Todas las personas requerimos alimento en el sentido amplio del término: además de comida y las vitaminas que conocemos, debemos procurarnos alimento físico (“Mente sana en cuerpo sano”), social (convivencia con otros), emocional (consentirnos y darnos oportunidad de sentirnos bien), e intelectual (aprender por el placer de aprender no por obligación), para crecer y desarrollarnos de manera personal; de ahí el antiguo dicho: “No solo de pan vive el hombre”.
AFIRMACIONES: -Si me acepto como soy, acepto a otros. -Todos hacemos lo mejor que podemos. -La gente es buena. -Puedo dar y recibir amor. -Prefiero ver lo positivo. -Veo lo bueno en mí y en otros. -Tengo confianza en la humanidad. -Hay en cada ser humano un ser digno de amor. -Puedo entender, puedo perdonar. Autoestima: “Mi encuentro” pág 36 -Hoy dejo ir el rencor y la culpa. -Yo moldeo mis relaciones. -Me gusta dar y recibir. -Creo en la gente, creo en mí. -Estamos progresando juntos. -Dejo ir la envidia. -Yo trabajo por lo que quiero. -Me gusta la gente. -La gente reconoce mi bondad. -Soy cálido y amable. -Prefiero ser compasivo. -Siento compasión por los demás. -Me gusta ayudar. -Puedo pedir ayuda cuando lo necesito. -Mis relaciones mejoran cada día. -Lleno mi vida de amor. -Antes de juzgar me pongo en el lugar de los demás. -Prefiero ver lo bueno y lo positivo. -Siento amor por mí y por los que me rodean. -Dejo de exigir y de exigirme. -La gente es hermosa. -Prefiero ser comprensivo. -Soy cariñoso. -Elijo ser solidario. -Los demás cooperan conmigo. -Mis faltas han sido perdonadas. -Dejo ir la culpa. -Nada tengo que demostrarle a nadie. -Puedo ser feliz. -Me gusta compartir.
LA CAPACIDAD DE TOMAR DECISIONES Estudios realizados entre ejecutivos sugieren que una de las principales causas del fracaso es la incapacidad para tomar decisiones. Esa incapacidad se debe a una autoestima con problemas, a la desconfianza en la propia mente y juicio. En muchas situaciones, debe obtenerse y analizarse mucha información a fin de que los gerentes tomen decisiones acertadas, y lo que aportan los demás es un factor que contribuye a ello. Se ha escrito mucho acerca del valor de tomar decisiones “equilibradas”, pero eso debe significar algo más que reunir adhesiones. La búsqueda de consenso puede en realidad desviarnos de elecciones innovadoras. Autoestima: “Mi encuentro” pág 37
PAUTAS PARA TOMAR DECISIONES A mi juicio, el tomar decisiones se refiere a observar el contexto más amplio posible en el momento de hacerlo. Se trata de preguntarse: 1. ¿Cuáles son todos los factores que, presumiblemente, pueden atañer a mi decisión? 2. ¿Cuáles son todas las consecuencias predecibles de mi decisión? 3. ¿Quién puede verse afectado y cómo? En otras palabras, una persona muy consciente busca la mayor cantidad de aportaciones relevantes que pueda encontrar para orientar el proceso de tomar decisiones. No se trata de mi decisión versus la de otra persona. Es una cuestión de respeto por los hechos, de respeto a la verdad. Uno de los distintivos de la autoestima positiva s una fuerte orientación hacia la realidad y luego la confianza en que su mente tomará la decisión correcta. En algunos contextos la autoestima positiva incluye o, aun exige, las aportaciones de otras personas, aunque esto no implica necesariamente realizar encuestas de opinión. Alguien puede estar muy adelantado al resto de personas involucradas y ver cosas que otros no pueden ver. Los hermanos Wrigth, por ejemplo, no se molestaron en realizar una encuesta. El modelo del consenso en la toma de decisiones tiene su lugar, pero depende en alguna medida de la capacidad de los innovadores o visionarios para lograr que se comprendan sus ideas. Algunos no pueden explicar su visión de forma suficientemente clara como para obtener el respaldo para la que podría ser la mejor decisión. Algunas ideas muy importantes se pierden debido a esta incapacidad. Un nivel alto de autoestima es de inestimable valor para que un innovador logre llevar adelante el nuevo producto o técnica o método de gerencia. La responsabilidad de nosotros mismos es claramente indispensable para la autoestima positiva. Si eludimos ese compromiso nos transformamos en víctimas de nuestras propias vidas. Nos deja impotentes. Fortalece a unos mismo el declarar (¡y proponérselo!): “Soy responsable del cumplimiento de mis deseos y metas.” “Soy responsable de mis elecciones y acciones.” “Soy responsable de cómo me relaciono con las personas.” “Soy responsable del nivel de conciencia y atención con que afronto mi trabajo.” “Soy responsable de las decisiones según las cuales vivo.” “Soy responsable de mi felicidad personal.” AFIRMACI0NES: (Cambiar la programación en tu mente, sigue el ejemplo) -Eres una buena persona. Sí, soy una buena persona. Autoestima: “Mi encuentro” pág 38 -Eres amable. -Eres confiable. -Eres simpático. -Eres alegre y positivo. -Estás lleno de energía. -Eres muy especial. -Estás lleno de amor. -Eres lo máximo. -Eres muy agradable. -Eres seguro de ti mismo. -Eres admirable. -Eres emprendedor. -Estás lleno de bondad. -Eres exitoso. -Eres creativo. -Estás saliendo adelante. -Te gusta sobresalir. -Eres valiente. -Eres fuerte. -Eres considerado con los demás.
ACERCARSE A LOS DEMAS CON ESPÍRITU BENEVOLENTE Las personas que están felices de ser como son, que confían en sí mismas y que están en paz con ellas mismas, son libres emocional y psicológicamente para acercarse a los demás con espíritu benevolente. Quienes tienen una autoestima positiva tienden a generar cooperación, entusiasmo compartido y consenso más fácilmente que aquellos que dudan más de sí mismos, son inseguros y piensan en términos de un modelo de relaciones humanas del tipo yo versus tú, ganador/perdedor. Ya sea que se piense en las personas en el contexto de una organización grande o de sus propias vidas, las que confían en sí mismas suelen tratar a los demás con mucho más respeto y benevolencia que aquellas que no lo hacen, con resultados predecibles en cuanto a su capacidad de lograr consenso. Cuando nuestras interacciones humanas tienen dignidad, las gozamos más; y cuando nosotros manifestamos dignidad, nos gustamos más a nosotros mismos. Cuando nos comportamos de maneras que sostienen la autoestima de los otros, sostenemos la nuestra. ¿Qué le da una persona a otra? Da de si misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él –da de su alegría, de su interés, de su comprensión, de su conocimiento, de su humor, de su tristeza-, de todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él. Al dar así su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el Autoestima: “Mi encuentro” pág 39 fin de recibir; dar es de por si una dicha exquisita. Algo nace en el acto de dar; y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. Si deseamos nutrir la autoestima de otra persona, hemos de relacionarnos con ella desde nuestra visión de lo que merece y lo que vale, proporcionándole una experiencia de aceptación y respeto. Si tenemos el coraje de permitir que los demás vean nuestro entusiasmo o nuestra pasión, implícitamente les estamos comunicando que la pasión es un valor y que ellos no deberían reprimir la suya. Si les dejamos que vean con qué pasión perseguimos nuestras metas, transmitimos implícitamente nuestra aprobación de su aptitud para afanarse apasionadamente por alcanzar una meta. Si honramos con orgullo nuestros valores e intereses, señalamos a los demás que tienen derecho a honrar los suyos. Si tenemos integridad de ser quienes somos, podemos inspirar esa integridad en los demás. Y así, al honrar al sí-mismo, ayudamos a construir una comunidad de personas con una saludable autoestima. El individuo no es el adversario de la comunidad, sino su pilar más vital.
LA CONVICCIÓN DE QUE SOMOS DIGNOS DE ÉXITO “Cada experiencia es un éxito” Esto se relaciona también con el componente de dignidad de la autoestima, esa convicción de que somos dignos y merecemos éxito, felicidad, confianza, respeto y amor. Toda la vida consiste en perseguir valores. Para ello tengo que valorar al último beneficiario, es decir a mí mismo. Si en mi interior no me siento digno de éxito o felicidad, lo más probable es que no los alcance y si lo hago seguramente no los disfrute. Solemos ver a personas que trabajando se sienten capaces pero no dignas. En consecuencia, trabajan y trabajan y nunca se sienten con derecho a descansar y disfrutar de lo que han hecho. Los que dudan de su eficacia y dignidad tienden a experimentar temor hacia otras personas y, en consecuencia, pueden llegar a caer en relaciones de enemistad con ellas. Perciben a los demás como una amenaza. Si por el contrario, confiamos en nuestra eficacia y dignidad, tendremos menos posibilidades de caer en una mentalidad del tipo “yo versus tú”. Es más probable que formemos relaciones cooperativas y que seamos hábiles para crear consenso. El arte de ser es el arte de conocernos, de aceptarnos, de vivir en armonía con nosotros mismos y de desarrollar, en la práctica, las más altas posibilidades de nuestra Autoestima: “Mi encuentro” pág 40 naturaleza. Incluye tres conceptos básicos: la conciencia de sí mismo, la auto aceptación y la afirmación personal. La conciencia de sí mismo, se refiere al conocimiento de las continuas necesidades, deseos, emociones, valores, aspiraciones, capacidades, estados mentales y comportamientos que experimentamos. Con el auto aceptación sobreviene el deseo de experimentar, en vez de ignorar, cualquiera que sea la realidad de nuestra existencia en un momento dado. La auto aceptación es mi negativa a establecer una relación de oposición conmigo mismo. La afirmación personal afianza nuestra relación con la realidad, ya que expresamos nuestra vida interior a través de palabras y acciones. La afirmación personal implica respetar las propias necesidades, el propio juicio, de la misma manera en que respetamos nuestros valores y reconocemos que para vivir plenamente es necesario traducir el sí-mismo en acción. Creo que tenemos derecho de ir de éxito en éxito a lo largo de nuestra vida. Si no lo estamos logrando, no estamos sintonizados con nuestras habilidades innatas, o no creemos que esto sea cierto para nosotros o no reconocemos nuestros éxitos.
DESAFIAR, ESTIMULAR Y EXIGIR La autoestima trae consigo la sensación de control sobre nuestra propia existencia. Tenemos una brújula interior que nos guía y marca nuestra dirección, de manera que sentimos el centro del control de nuestro interior, en lugar de creer que se encuentra en cualquier lugar del mundo exterior. Por el contrario, una persona con una autoestima baja se siente fundamentalmente bajo el control de los acontecimientos externos, es decir, las decisiones y las acciones de los demás. Esta diferencia en la manera de vivir es un reflejo del grado en que la mujer actúa por su propia intención consciente. Los estudios sugieren que obtenemos lo mejor de las personas cuando les pedimos algo más de lo que piensan que pueden dar. En otras palabras, les exigimos. Fijemos nuestras miras altas pero no tantas que resulten paralizantes. Creo que el mismo principio puede aplicarse a nosotros mismos. La expectativa positiva puede ayudar a las personas a ver más allá de sus propias limitaciones. Realmente no hay atajos hacia la autoestima positiva; no podemos engañar a la realidad. Si no vivimos de forma consciente, auténtica, responsable y con integridad, Autoestima: “Mi encuentro” pág 41 podremos tener éxito, ser populares, ricos y pertenecer a todos los clubes adecuados, pero sólo tendremos pseudo autoestima. La autoestima es siempre una experiencia íntima; es lo que pensamos y sentimos con respecto a nosotros mismos, no lo que otra persona piensa y siente con respecto a nosotros. La autoestima es realmente la reputación que obtenemos ante nosotros mismos.
EL IMPACTO DE LA AUTOESTIMA Debemos recordar que la autoestima no es una determinación por el éxito mundano, el aspecto físico, la popularidad o cualquier otro valor que no se halle directamente bajo el control de nuestra voluntad. Más bien, dependen de nuestra racionalidad, honestidad e integridad, que son procesos volitivos, operaciones de la mente de las cuales somos responsables. El siguiente ejercicio de completar oraciones lo ayudará a ubicar bien en qué lugar se halla, en este aspecto, en el presente. En verdad, este ejercicio y los posteriores le informarán bastante bien en qué medida absorbió el curso hasta ahora, y quizá le señalen los puntos que necesita elaborar más. Si considero los criterios con los que me juzgo a mí mismo... Si nadie más que yo puedo proporcionarme una buena autoestima... Si quisiera comprender de qué depende la autoestima... Una de las cosas que puedo hacer para elevar mi autoestima es... Ya que la autoestima positiva es el sentimiento, la experiencia y la convicción de ser apto para la vida y sus desafíos, y ya que nuestra mente es nuestra herramienta básica de supervivencia, el pilar central de una autoestima saludable es la política de vivir conscientemente (lo cual incluye racionalidad, honestidad e integridad). Vivir conscientemente es vivir responsablemente hacia la realidad, con respeto por los hechos, el conocimiento y la verdad, con la intención de generar un nivel de percatamiento apropiado a nuestras acciones. Si me permito entender el significado de vivir conscientemente... Si todavía no estoy plenamente preparado para vivir conscientemente... Si estuviera dispuesto a entender lo que hago cuando actúo... Si estuviera dispuesto a ver lo que veo y saber lo que sé... Autoestima: “Mi encuentro” pág 42 El auto aceptación es un rechazo a negar o desestimar cualquier aspecto del símismo: nuestros pensamientos, emociones, recuerdos, atributos físicos, subpersonalidades o acciones. El auto aceptación es la negativa a mantener una relación de rivalidad con nuestra propia experiencia. Es la base de todo crecimiento y de todo cambio. Es, en su sentido último, el coraje de ser para nosotros mismos. El nivel de nuestra autoestima no puede ser más alto que el nivel de nuestro auto aceptación. A medida que aprendo a aceptarme... Una de las cosas que necesito aprender a aceptar es... A medida que dejo de combatirme... A medida que aspiro mis sentimientos en lugar de resistirme a incorporarlos... A medida que aprendo a admitir mis acciones como propias... Comienzo a percatarme de... Para proteger nuestra autoestima, es menester que sepamos evaluar nuestra conducta de la manera apropiada. Esto incluye, primero, tener la certeza de que los parámetros con los cuales juzgamos son verdaderamente nuestros, no meramente los valores de los demás, con los cuales nos sentimos obligados a aparentar que estamos de acuerdo. Segundo, necesitamos efectuar nuestras evaluaciones con una actitud no sólo de honestidad sino de compasión –una voluntad de considerar el contexto y las circunstancias de nuestras acciones, así como las opciones o alternativas que percibimos como accesibles-. En aquellos asuntos en los que nos sintamos verdadera y justificadamente culpables, es preciso que tomemos las medidas específicas para resolver la culpa en lugar de limitarnos a sufrir pasivamente. Si vivir con culpa es una claudicación... Si estuviera dispuesto a perdonarme... A medida que trato de comprender por qué actúo como actúo... A medida que aprendo a vivir según mis propios parámetros... Debemos aprender a no disculparnos nunca por nuestras virtudes, ni reprocharnos por ellas, ni tratar de desestimarlas. Debemos tener el coraje de reconocer nuestros puntos fuertes y nuestros aciertos. De otro modo, inevitablemente traicionamos a nuestra autoestima. Si me niego a disculparme por mis virtudes... Si soy honesto con respecto a mis aciertos... Si disfruto de mí mismo... Si admito que me gusto a mí mismo... Es necesario que reconozcamos a nuestros sub-sí-mismos o sub-personalidades, que nos hagamos amigos de ellos, dialoguemos con ellos y, en definitiva, que los admitamos, para poder sentirnos enteros, no divididos, sino integrados. A medida que aprendo a admitir a mi sí-mismo niño... Autoestima: “Mi encuentro” pág 43 A medida que aprendo a admitir a mi sí-mismo adolescente... Si desestimo a la persona que fui alguna vez... Si me hago amigo de todas las partes de mí mismo... Estoy comenzando a ver que... Necesitamos vivir activa y no pasivamente, asumir la responsabilidad de nuestras elecciones, sentimientos, acciones y bienestar –asumir la responsabilidad del cumplimiento de nuestros deseos- para así hacernos responsables de nuestra propia existencia. Como la independencia, la productividad es una virtud básica de la autoestima, y el trabajo es una de las formas prácticas de manifestar la auto responsabilidad. Si me hago plenamente responsable de mis acciones... Si me hago plenamente responsable de las cosas que digo... Si insisto en culpar a los demás... Si insisto en verme como una víctima... Si acepto que sólo yo puedo lograr mi felicidad... La auto confianza y el auto respeto se sostienen viviendo auténticamente. En esto consiste el coraje de ser quienes somos, preservando la coherencia entre nuestro sí-mismo interior y el sí-mismo que presentamos al mundo. En sentido literal, significa vivir auto afirmativamente; que manifestemos al mundo aquello que pensamos, valoramos y sentimos. No nos entregamos al submundo de lo inexpresado y de lo no vivido. A medida que aprendo a ser más sincero acerca de lo que pienso y siento... A medida que aprendo a ser sincero acerca de mis deseos... Cuando pienso en algunas de las mentiras según las cuales he vivido... Cuando esté preparado para abandonar esas mentiras... Si necesito tiempo para aprender a vivir con integridad... Si estuviera dispuesto a darme el tiempo que necesito para aprender... Si estuviera dispuesto a comunicar a la gente lo que siento por dentro... Si estuviera dispuesto a mostrar a la gente quién soy... A medida que aprendo a ser sencillamente yo mismo... Al apoyar la autoestima de los otros, apoyamos la nuestra. Así, el vivir con benevolencia sirve a la autoestima. Si trato a los demás con respeto y benevolencia... Si ofrezco a los otros la buena voluntad que pretendo de ellos... Si me permito comprender lo que he estado leyendo... Autoestima: “Mi encuentro” pág 44 Si acepto que quizás aún no esté preparado para absorber todos estos conocimientos... Si me doy permiso para crecer a mi propio ritmo... Si éste es el comienzo de una gran aventura... Necesitamos comprender que, como ideal ético, psicológico, la autoestima implica y presupone el supremo valor de una vida individual. Descansa sobre una visión moral que ve en cada persona un fin en sí misma y –en oposición a la doctrina de la autorrenuncia y el auto sacrificio- defiendo como principio rector el interés racional por uno mismo. Si no vivo para servir a los otros... Si los otros no viven para servirme... Si mi vida me pertenece a mí... Si realmente tengo derecho a existir... Si el auto sacrificio no me brindara la autoestima... Si hace falta coraje para ser honorablemente egoísta... Comienzo a percatarme de... ¿Cómo podemos elevar nuestra autoestima? Practicando estas conductas. Viviendo conscientemente, aceptándonos a nosotros mismos, con responsabilidad, autenticidad, benevolencia e integridad. Además, a medida que usted crezca en autoestima: -Su rostro, sus gestos y su manera de hablar y de moverse tenderán naturalmente a proyectar el placer que le causa estar vivo. -En algún momento notará que es más capaz de hablar de sus logros o de sus imperfecciones de manera directa y honesta, puesto que mantendrá una buena relación con los hechos. -Quizás descubra que se siente más cómodo al dar y recibir elogios, expresiones de afecto, aprecio, etc. -Tenderá a estar abierto a la crítica y a sentirse bien al reconocer equivocaciones, pues su autoestima no está atada a una imagen de “perfección”. -Sus palabras y movimientos tenderán a ser desenvueltos y espontáneos, ya que usted no está en guerra con usted mismo. -Habrá cada vez más armonía entre lo que usted diga y haga, y su aspecto, su modo de hablar y de moverse. -Descubrirá que tiene una actitud cada vez más abierta y curiosa hacia las ideas y experiencias nuevas, las nuevas posibilidades que le ofrece la vida, puesto que para usted ésta se ha convertido en una aventura. -Los sentimientos de angustia o inseguridad, si se presentan, tendrán menos posibilidades de intimidarlo o abrumarlo, ya que manejarlos y elevarse por encima de ellos le parecerá más fácil. Autoestima: “Mi encuentro” pág 45 -Es muy probable que descubra que disfruta de los aspectos risueños de la vida, en usted y en los otros. -Será más flexible al responder a situaciones y desafíos, movido por un espíritu de inventiva e incluso una capacidad lúdica, ya que confía en su mente y no ve la vida como una fatalidad o una derrota. -Se sentirá más cómodo con una conducta enérgica (aunque no beligerante); será más rápido para defenderse y hablar por usted mismo. -Tenderá a preservar la armonía y la dignidad en situaciones de estrés, ya que cada vez le resultará más natural sentirse centrado. ¿Sufrirá cambios en su vinculación con la gente, el trabajo y las actividades recreativas? Será casi inevitable. ¿Conocerá momentos de conflicto, crisis, decisiones difíciles? Desde luego; son intrínsecos a la vida. ¿Se sentirá dueño de mayores recursos para responder a esos desafíos? Rotundamente sí. Incluso en el nivel físico, pueden producirse cambios notables a medida que desarrolla su auto confianza y su auto respeto: -Sus ojos se volverán más alertas, brillantes y vivaces. -En algún momento su rostro se tornará más relajado y (salvo en caso de enfermedad) tenderá a mostrar un color natural, más en línea con su cuerpo. -Su mandíbula tenderá a estar más relajada. -Sus manos tenderán a estar más relajadas, elegantes y tranquilas. -Sus brazos tenderán a pender de una forma natural y relajada. -Su postura tenderá a ser relajada, erecta, bien equilibrada. -Su modo de caminar será resuelto (sin ser agresivo ni arrogante). -Su voz tenderá a adquirir modulaciones adecuadas a las diversas situaciones, y su pronunciación será clara. Lo más probable es que exhiba estos rasgos cada vez en mayor medida, como se ha observado en hombres y mujeres que gozan de una alta autoestima, en los cuales se nota la presencia de estas características físicas, así como de las psicológicas mencionadas antes. Hay que recapacitar en lo siguiente: a) Tus pensamientos afectan tu estado de ánimo y hasta la forma en que reacciona tu cuerpo. b) Tus creencias, reales o imaginarias afectan tus pensamientos.. c) Cualquier cosa que imaginas es real para ti y reaccionas como si fuera tal. No importa cual sea la realidad, tú actúas conforme a lo que pasa, sino a lo que tú crees que pasa. El aumento de la autoestima torna las cosas diferentes. Cuando usted tenga claro en qué consiste esa diferencia, sabrá que obtenerla vale la pena. Y al comprometerse a realizar el viaje, descubrirá que el viaje ha comenzado. Autoestima: “Mi encuentro” pág 46
CONCLUSIÓN La autoestima es una evaluación de mi mente, mi conciencia y, en un sentido profundo, de mi persona. No se trata de una evaluación de determinados éxitos o fracasos, tampoco de determinados conocimientos o habilidades. Es decir, puedo estar muy seguro de mí mismo en el nivel fundamental, y sin embargo sentirme inseguro de mis capacidades en situaciones sociales específicas. De la misma manera, puedo desenvolverme bien en el trato social y, aun así, ser inseguro y dubitativo en mi interior. La autoestima es contagiosa. Trata siempre de tener una persona de apoyo, alguien en quien confiar, con quien compartir tus logros. Más aún, puedo ser amado por todo el mundo y no amarme a mí mismo. Puedo ser mundialmente admirado y, sin embargo, no admirarme. Puedo considerarme brillante, pero yo pensar que soy intelectualmente nulo. La autoestima es amor. Cuando aprendemos a querernos a nosotros mismos, estamos listos para querer a los demás y a los que nos rodean. Puedo ser una persona de grandes éxitos y aun así sentirme un fracaso, por no haber cumplido mis propias expectativas. La autoestima es auto descubrimiento. Cuando tenemos autoestima descubrimos nuestro interior, esto nos da la base para conocer quiénes somos y cuáles son nuestras capacidades; nuestro verdadero “yo” sale a flote. Sentirse competente para vivir significa tener confianza en el funcionamiento de la propia mente. Sentirse merecedor de la vida quiere decir tener una actitud afirmativa hacia el propio derecho de vivir y ser feliz. La autoestima es cósmica. Sí, es cósmica porque todo el potencial del universo está dentro de nosotros mismos. Todo ser humano lleva dentro un universo, sólo es cuestión que busquemos en nosotros esa grandeza. El primer paso que tiene que dar cualquier persona que pretenda superarse o desarrollar al máximo su potencial o mejorar cualquier aspecto de su vida, es el aceptarse Autoestima: “Mi encuentro” pág 47 tal y como es; Darse cuenta que lo que es en este momento es el resultado de su historia, de una serie de circunstancias que rodearon su infancia y de las decisiones que ha tomado hasta ahora. Ya es tiempo de ser tu amigo y no tu enemigo, deja atrás las exigencias, las comparaciones, la frustración, la tristeza, el rencor y todo lo que detiene tu desarrollo. Es tiempo de quererte mucho y de reconocer que tú tienes el poder de estar más feliz, más satisfecho, más en paz. Llegó el momento de reconocer que nadie lo hará por ti, nadie te dará lo que quieres o lo que necesitas, todo depende de ti y de cuánto te quieras. Haz todo lo que puedas para que tu cambio transformacional sea una alegría y un placer. ¡Diviértete
|
|
|
|