Publicado por: gasparin007
Asunto: Re: PARA LA JOVEN LINDA QUE SONRIE
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LAS.QUEMADURAS.
Las quemaduras son un riesgo presente en todo hogar; un niño puede quemarse por lavarse con agua demasiado caliente o por derramar una taza de café. En realidad, las quemaduras, en especial las escaldaduras provocadas por agua y líquidos calientes, son uno de los accidentes infantiles más comunes. Los bebés y los niños son más vulnerables que los adultos porque son curiosos, pequeños y su piel sensible necesita más protección.
Si bien las quemaduras leves no representan un problema serio y es posible tratarlas sin riesgos en el hogar, las quemaduras más graves requieren atención médica. Pero, muchas veces, se pueden evitar las quemaduras tomando algunas sencillas precauciones para hacer de la casa un lugar más seguro.
Causas comunes
La primera medida para ayudar a evitar las quemaduras en los niños es conocer las causas más comunes:
escaldaduras, la principal causa (provocadas por vapor, un baño caliente, tazas de café que se vuelcan, líquidos de cocción, etcétera)
contacto con fuego u objetos calientes (estufas, hogares de leña, rizadores para el cabello, etcétera)
quemaduras provocadas por sustancias químicas (causadas por la ingestión de productos tales como limpiadores de cañerías o pilas de relojes; o por la salpicadura de sustancias químicas, como blanqueador, sobre la piel)
quemaduras por exposición a la electricidad (causadas por morder cables o colocar los dedos u otros objetos en los tomacorrientes, etcétera)
exposición excesiva al sol
Tipos de quemaduras
Las quemaduras suelen clasificarse en quemaduras de primero, segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad del daño provocado en la piel. Cada uno de los accidentes antes mencionados puede provocar cualquiera de estos tres tipos de quemaduras. Pero tanto el tipo de quemadura como su causa determinarán el tratamiento que debe seguirse. Todas las quemaduras deben tratarse en forma inmediata para reducir la temperatura de la zona quemada, así como el daño a la piel y el tejido subyacente (si la quemadura es grave).
Las quemaduras de primer grado son las más leves de las tres y sólo afectan la capa superior de la piel:
Signos y síntomas: Estas quemaduras provocan enrojecimiento, dolor e hinchazón leve, pero no forman ampollas.
Tiempo de curación: El tiempo de curación es de alrededor de 3 a 6 días; la capa superficial de la piel de la zona afectada se pela en 1 o 2 días.
Las quemaduras de segundo grado son más graves y afectan las capas de piel que se encuentran debajo de la capa superior.
signos y síntomas: Estas quemaduras provocan ampollas, mucho dolor y enrojecimiento. Las ampollas pueden reventarse y la zona afectada se ve húmeda y de color rosa brillante a rojo intenso.
Tiempo de curación: El tiempo de curación varía de acuerdo con la gravedad de la quemadura.
Las quemaduras de tercer grado son las más graves y afectan todas las capas de la piel y el tejido subyacente.
Signos y síntomas: La superficie afectada parece seca y puede tener un aspecto amarillento, curtido o calcinado. Es posible que en un primer momento no haya dolor o que éste sea leve, o que la zona esté como dormida debido al daño en los nervios.
Tiempo de curación: El tiempo de curación depende de la gravedad de la quemadura. En muchos casos, las quemaduras de segundo y tercer grado profundas deben ser tratadas con injertos de piel. En este caso, se toma piel sana de otra parte del cuerpo y se la coloca quirúrgicamente sobre la herida de la quemadura para ayudar a que la zona cicatrice.
Qué hacer
Busque atención médica de inmediato si ocurre lo siguiente:
Considera que su hijo tiene una quemadura de segundo o tercer grado.
La zona quemada es grande, aun cuando la quemadura no parezca grave. Siempre que la quemadura parezca cubrir más del 10% del cuerpo, solicite asistencia médica. Y no utilice compresas húmedas porque es posible que la temperatura corporal de su niño descienda. En cambio, cubra la zona con una toalla o un paño suave y limpio.
La quemadura fue provocada por fuego, un cable de electricidad o un tomacorriente, o una sustancia química.
La quemadura es en la cara, el cuero cabelludo, las articulaciones o los genitales.
La quemadura parece estar infectada (hinchada, con pus, cada vez más roja, o con líneas rojas en la piel que rodea la herida).
En el caso de quemaduras de primer grado:
Aleje al niño de la fuente de calor.
Quite la ropa de la zona quemada de inmediato.
Coloque la zona afectada bajo el agua fría, no helada (si no dispone de agua, puede utilizar cualquier bebida fría), o bien coloque compresas limpias y frías sobre la quemadura de 3 a 5 minutos (no utilice hielo, porque tal vez la quemadura tarde más en curarse).
No coloque manteca, grasa, polvo ni ningún otro remedio sobre la quemadura, porque éstos aumentan el riesgo de una infección.
Si la zona afectada es pequeña, cúbrala con una gasa o una venda estéril, sin ajustarla.
Dele a su hijo acetaminofeno o ibuprofeno para el dolor.
Si la zona afectada es pequeña (del tamaño de una moneda de 25 centavos o más pequeña), mantenga la zona limpia y continúe usando compresas frescas y una venda floja durante las siguientes 24 horas. También puede aplicar una crema antibiótica dos o tres veces al día, aunque esto no es absolutamente necesario.
En el caso de quemaduras de segundo y tercer grado:
Solicite atención médica de emergencia; después, siga estos pasos hasta que llegue el personal médico:
Mantenga a su hijo recostado, con la zona quemada elevada.
Siga las instrucciones que se indican para las quemaduras de primer grado.
Quite las alhajas y la ropa de la zona que rodea a la quemadura (por si hay hinchazón después de la herida), salvo la ropa que esté pegada a la piel. Si tiene dificultad para retirar la ropa, córtela o espere a que llegue la ayuda médica.
No reviente ninguna ampolla.
Aplique agua fría sobre la zona como mínimo de 3 a 5 minutos; luego, cubra la zona con una hoja o un paño blancos y limpios hasta que llegue la asistencia médica.
En el caso de quemaduras por fuego:
Apague el fuego haciendo que su hijo se revuelque sobre la tierra.
Cúbralo con una frazada o una chaqueta.
Quítele la ropa ardiente y cualquier alhaja que tenga cerca de la zona afectada.
Solicite ayuda médica y después siga las instrucciones que se indican para las quemaduras de segundo y tercer grado.
En el caso de quemaduras por electricidad o sustancias químicas:
ssegúrese de que su hijo no esté en contacto con la fuente de electricidad antes de tocarlo porque, si no, usted también sufrirá la descarga eléctrica.
Lave la zona quemada con mucha agua corriente durante, al menos, 5 minutos. Si la zona quemada es grande, utilice la bañadera, la ducha, baldes de agua o una manguera de jardín.
No le quite la ropa a su hijo hasta no haber comenzado a lavar la quemadura con agua. Mientras continúa enjuagando la quemadura, puede quitarle la ropa de la zona quemada.
Si la zona quemada es pequeña, continúe lavando durante otros 10 a 20 minutos, coloque una gasa o venda estéril, y póngase en contacto con el médico de su hijo.
Las quemaduras por sustancias químicas en la boca y los ojos requieren la evaluación inmediata del médico, después de haber lavado bien con agua.
Si bien es posible que las quemaduras por sustancias químicas o electricidad no siempre sean visibles, es probable que sean graves por el posible daño a los órganos internos del niño. Los síntomas pueden variar, según el tipo y la gravedad de la quemadura, así como su causa, y pueden incluir dolor abdominal.
Si sospecha que su hijo ingirió una sustancia química o un objeto peligroso (por ejemplo, la pila de un reloj), comuníquese con un centro de intoxicaciones y después acuda a la sala de urgencias. Es de gran ayuda saber qué tipo de sustancia química ingirió el niño o a cuál estuvo expuesto. Tal vez deba llevarla al hospital. Es conveniente tener el número del centro de intoxicaciones, (En los EE.UU. (800) 222- 1222), en un lugar accesible, como el refrigerador.
Prevención de las quemaduras
Si bien es imposible evitar todos los accidentes en los niños, algunas simples precauciones pueden reducir la posibilidad de que su hijo sufra quemaduras en su hogar.
En general
Mantenga los fósforos, los encendedores, las sustancias químicas y las velas encendidas fuera del alcance de los niños.
Coloque tapas de seguridad en todos los tomacorrientes.
Deshágase de los artefactos y electrodomésticos con cables pelados o viejos, y de los alargues que estén dañados.
Si tiene que utilizar un humidificador o vaporizador, opte por los modelos de agua fría en lugar de los de agua caliente.
Elija prendas para dormir ignífugas o retardantes de llama (ya sea de poliéster o de algodón tratado). Las camisetas o pantalones de algodón que no están identificados como prendas de dormir no suelen ser ignífugos.
Asegúrese de que los niños mayores sean muy cuidadosos cuando usan planchas o rizadores para el cabello.
Evite los incendios en el hogar asegurándose de contar con un detector de humo en todos los niveles de la casa y en cada habitación. Verifique su funcionamiento cada mes y cambie las pilas dos veces por año.
No fume dentro de la casa, en especial si está cansado, si toma alguna medicación que le da sueño, o cuando está en la cama.
No utilice fuegos artificiales ni luces de bengala.
En el baño
Ajuste el termostato de su calentador de agua en 120 grados Fahrenheit (49 grados Celsius) o por debajo de esta temperatura, o utilice el ajuste “bajo-medio”. Un niño puede sufrir una escaldadura en 2 o 3 segundos si la temperatura supera el nivel indicado en tan sólo 5 grados. Si no le es posible controlar la temperatura del agua (si vive en un departamento, por ejemplo), instale un dispositivo antiescaldaduras, que es bastante económico y fácil de instalar (puede hacerlo usted mismo o llamar a un plomero).
Pruebe siempre la temperatura del agua con el codo antes de colocar al niño en la bañadera.
Abra siempre el agua fría primero y apáguela siempre al final cuando llene la bañadera.
Aleje a los niños de los grifos y los artefactos para reducir las probabilidades de que jueguen con ellos y abran el agua caliente.
En la cocina o el comedor
Coloque las asas de las ollas y sartenes hacia la parte posterior cuando cocine.
Bloquee el acceso al horno siempre que sea posible.
Nunca permita que un niño use un andador en la cocina (la Academia Norteamericana de Pediatría desaconseja totalmente el uso de andadores).
Evite utilizar manteles o individuales grandes. Si un niño pequeño tira de ellos, tal vez se vuelque una bebida o un plato de comida caliente encima.
Mantenga las bebidas y los alimentos calientes fuera del alcance de los niños.
Nunca tome bebidas calientes o sopa con un niño sobre su falda, ni transporte platos o líquidos calientes por donde están sus hijos. Si tiene que caminar con un líquido caliente por la cocina (como un plato de sopa o una taza de café), asegúrese de saber dónde está su hijo para no tropezarse con él.
Nunca alce a un bebé o un niño pequeño mientras cocina.
Nunca caliente los biberones en el microondas. El líquido se puede calentar de manera despareja y dejar zonas de leche que pueden escaldar la boca de su bebé.
Coloque mallas de protección en los hogares de leña o las estufas. Los radiadores y los calentadores eléctricos también deben contar con una malla de protección.
Fuera del hogar o en el automóvil
Utilice los juegos de jardín con precaución. Si afuera hace mucho calor, úselos sólo por la mañana, ya que se habrán enfriado durante la noche.
Retire el asiento de seguridad o la sillita de paseo de su hijo del sol cuando no los esté usando; el metal o el plástico, si se calientan, pueden provocarles quemaduras a sus hijos. Si debe dejar el asiento para el automóvil o la silla de paseo al sol, cúbralos con una frazada o una toalla.
Antes de estacionar su automóvil en un día de calor, esconda las placas metálicas de los cinturones de seguridad en los asientos para evitar que el sol las caliente.
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