Otras
formas de propagación de la enfermedad
Por
vía trasplacentaria: La
infección prenatal por pasaje trasplacentario de tripanosomas desde la
circulación materna con infección aguda o crónica, es posible, pero
no obligada. Se ha verificado nacimiento de niños no infectados, aun en
presencia de placenta con elevado parasitismo. Se ha comprobado
igualmente la inversa: madre con bajísima parasitemia, placenta sin parásitos
y neonato con enfermedad de Chagas franca (distrofia, edemas, fiebres y
parasitemia elevada).
Muchas
de las formas de enfermedad de Chagas en lactantes, sin puerta de
entrada y sin seguridad de exposición a vinchucas, son de transmisión
transplacentaria; hijos de madres que apenas dan una reacción de
desviación del complemento positiva.
Por
hemotransfusión: Otro
considerable numero de infecciones se produce mediante la transfusión
de sangre proveniente de dadores con infecciones ignoradas, generando
cuadros clínicos atípicos. Si bien se han registrado casos mortales
fulminantes, la mayoría mejoran espontáneamente, aun en presencia de
alta parasitemia inicial. La posibilidad de evolución esta condicionada
por la cepa infectante y la inmunidad del receptor.
Por
leche maternal: La
posibilidad de infección del hijo por la leche de madre que padece la
enfermedad de Chagas es posible; ha sido verificada clínicamente y
cuenta con ratificación experimental. Sin embargo, su ocurrencia es
excepcional y muchos especializados consideran que es un riesgo remoto.
No obstante, es prudente que el hijo de una mujer que sufre enfermedad
de Chagas aguda, no sea amamantado por su madre.
Por
contaminación accidental en el Laboratorio: Son
múltiples los casos conocidos de enfermedad de Chagas por infección
accidental en laboratorios médicos, por manipulación de vinchucas y
animales infectados, cultivos de T cruzi o material biológico
proveniente de enfermos graves o de animales infectados. De estas
desgracias es conocida la infección fulminante que costo la vida al
argentino Mario Fatala Chaben.
Por
manejo de animales contaminados: Se
han relatado casos contraídos al desollar animales silvestres o semidomésticos
enfermos ( entre ellos los cuyes, criados para alimentación familiar en
ciertas regiones de Perú y Bolivia). Se ha encontrado el tripanosoma en
la saliva de perros infectados con alta parasitemia; el manejo promiscuo
de canes y gatos con infección natural acentuada puede ser medio de
contagio.
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