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Publicaciones de Cardiología

Factores psicosociales que inciden en la rehabilitación del enfermo cardiaco.

          

Impacto de la enfermedad en el sistema familiar

José Góngora anuncia dos tipos fundamentales de cambios:

Alteraciones Estructurales:

Se denomina de esta forma a aquellos elementos estructurales que resultan alterados por la presencia de un enfermo en la familia[1]. Presenta los siguientes puntos

a)- Patrones rígidos de funcionamiento: es frecuente que la pareja  desarrolle una relación estrecha con el miembro enfermo de la que los restantes miembros quedan excluidos con igual frecuencia, esa relación privilegiada se resiente por algún otro familiar. No se presenta esta alteración en ninguno de los casos. La adhesión a patrones rígidos de comportamiento se produce cuando la configuración que la familia adquiere en la fase de crisis de la enfermedad se traslada inmodificada a la fase crónica.  La respuesta de emergencia a la crisis, caracterizada por una movilización intensa de recursos físicos ( cuidados, asunción de roles y funciones del enfermo) y emocionales (mayor disponibilidad afectiva) se mantiene en la fase crónica cuando ya no son necesarios tantos cuidados, ni tanto apoyo afectivo y cuando el paciente ya es capaz de asumir funciones. La sobreprotección del enfermo es también una respuesta de emergencia que el clínico observa con  frecuencia. En estos casos, se exime al paciente de realizar cualquier tipo de esfuerzos y por momentos se le trata como si estuviera aquejado de una auténtica minusvalía física e incluso intelectual. El enfermo vive la sobreprotección como limitadora de su vida; el forcejeo consiguiente en torno a lo que puede y no puede hacer es fuente de  conflictos. Una de las primeras maniobras en el trabajo en estas situaciones es definir y negociar claramente, basándose en la información médica, qué puede hacer el paciente. Es primordial evitar tratarle como si fuera minusválido

b)- Roles y funciones familiares: quizás los cambios más profundos se den en los roles y funciones. La familia en que uno de sus miembros enferma se ve obligada a negociar los roles y funciones que hasta ese momento viene desempeñando el miembro enfermo, lo que mueve todo su mapa estructural. Los cambios estructurales son más importantes cuando quien enferma es alguno de los padres, en estos casos alguien tiene que tomar su rol. En todos los casos hay una estructura jerárquica: quien se hace cargo gana estatus, en la misma medida que el enfermo lo pierde. Si el padre liga su identidad al rol profesional y familiar, a la carga de la enfermedad se le agrega la pérdida de identidad.

c)- El cuidador primario familiar: Se trata de la persona que asume el cuidado de la persona enferma, por lo general es la pareja quien ocupa este puesto. Su designación sigue pautas culturales en virtud de las cuales, son las mujeres quienes se hacen cargo. El enfermo encuentra alguien que de forma devota y abnegada se dedica a su cuidado y con quien desarrolla una relación  estrecha, y la familia puede seguir funcionando más o menos en los mismos términos, habiendo asegurado el lugar del enfermo y con un mínimo gasto de energía por su parte ( sólo momentos ocasionales de alivio). Al parecer el esquema funciona bien siempre y cuando se den tres condiciones: que el cuidador primario familiar se identifique con su rol, que tenga ciertos momentos de respiro y que la enfermedad no sea de tal naturaleza o suponga una carga, que física o psicológicamente haga inviable el cuidado. En ocasiones, todo el funcionamiento familiar está a expensas de las necesidades del enfermo, produciéndose una renuncia generalizada a seguir ejerciendo el tipo de vida que hasta ese momento llevan. La enfermedad  invade a la familia y a la pareja sobre todo. El primero de los problemas se enuncia en términos de compatibilidad entre el enfermo y el proyecto de vida privada. El cuidador, en este caso la pareja, sacrifica en muy alto grado su proyecto de vida, lo que quiere decir que cuidado y proyecto propio no son compatibles. Sin embargo es fundamental, incluso para el mantenimiento de la cálida del cuidado al enfermo, que el proyecto del cuidador pueda cumplimentarse en algún grado. Trabajar con el cuidador primario es una forma indirecta de trabajar con el enfermo. En los casos de Juan y Pablo, sus esposas asisten a psicoterapia desde hace un tiempo, con resultados muy beneficiosos para ambas.

 

          

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