
Patogénesis y fisiopatología

Diagnóstico
Anamnesis:
Puede ser de poca utilidad en el paciente con meningitis. La presencia de fiebre y alteración de las funciones mentales obliga a excluir el diagnóstico de meningitis. Aproximadamente el 27% de los adultos con meningitis presentan una sintomatología aguda de menos de 24 horas de evolución; el 53% tienen una progresión subaguda en la semana previa a la admisión.
Situaciones de alto riesgo para meningitis como son las siguientes: alcoholismo, desnutrición, trauma craneal, neurocirugía, exposición a enfermedad meningocócica.
Examen físico
Fiebre, cefalea, signos de irritación meníngea, y alteración del nivel de conciencia se presentan en más del 85% de los adultos con meningitis. Signos de incremento agudo de la presión intracraneal (PIC) que incluye pérdida de conciencia, pupilas dilatadas o con reactividad perezosa, oftalmoplejia, afectación de la función respiratoria, inestabilidad cardiovascular, posturas motoras anómalas, hiperreflexia y espasticidad.

Pruebas de laboratorio.
Análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR).
a) Presión de apertura.
b) Apariencia.
c) Glucorraquia.
d) Proteinorraquia.
e) Recuento de leucocitos.
d) Técnica de Gram.
e) Cultivo.
f) Dosaje de lactato.
g) Serología.
h) Proteína C reactiva.
i) Adenosindeaminasa (ADA).



Neuroimágenes.
La utilización de métodos tales como: Tomografía Axial Computada, Resonancia Magnética Nuclear, etc. No aportan datos relevantes para arribar al diagnóstico de esta enfermedad. Dichos métodos son de suma utilidad en el diagnóstico de complicaciones supuradas (ejemplo: abscesos cerebrales)
Se recomienda la práctica de TAC craneal:
- Antes de la punción lumbar si hay afectación del estado hemodinámico o sospecha de hipertensión endocraneana (coma, focalidad neurológica, papiledema, bradicardia, hipertensión).
- En el curso evolutivo de la meningitis si hay una obnubilación prolongada, convulsiones después de 72 horas del diagnóstico, irritabilidad excesiva, aumento de la circunferencia craneal, focalidad neurológica, anomalías persistentes al líquido cefalorraquídeo (LCR) y en las meningitis neonatales.
Hemocultivo, hemograma, glicemia, gasometría, ionograma, coagulograma, osmolaridad en sangre y orina, urea, creatinina.