Figura 4: Fractura de tibia derecha con fragmento libre y defecto óseo diafometafisario menor del 50%.

Figura 5: Fractura conminutiva de tibia derecha con defecto óseo diafometafoepisario mayor del 50%.

Los fragmentos focales desvitalizados pueden ir a la necrosis y dificultar o impedir la consolidación, como un factor mecánico o impidiendo la inducción por falta del terreno fértil necesario para ello. El 78% de las fracturas con defecto óseo tuvo trazos con más de dos fragmentos (tabla 3)
El Coeficiente de correlación lineal de Pearson (r) con valores cercanos a 1 nos demuestra que existe una relación lineal muy fuerte entre las variables número de fragmentos y defecto óseo. Es decir, mientras mayor número de fragmentos tenga una fractura mayor probabilidad de defecto óseo tendrá.
Tabla 3: Relación número de fragmentos- defecto óseo.

Fuente: Historias Clínicas. X2= 0.13; p < 0,05, r= 0.6
El tratamiento de cada caso (tabla 4) se basó en las particularidades de la lesión y tuvo en cuenta un principio inviolable: garantizar continuidad ósea y estabilidad en el foco de fractura, rellenándose el defecto óseo con algún tipo de injerto si estos dos elementos anteriores se veían afectados. El 90% de la muestra necesitó injerto de algún tipo para garantizar estos elementos.
Tabla 4: Método de Tratamiento empleado.

Fuente: Historias Clínicas.
* Leyenda: HAP-200*: Hidroxiapatita Coralina® HAP-200
Las fracturas diafisarias y/o mixtas tuvieron un tiempo de consolidación más prolongado pues conocemos que por sus características estructurales el tejido cortical que predominó en ellas tiene menos propiedades osteogénicas que el esponjoso (tabla 5).
La irrigación de la tibia nace del tronco tibioperoneo y penetra en el agujero nutricio situado por debajo de la línea oblicua en la cara posterior del tercio medial. Aquellas fracturas diafometafisarias por debajo de los agujeros nutricios, tienen un aporte vascular limitado en la región distal. Este fenómeno repercute en la cicatrización.
Tabla 5: Tiempo de consolidación

Fuente: Historias Clínicas
La magnitud del defecto óseo y la localización anatómica son variables que influyen en el proceso de cicatrización ósea. Los mecanismos de regeneración dependen de la vascularización y de la solución de continuidad.
Un 10% del total de casos presentó alguna alteración en el proceso de cicatrización, que obligó a la reintervención de 2 pacientes a los que se les colocó un aparato de fijación externa para mejorar la estabilidad del foco fracturario (tabla 6). El resto se resolvió aplicando campos electromagnéticos. La anquilosis articular en 6 pacientes (12%) fue la complicación más frecuente
El 60% del total de complicaciones correspondió a lesiones con defectos óseos mayores del 50%.
Tabla 6: Complicaciones

Fuente: Historias Clínicas. Leyenda: SDRC*: Síndrome Doloroso Regional Complejo