Algunos Aspectos Filosoficos en Calidad de Vida
Autor: Dr. Harold Guevara Rivas  | Publicado:  28/08/2008 | Otras Especialidades , Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
Algunos Aspectos Filosoficos en Calidad de Vida.3


La Filosofía moral contemporánea ha visto en el trabajo de Kohlberg la prueba indirecta de que el punto de vista moral no depende del contexto, de la tradición ni de cualquier forma de vida particular: es el punto de vista de la autonomía y de la justicia (12). En este sentido, el umbral superior de Nussbaum es el que importa a la hora de abordar la política pública. Buscar que los ciudadanos vivan bien tiene que ver con alcanzar el desarrollo de ciertas capacidades que se encuentran en el segundo umbral. Poseer estas capacidades es propio del ser humano, desarrollarlas es llevar una vida plena (13, 14).

 

Así plantea las siguientes diez capacidades funcionales humanas básicas que las sociedades deberían alcanzar para sus ciudadanos: Ser capaz de vivir hasta el fin de una vida humana completa, tanto como sea posible, no morir prematuramente, o antes de que esté tan reducida que no valga la pena vivirla; ser capaz de tener buena salud, estar adecuadamente nutrido, tener la protección necesaria, tener oportunidades para la satisfacción sexual; ser capaz de evitar el dolor innecesario y no beneficioso y tener experiencias placenteras; ser capaz de usar los cinco sentidos, de imaginar, pensar, y razonar; ser capaz de ligarse a cosas y otras personas, amar a aquellos que nos aman y cuidan, sufrir frente a su ausencia, sentir gratitud, amor; ser capaz de formar una concepción del bien y tener una reflexión crítica sobre la planificación de la propia vida; ser capaz de vivir para y con otros, reconocer y mostrar preocupación por otros seres humanos, involucrarse en interacciones familiares y sociales; ser capaz de vivir en relación con el resto del mundo natural; ser capaz de reír, jugar y disfrutar de actividades recreativas; y ser capaz de vivir la propia vida en el propio contexto.

 

Nussbaum insiste en el carácter normativo de la lista: permite exigir este nivel de capacidades aunque hoy no se posean, estableciendo la distinción entre la humanidad potencial y su completa realización, que dependerá de un soporte material y educacional correcto (13, 14).


Sen afirma que es preciso concebir la lista de capacidades como algo no definitivo, sino más bien contextual y que depende de la naturaleza y del alcance de los juicios sometidos al escrutinio público (15).

 

Desde mediados del siglo XX y comenzando el XXI al interior de la teoría social y política, se va dando paso a las rupturas que se produjeron a partir de la desdogmatización de las teorías de la modernidad. El pensamiento crítico, el posestructuralista y el posmoderno aportaron debates que permitieron y permiten redefiniciones, resemantizaciones, reconstrucciones y fundamentalmente desideologizaciones respecto a conceptos, procesos, teorías y a las evaluaciones epistemológicas de las ciencias sociales y políticas. Una de las claves del pensamiento contemporáneo está en afianzar el espacio pluriparadigmático de la época y replantear anteriores debates teóricos en nuevos contextos de conocimiento, en tónica de diálogo y pluralidad (16).

 

Rivero, señala la necesidad de replantear la ambigüedad marxista “economicismo” y “voluntarismo” en búsqueda de la conjunción a partir de un giro ético-político, lo que permite mostrar matices que nutren las reflexiones que según su postura amplían el pensamiento marxista como transdisciplinario, con posibilidad de dialogar en una perspectiva de pensamiento complejo, vinculando la hermenéutica contemporánea al marxismo crítico.

 

Desde esa postura epistemológica, la autora intenta mostrar que existen contradicciones en la forma como se ha asumido en Venezuela la calidad de vida, esto es, como política social (centrada en salud, vivienda, educación, para amortiguar el impacto de las políticas económicas) y simultáneamente como política pública de salud (que es objeto de planificación).

 

La complejidad de la calidad de vida requiere diferenciar previamente cómo se entiende el bienestar. En sus dos acepciones: “Welfare, como satisfacción de necesidades o de placer, que incluye bienes, mercancías o recursos que controla una persona”, y “well-being, en el sentido cualitativo referido a la capacidad, la ventaja y la oportunidad, en síntesis funcionamientos valiosos”.

Así entonces, condiciones de vida se estaría refiriendo a la primera acepción del término (situación socioeconómica: indicadores de salud, vivienda, educación) y calidad de vida del lado de la segunda acepción del término, en el marco del enfoque subjetivista y cualitativo de Amartya Sen (16).

 

Se resalta que si las decisiones en política social y políticas públicas están de lado del Estado y este trata de adaptarse posteriormente a las demandas de la sociedad civil, ambas posiciones son colectivas y refieren a la calidad de vida, ya sea como objetivo o como mejoramiento, tanto como política social como política pública. Sin embargo, el enfoque de las capacidades coloca las decisiones acerca de una vida mejor del lado de los individuos, es decir, la calidad de vida no depende de decisiones colectivas. No así las condiciones de vida, que obviamente han de ser colectivas, tanto si las decisiones vienen del Estado o como demandas de la sociedad civil. Además que en la Constitución Nacional vigente se reivindica la calidad de vida como condiciones de vida, tanto como política social como política pública en salud, dejando como interrogantes: ¿será posible que en Estados colectivistas, los ciudadanos puedan escoger cómo llevar su propia vida? y ¿se estará apuntando hacia un Estado Ético? (16).

 

Operacionalización

 

Se han hecho estudios en lo que se ha operacionalizado la calidad de vida de habitantes de barrios urbanos en Venezuela; partiendo del enfoque de Sen es necesario definir los funcionamientos y las capacidades que les permiten a los seres humanos hacer o ser al vivir. Éstos interactúan y en su causación reticular pueden llevar a funcionamientos superiores, pudiendo ser esta operacionalización un punto de partida para la evaluación de la calidad de vida (17).

 

Cuadro Nº 1: Operacionalización: Funcionamientos y Capacidades (17)

 

Funcionamientos (ser o tener en la vida): Habilidades (capacidades)

Estructura familiar: Amar, procrear, comprometerse, integrarse, compartir, apreciar

Salud: Alimentarse, trabajar

Educación: Estudiar, comunicar, participar

Participación ciudadana: Optar, discrepar, luchar, dialogar, meditar, opinar, cooperar

Participación socio-económica: (empleo e ingresos) Trabajar, administrar, gestionar, ahorrar

Vivienda y servicios básicos: Construir, diseñar, idear, inventar, trabajar, administrar

Seguridad social y personal: Cuidarse, defenderse, cooperar

Recreación: Divertirse, jugar, pasear

 

Aunque hay una visión reduccionista y estática de la Salud como funcionamiento que sólo implica las capacidades de alimentarse y trabajar, y no como un proceso dinámico, multidimensional e inmerso en la incertidumbre vista desde la complejidad (18), esta pudiera ser una base sobre la cual optimizar y darle concreción a la calidad de vida.                                                                                                                                              

 

En vista de todas las aristas que puede comprender la calidad de vida en tanto tal, el PIB y el ingreso per cápita constituyen medidas insuficientes como indicadores de esta, no obstante son de los criterios que más pesan a la hora de definir las políticas públicas, de tomar decisiones de inversión social, políticas redistributivas o atenuadoras de inequidades, especialmente en países como Venezuela.

 

 


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