El pensamiento complejo. Una vision multidimensional de la practica del cuidado de la vida humana
Autor: Lic. Neris Marina Ortega | Publicado:  25/09/2008 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Enfermeria | |
El pensamiento complejo. Una vision multidimensional de la practica del cuidado de la vida humana.3

Considerando la idea inicial de caracterizar el cuidado como un modo de sobrevivencia, la humanidad en la postmodernidad todavía demuestra esas formas de cuidado, ahora más sofisticadas y más exigentes. Pero a veces, no mide las consecuencias, pues la lucha ahora es más competitiva y el ser humano se tornó más individualista. El bienestar, como norma significa tener, poseer cosas y bienes que son deseados sin importar el costo, el hombre se convirtió en una máquina de fabricar deseos. En ese modo de sobrevivir, la vida está incluida y sólo hay una real preocupación cuando la salud está realmente amenazada.

 

El cuidado como una forma de relacionarse del hombre postmoderno, parece una paradoja. La hostilidad, el odio, la violencia, la deshonestidad y el miedo conviven con la solidaridad, la afectividad, el amor, la lucha por la paz, por el respeto y por la esperanza. Pero al final ¿Quién vence? (8)

 

El cuidado (7) como una forma de ser, recuerda que la especie humana ha sobrevivido justamente por la existencia de seres que presentan comportamientos de cuidado. La humanidad que ha sobrevivido por el cuidado, debería vencer todas las dificultades de un mundo en crisis, pues el cuidar necesita ser fortalecido, impidiendo que comportamientos de no cuidado prevalezcan y con ello el sentido particular de la vida.

 

La enfermería y el cuidado humano en la era actual

 

El enfoque tecnocientífico del modernismo en relación con la práctica del cuidado de la vida humana está siendo cuestionado posibilitando en esta nueva era paradigmas emergentes. Sin embargo, existe una prevalencia del paradigma positivista cuya tradición y herencia de pensamiento es bastante fuerte en la sociedad del conocimiento y dentro de ellas comunidades de enfermería más conservadoras.

 

La antropología dualista cartesiana y el reduccionismo (3) componen las principales características de ese paradigma: el primero entiende que el hombre está compuesto por dos sustancias simultáneas: res extensas y res cogitans, cuerpo y espíritu. Las dos coexisten al mismo tiempo pero no forman una unidad, esto da una visión mecánica del cuerpo, de la enfermedad, de la terapia lo cual condiciona también la manera de abordaje de ese cuerpo separado de su mente y de su espíritu, el segundo significa que cualquier sistema es posible de reducción en partes más simples o menores. El hombre de esta manera fue cosificado, separado y cortado en pedazos, de allí el nacimiento de las especialidades y lo más grave aun del especialísimo.

 

De hecho la hiperespecialización impide ver tanto lo global, que fragmenta en parcelas, como lo esencial, que disuelve; impide inclusive tratar correctamente los problemas particulares que solo pueden ser planteados y pensados en un contexto. Los problemas esenciales nunca son parcelados y los problemas globales son cada vez más esenciales. Mientras que la cultura general incita a la búsqueda de la contextualización de cualquier información o de cualquier idea, la cultura científica y técnica disciplinaria parcela, desune y compartimenta los saberes haciendo cada vez más difícil su contextualización (9)

 

Esta fragmentación (7-9) de los saberes ha brutalizados a los seres humanos, profesionales de la salud y educación, entre otros, han tornado sus prácticas bastantes mecanizadas, impersonales, pocos creativas y a veces deshumanizadas. Se precisa rescatar entonces el sentido de la vida humana y en esa dimensión el interés y el cuidado.

 

Indudablemente, la salud y la enfermería atraviesan una crisis (7), de fragmentación, oriunda de la fantasía de separatividad que culmina en la neurosis del paraíso perdido. Es una crisis ética que envuelve todo el modo de vida y de pensamiento, resultando en una desintegración cultural, ética, ecológica que ha perjudicado la espiritualidad del hombre y de la mujer.

 

En esta crisis, la práctica del cuidado humano desde el enfoque del pensamiento complejo que emerge como un paradigma de una filosofía integralizadora. Entendiendo la integración como el entrelazamiento de saberes, donde el ser humano mediante la automotivación, la actitud y los valores conjuntamente con la comprensión tratan de explicar la realidad que ocupa en el mundo que vive.

 

Otro aspecto fundamental del cuidado va más allá del problema de su definición. El cuidar es un amplio concepto que podría incluir un conjunto de comportamientos basados en el interés, la compasión, la preocupación, el cariño, el afecto, el compromiso con la persona, el ser cuidadoso y estar atento a los detalles, el responder con sensibilidad a la situación en la que se encuentra el otro, el escucharle, y otras características aún por identificar. Al examinar el conjunto de actitudes que acabamos de mencionar, que no son excluyentes, se plantea una pregunta: ¿Qué otros comportamientos son necesarios para el cuidado de la vida humana? ¿Cuáles serian esas otras dimensiones que a la luz del paradigma de la complejidad pudieran sustentar el cuidado de la vida humana? Desde mi percepción como investigadora y a la luz del pensamiento complejo, considero que:

 

La práctica del cuidado de la vida humana, es un proceso dinámico e integrativo de desempeño complejo que las personas ponen en actuación para mantener la vida y la salud de sí mismo y de los demás en cualquier contexto. Este proceso requiere de automotivación, actitudes y valores entrelazados con la comprensión y explicación de la realidad y un desempeño basado en procedimientos y estrategias creativas y responsables

 

Explorar y examinar lo mejor posible la noción del cuidar y saber qué base de conocimientos (Filosofía, psicología, sociología, antropología, otros) y que paradigmas epistémicos (cuantitativos, cualitativos o complejo) para la construcción de este conocimiento vamos a utilizar siguen siendo cuestiones fundamentales ya que la respuesta que demos nos permitirá aproximarnos al fenómeno de la teoría y práctica del cuidado de la vida humana.

 

El cuidado de la vida del hombre complejo

 

Para poder cuidar la vida humana desde el pensamiento complejo, Morin (10-12) propone salir de la inteligencia ciega en la que se encuentra el hombre para que pueda tomar conciencia. En esta nueva manera de pensar ya no hay un orden en el universo, el caos, el desorden, el ruido y el azar obliga al hombre a negociar constantemente con la incertidumbre. No se puede estudiar el cuidado la vida humana partiendo solo de la Biología, o del mundo físico, o desde el Cosmos, el estudio del cuidado de la vida humana debe hacerse desde un enfoque Atropo-biológico-cosmológico y esto ocurre porque la vida humana es un fenómeno complejo. Entonces como no existe un fundamento único ni último del conocimiento y este a su vez no es cerrado, es necesario conceptuar todo el conocimiento particular. La complejidad no va a sustituir a la lógica deductiva, ni busca establecer un ejercicio dialógico entre lo simple y lo complejo. Para los teoricos del cuidado de la vida humana como fenómeno complejo al igual que para Morin, la realidad de la vida y su cuidado del homo complexus no es simple puesto que consta de muchos elementos, y estos elementos no se encuentran aislado, sino interconectados entre sí, entonces si la realidad no es simple el conocimiento del cuidado de la vida del hombre y del hombre mismo tampoco lo es.

 

La vida humana ha sido cuidada dentro del pensamiento simplificador, fundamentada en cuatro principios básicos y estos son: a) La Disyunción: que aísla, considera a los objetos independientemente de su entorno, donde no existen las conexiones, ni las especializaciones, ni la relación de una con la otra. b) La Reducción: que explica la realidad por solo uno de sus elementos bien sea psíquico, biológico, espiritual etc. Distingue al mundo, al hombre y su vida como una máquina perfecta, se siente satisfecho con el establecimiento de leyes generales y por último desconoce la complejidad de lo humano y de la realidad. c) La Abstracción: se conforma con establecer leyes generales y desconoce las particularidades de donde surgen estas leyes. d) La Casualidad: donde ve la realidad como causa y efecto.

 

El cuidado de la vida humana desde el pensamiento complejo debe tomar en cuenta los tres principios planteados por Morin los cuales son:

 

a) El Dialógico: permite mantener la dualidad en el seno de la unidad, es decir, no existe separación de contrarios, sino que los dos términos Co-existen sin dejar de ser antagónicos.

b) La Recursividad Organizacional: esta idea rompe con la idea lineal de causa y efecto, es decir, todo lo que es producido se vuelve producto, el efecto se vuelve causa y la causa se vuelve efecto, el individuo hace cultura y la cultura hace al individuo, es lo que Morin denomina el proceso remolino.


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