La sala situacional como herramienta para el logro de equidad en salud
Autor: Dra. Daniella Padrón Malpica | Publicado:  24/09/2009 | Otras Especialidades , Medicina Preventiva y Salud Publica , Gestion Sanitaria | |
La sala situacional como herramienta para el logro de equidad en salud.6

La sala de situación de la representación de la Organización Panamericana de la salud -OPS- de Venezuela, está en estrecha relación con la sala de situación del Ministerio del Poder Popular para la Salud –MPPS-, tanto la del nivel central como algunas regionales que están en operación. La interrelación incluye el intercambio de información, el análisis y procesamiento conjunto de los datos e información, la preparación de informes técnicos y el seguimiento y evaluación de los resultados alcanzados una vez implementadas las estrategias de control. Otra actividad que se desarrolla conjuntamente consiste en la capacitación del personal técnico para el manejo de la sala situacional como apoyo a la gestión de la información en los servicios de salud. La sala situacional ha empezado un proceso de coordinación con salas de instituciones académicas, de ONGs y de institutos de investigación.

 

Esta sala situacional tiene a disposición de sus usuarios, información relacionada con:

 

 1.. Políticas de Salud y Desarrollo Humano con Equidad.

 2.. Sistemas y Servicios de Salud.

 3.. Reforma del Sector Salud

 4.. Promoción de Salud

 5.. Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles y no-Transmisibles

 6.. Salud y Ambiente

 7.. Situación de salud, tendencias y análisis de las inequidades en salud

 8.. Bases de Datos Básicos en Salud

 

Al hablar de situaciones de salud no nos estamos refiriendo, a las tradicionales situaciones de poder analizar los daños y de evaluar los riesgos, sino a todo tipo de circunstancias empezando por las relacionadas con el análisis y evaluación del proceso de formulación de políticas y la fijación de prioridades hasta la evaluación del impacto en la población, atravesando, por supuesto, por los asuntos relacionados con los recursos humanos, la tecnología utilizada, el financiamiento del sector, el proceso de reforma y muchas otras variables. La sala situacional concebida de esta manera supera la labor tradicional de la epidemiología aplicada a los servicios de salud y se convierte en el instrumento idóneo para realizar la vigilancia de salud pública.

 

Se debe entender la vigilancia de salud pública, no solamente como el monitoreo de las desigualdades e inequidades en salud, sino también como la medición y evaluación de los factores que las determinan.

 

Es necesario asegurar que las políticas de salud están en concordancia con las necesidades y aspiraciones de los grupos comunitarios en función del ciclo vital, para que sean diferenciadas y específicas, pero simultáneamente es necesario establecer rendimientos para las unidades productoras de servicios, definir sus costos y asegurar su financiamiento.

Cuando hablamos de recursos disponibles nos referimos a los recursos humanos, físicos, financieros, tecnológicos, informativos; tanto nacionales como internacionales, públicos o privados, pero fundamentalmente aquellos disponibles en el ámbito local. (22)

 

La Finalidad de la sala Situacional tiene que ver con la aplicación inteligente de los recursos sociales para modificar favorablemente las condiciones de salud y de vida de los grupos humanos, basado en las mejores evidencias disponibles y en este propósito el cierre de las brechas es un imperativo ético.

 

V. Reflexiones finales

 

El tema de la equidad en salud, está profundamente ligado a los aspectos que conforman una sociedad, lo cual condiciona matices particulares dependiendo del país y del momento histórico, siendo considerada como un valor para promover la justicia social en el campo de la salud pública.

 

En las políticas de salud de países desarrollados, existe una tendencia por parte de los economistas de la salud, por enfocarse en la eficiencia, dejando de lado la equidad, la justicia y solidaridad.

 

Es bastante riesgoso para países en vías de desarrollo seguir tendencias de otros sistemas de salud como el estadounidense, donde se promueve que el mercado es más eficiente que el estado.

 

Así mismo se consideran algunos aspectos relevantes en el análisis de la equidad en salud en América Latina y particularmente en nuestro país, tales como:

 

       Las disparidades de carácter económico, por importantes que sean, representan solamente una de las numerosas causas importantes de que haya diferencias poco equitativas en la salud de diferentes grupos.

       La medición de las desigualdades usando medidas estándar, tales como las tasas de mortalidad y el uso de servicios de salud, captan solamente una pequeña fracción del panorama total de la inequidad en materia de salud.

       Las desigualdades en el campo de la salud no pueden desligarse de otras inequidades de tipo social.

       Es importante introducir el enfoque de equidad en la vigilancia y análisis epidemiológicos y en la vigilancia y análisis de la situación de salud autopercibida, utilizando fuentes de información de base poblacional.

       Las diferencias relacionadas con el género, el origen étnico y la situación geográfica revisten tanta importancia como las de carácter económico.

       No todas las disparidades en el ámbito de la salud encierran una falta de equidad. La clásica definición de la inequidad en el campo de la salud es una disparidad o desigualdad innecesaria, evitable e injusta. Si bien es cierto que muchas desigualdades cumplen estos tres criterios, no todas lo hacen. La ventaja que poseen las mujeres en virtud de que viven más tiempo no refleja necesariamente una falta de equidad, ya que es posible que esta diferencia se deba a factores biológicos y no a causas que puedan prevenirse mediante intervenciones dictadas por políticas. No obstante, esto representa una desigualdad que es justa, ya que tiende a compensar la mayor morbilidad que sufren las mujeres. Por otra parte, en casi todos los casos, las mujeres destinan una mayor proporción de sus gastos de bolsillo a servicios y productos para la salud que los hombres. Claramente, esta situación encierra una falta de equidad y debe subsanarse con políticas específicas. Ejemplos como estos demuestran la necesidad de reflexionar detenidamente antes de concluir que una desigualdad constituye una falta de equidad.

       Diferentes grupos poblacionales perciben su salud de un modo distinto, las mujeres suelen notificar problemas de salud con mayor frecuencia que los hombres. Los ricos se perciben a sí mismos como enfermos y exigen y reciben una elevada proporción de los servicios de salud que, si se adjudicaran según criterios epidemiológicos establecidos externamente, deberían destinarse principalmente a los desfavorecidos. Si los ricos no fuesen desmesuradamente sensibles a su estado de salud y los pobres supieran cuán enfermos están en realidad, sería más fácil lograr la equidad en materia de salud.

       Los factores que determinan la inequidad en salud deben ser subsanados mediante políticas generales transectoriales y mediante intervenciones apropiadas encaminadas a reducir la discriminación y las disparidades injustas.


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