Factores de riesgo asociados a sindrome metabolico en escolares y adolescentes con sobrepeso u obesidad
Autor: Dr. Javier Ascanio | Publicado:  14/12/2009 | Pediatria y Neonatologia , Endocrinologia y Nutricion | |
Factores de riesgo sindrome metabolico escolares y adolescentes con sobrepeso u obesidad .3

El paciente fue medido sin calzados ni objetos en la cabeza (posición en plano de Frankfurt), luego de realizar una inspiración profunda, y haciendo contactar con la misma un tope móvil, se registró la medida en cm y mm. La circunferencia abdominal se obtuvo a través de una cinta métrica flexible e inextensible. El procedimiento se realizó con el sujeto de pie, colocando la cinta alrededor del abdomen a 1 cm aproximadamente por encima de las crestas iliacas; la lectura se realizó a nivel umbilical. El Índice de Masa Corporal (IMC) se obtuvo del cociente entre el peso corporal en kilogramos sobre la talla expresada en metros elevada al cuadrado. Luego el parámetro antropométrico utilizado como descriptor de sobrepeso u obesidad fue Índice de Masa Corporal (IMC)  según sexo y edad, acorde a los criterios de FUNDACREDESA 28.

 

Posteriormente se procedió a medir la presión arterial a través de un esfigmomanómetro de mercurio marca Medikel® colocado en el brazo izquierdo, cuyo manguito se colocó 3 cm por encima de la flexura del codo, los sujetos permanecieron en reposo durante 10 minutos y sentados durante la toma, la cual fue posterior al descanso. La medición fue realizada en dos ocasiones, por el mismo observador y con instrumentos calibrados, obteniendo la presión arterial sistólica al oír el primer ruido de Korotkoff y la tensión arterial diastólica al desaparecer estos ruidos.

 

La tercera fase constó de la medición de la Glicemia capilar, donde se obtuvo una muestra de sangre de 4 microlitros aproximadamente del dedo índice izquierdo, a través de una lanceta estéril marca Prestige Smart System (Laboratorios DAI c.a). Posteriormente se midió la glicemia de esa muestra con un glucómetro y cintas medidoras Optium mini Abbott, para luego ser registrados en el anexo Nº 2, expresando la concentración obtenida en mg/dl.

 

La cuarta fase consistió en la obtención de una alícuota de sangre venosa periférica por punción de 5 - 10 centímetros cúbicos (cc) aproximadamente para la medición del perfil lipídico. La muestra fue depositada en un tubo de ensayo no heparinizado y sin otro tipo de anticoagulante y analizada por un equipo de laboratorio. Primero se centrifugó la muestra obteniéndose el suero. Se utilizó 5 cc de suero para las siguientes pruebas químicas: Colesterol total, LDL-c, VLDL-c, HDL-c y TAG. Los análisis de laboratorio fueron realizados en el laboratorio del Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación (IPASME). 

 

Para medir Colesterol total y TAG se usó la técnica de los laboratorios Wienner, la cual consistió en la colorimetría, posteriormente las LDL-c, VLDL-c y HDL-c se obtuvieron por la técnica de precipitación del mismo laboratorio.

 

Como valores de referencia para criterios diagnóstico para síndrome metabólico se usaron: valores de TAG séricos ≥ 110 mg/ dl, HDL ≤ 40 mg/dl (para ambos sexos), glicemia ≥ 100 mg/dl, presión arterial sistémica ≥ percentil 97 (ambos según edad y sexo), y obesidad determinada por Índice de Masa Corporal (IMC)  ≥ al percentil 97 (según edad y sexo). La existencia de tres o más alteraciones establece el diagnóstico de síndrome metabólico.

 

Los resultados se presentan en tablas y gráficos de distribución de frecuencias y de asociación. Se realizó un análisis estadístico descriptivo con el programa Statistix 8.0 para Windows. Se corroboró el ajuste de las variables cuantitativas a la distribución normal con la prueba de Shapiro-Wilcoxon. Se usó la prueba t de Student, el Chi cuadrado (X2), prueba exacta de Fisher, coeficiente de correlación de Pearson, la prueba de Wilcoxon, así como la comparación de proporciones con un nivel de significancia menor al 5% (p<0,05).

 

Resultados

 

La muestra estudiada estuvo integrada por 20 sujetos, 60% del sexo masculino y 40% del sexo femenino, con un promedio de edad de 11,1 años, desviación estándar de 1,4 años, edad mínima de 8 años y máxima de 13 años, de los cuales 55% presentaron sobrepeso (Índice de Masa Corporal (IMC)  < p97 para sexo y edad) y 45% obesidad (Índice de Masa Corporal (IMC)  > p97), sin diferencias estadísticamente significativas (p>0,05). Tampoco se detectó asociación significativa entre el sexo y el diagnóstico nutricional (p>0,05).

 

Como antecedentes familiares tenían obesidad (50%), sobrepeso (50%) y Diabetes Mellitus (35%). Respecto a la distribución según el nivel socioeconómico de acuerdo a la escala de Graffar Mendez–Castellano, el 50% pertenecía al Graffar III, 35% al Graffar IV y 15% pertenecía al Graffar II.

 

En el Cuadro Nº 1 se presentan los estadísticos descriptivos de las variables numéricas que se ajustaron a la distribución normal según la prueba de Shapiro-Wilcoxon, destaca el hecho de que uno de los integrantes de la muestra llegó a tener niveles de 307 mg/dl de colesterol sanguíneo.

 

Asimismo, en el Cuadro Nº 2 se resumen los estadísticos descriptivos de las variables numéricas que no se ajustaron a la distribución normal.

 

Un 35% de la muestra presentó 1 criterio diagnóstico para síndrome metabólico, 30% presentó 2, mientras que un 25% presentó síndrome metabólico, el cual fue diagnosticado, con la presencia de tres o más criterios de acuerdo a la revisión bibliográfica 26. De los pacientes con síndrome metabólico 80% padecían obesidad, sin embargo debido a lo limitado del tamaño de la muestra esto no resultó en diferencias estadísticamente significativas (Prueba exacta de Fisher: p=0,06).

 

El criterio más frecuente fue la Hipertrigliceridemia (60%), seguido de Hiperglicemia en ayunas y bajo HDL-c (35% para ambos). No se presentó hipertensión arterial (HTA) en ninguno de los individuos de la muestra.

 

Se detectó asociación estadísticamente significativa entre TAG > 110 mg/dl, así como glicemia > 100 mg/dl con la presencia de síndrome metabólico en los escolares estudiados (Prueba exacta de Fisher: p= 0,02 y p = 0,00 respectivamente).

 

De los escolares estudiados, 31,6% presentó valores de HDL-c entre 40 y 44 mg/dl, y de estos un 50% presentaron 2 criterios positivos para síndrome metabólico.

 

En el Cuadro Nº 3 se presenta la comparación de medias de las variables numéricas entre los sujetos con sobrepeso y obesidad, no existiendo diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos al realizar la prueba t de Student (p>0,05). Llama la atención que el promedio de estas variables fue mayor entre los niños con obesidad. El Cuadro Nº 4 refleja que al comparar las medias entre los niños con y sin síndrome metabólico se consiguió que los paciente con síndrome metabólico tuvieron media de glicemia significativamente mayor (p=0,03).

 

El Cuadro Nº 5 presenta la comparación de medianas de las variables numéricas entre los sujetos con sobrepeso y obesidad, no existiendo diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos al realizar la prueba de la suma de rangos de Wilcoxon, ni entre los que tenían o no síndrome metabólico como se aprecia en el Cuadro Nº 6 (p>0,05).

 

Discusión y conclusiones

 

El síndrome metabólico representa un problema de salud pública y se define como un conjunto de alteraciones metabólicas influenciadas por la modificación del estilo de vida y de los hábitos de alimentación, el cual está íntimamente relacionado con el riesgo del desarrollo de enfermedades cardio-metabólicas.

 

Este tema ha sido ampliamente estudiado, sin embargo no se han establecidos criterios universales para su diagnóstico en niños y adolescentes 16.


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