Pertinencia de la habilidad observar en la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias basicas biomedicas
Autor: Dr. C. Oscar Cañizares Luna | Publicado:  9/04/2010 | Formacion en Ciencias de la Salud | |
Pertinencia habilidad observar en enseñanza y aprendizaje de las ciencias basicas biomedicas .3

Todo cuanto se pueda hacer con relación al aprendizaje de la habilidad observar, redundará en una mejor y más consciente manera de adquirir y organizar la información. Esta habilidad también está estrechamente ligada a otra: la realización de descripciones. Toda buena descripción comienza con una buena observación. En ese sentido, la clarificación en torno a los propósitos, dimensiones, categorías y criterios que guiarán la observación y las técnicas e instrumentos que se emplearán para recoger los datos, ayudarán en el momento de organizar la información para realizar la descripción de los resultados. Esta valoración rebasa los límites de lo didáctico y se extiende a lo investigativo desde el punto de vista metodológico; porque una de las funciones básicas de la ciencia es precisamente describir la realidad, con lo cual se refuerza desde el aula el vínculo entre lo académico y lo investigativo en el microcurrículo de las ciencias básicas biomédicas (7).

Para Bautista (2006), a través de la observación el individuo examina intencionalmente, de acuerdo con su interés y experticia, una situación u objeto para detectar sus atributos, cualidades, propiedades o características. Para observar se requiere agudizar los sentidos, percibir y prestar atención selectiva para analizar y organizar la información en la memoria. El producto de la observación es la formación de imágenes mentales de aquello que fue observado y que puede ser evocado en cualquier momento. La habilidad de observar es significativa para descubrir problemas y encontrar explicaciones, característica que también refuerza el vínculo de lo académico y lo investigativo durante la formación de los educandos. Para favorecer este proceso se recomienda observar figuras, visualizar imágenes reales, examinar objetos y plantear la búsqueda de atributos desde diferentes puntos de interés (2).

Según Meza (2004) citado por Bautista (2), el resultado de la observación se puede expresar en forma precisa y ordenada a través del lenguaje verbal o escrito, permitiendo enumerar e integrar las características observadas, en un todo significativo; este proceso se conoce como descripción. Las actividades relacionadas con la redacción de características o procedimientos, resúmenes de datos biográficos, organización de información leída, reconocimientos de relaciones entre objetos, estimulan esta y otras habilidades. En el contexto de las ciencias básicas biomédicas la observación no se limita a trabajar con imágenes impresas, digitales o radiográficas, personas, familias y comunidad; sino que posibilita además el desarrollo de la descripción en todas sus modalidades y muy especialmente el desarrollo de las habilidades comunicativas del estudiante, elemento este último de extraordinaria significación en la formación médica

Cada individuo percibe en función de sus conocimientos previos, experiencias y esquemas que intervienen al momento de darle sentido a la nueva información. El aprendizaje precisa de una organización y desarrollo perceptivo adecuado que permita al estudiante de medicina la correcta interpretación de información auditiva, táctil, gustativa, olfatoria y visual esencial; no sólo para la asimilación y dominio de las características morfofuncionales de células, tejidos, órganos y sistemas y del organismo como un todo, sino también para otras áreas del conocimiento médico como la propedéutica, la semiología o la medicina interna como ejemplos.

De la información que un individuo percibe, selecciona la parte que considera relevante, este proceso de discriminación selectiva se logra a través de la atención, la cual es considerada una capacidad finita y reducida que puede focalizarse en una sola tarea o dividirse en varias tareas cuya ejecución requiera poca atención. Luego la relación entre observación y atención es estrecha y significativa (2).

Otro trabajo publicado en Internet titulado "Enseñanza de Técnicas para el Estudio y Desarrollo de Habilidades Mentales. Disposición para aprender", plantea que una de las realidades más obvias y descuidadas es que sólo aprendemos cuando estamos dispuestos a aprender. Teniendo en cuenta esta verdad, si se pretende aprender mejor, se requiere de un tiempo para la preparación mental mejorando así la disposición para asimilar. Para estos autores la observación es un método a través del cual se adquiere la información adecuada para llegar a un fin y darlo a conocer, ya que el desarrollo del pensamiento genera una mejor comprensión del observador y de su entorno. La misma se inicia con la reunión de datos sensoriales brutos y seguidamente la captación de su contenido; es decir lo que la persona ha visto, oído, entendido y sentido. Observar es considerar con una atención sostenida lo que acontece en una situación concreta, es hacer un examen minucioso y reflexionado de esta situación (14).

Por lo tanto, la observación deberá ser considerada como un proceso activo y voluntario gracias a la atención prestada teniendo siempre presente el objetivo que se pretende buscar mediante ésta. Cuando una persona comprende la importancia de ser objetiva en sus observaciones; también comprende que se deben obtener todos los hechos para poder llegar a una conclusión (10).

Por su parte, la observación científica requiere habilidades específicas mayores que la observación que realiza el educando para la asimilación de un contenido determinado; pues se trata de procedimientos de mayor exigencia metodológica dada su intención de encontrar un nuevo conocimiento. La misma constituye uno de los primeros métodos aplicados en la investigación en las ciencias de la salud, cuando varios científicos la aplicaron con el propósito de determinar las causas de algunas enfermedades y epidemias como el cólera y la fiebre puerperal entre otros. Un ejemplo que merece mencionarse es el del destacado científico cubano Carlos Juan Fínlay Barré, quien observó sistemática y minuciosamente la clínica y las condiciones de vida de sus pacientes hasta descubrir el agente transmisor de la Fiebre Amarilla(10).

En la observación se dan los siguientes procesos: la sensación, por medio de la cual se adquiere la información a través de los órganos de los sentidos, el análisis de la información recibida para dar un concepto apropiado a ello y poder comprender mejor el mensaje o la información y la percepción como interpretación de lo observado del entorno, aclarando su sentido y su forma de relacionarlo con el espacio que lo rodea; es el proceso mediante el cual se hace consciente el significado de lo observado a través de los sentidos. (10).

La interpretación es la acción de dar una significación clara a un concepto, hecho o fenómeno determinado; ella permite comprobar si se han observado bien las cosas. Toda observación, si se realiza con los procedimientos adecuados, da lugar a conocimientos científicos precisos sobre aspectos biológicos, psicológicos y sociales; elementos esenciales en el estudio del hombre sano o enfermo y del medio ambiente que lo rodea; como parte de los programas de instrucción y educación médicas que aspiran a la formación de un profesional de perfil amplio. Solamente las observaciones basadas en realidades científicas son validas para hacer ciertas deducciones o conclusiones (10).

Los objetivos de la observación deberán orientarse a precisar las necesidades y los problemas del medio o entorno, entiéndase las condiciones y requerimientos del objeto de estudio, y recoger información para ser compartida con los demás. Por lo tanto al realizar una observación es necesario tener idea de lo que se va a buscar antes de iniciar la observación, precisar el objeto de la observación: qué, cuándo, quién, cómo y dónde; registrar las observaciones sin interpretarlas y utilizar guías o cuestionarios bien determinados (10).

Diferentes factores pueden modificar las observaciones y por consiguiente las interpretaciones, es preciso ser consciente de esto. Entre ellos se encuentran la falta de preparación, la improvisación, las ideas preconcebidas, la interpretación previa o anticipada, la falta de curiosidad, de interés, de deseo de profundizar y las condiciones del medio ambiente tales como ruido, temperatura y luz desfavorable (10).

El verdadero creador cultiva su capacidad de observar paciente y cuidadosamente. Toda actividad que pretenda ser creativa tiene su primer fundamento en la habilidad de observar. La observación se va relacionando consciente e inconscientemente con otros elementos y se transforma gradualmente en una nueva idea, al calor del interés y la motivación del observador. El pensador creativo intenta trabajar con materiales adecuados.


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