Comportamiento de la Polifarmacia en Adultos Mayores
Autor: Dra. Iviany Torres Suárez | Publicado:  12/04/2010 | Farmacologia , Geriatria y Gerontologia | |
Comportamiento de la Polifarmacia en Adultos Mayores .1

Comportamiento de la Polifarmacia en Adultos Mayores del Sector San Ruperto, La Pastora 2009.

Dra. Iviany Torres Suárez. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Master en Urgencias Médicas.
Dra. Miriam Suarez Parra. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral.

Misión Barrio Adentro de La Pastora, Caracas, Venezuela.

Palabras clave: polifarmacia, adulto mayor, reacciones adversas, factores de riesgo. Polypharmacy, elderly, adverse reactions, risk factors.

Resumen

La polifarmacia en el anciano constituye un importante problema de salud en la sociedad actual. Se realizó un estudio de tipo descriptivo, corte transversal del comportamiento de la polifarmacia en los adultos mayores del sector San Ruperto de La Pastora, Caracas, Venezuela desde Enero hasta Noviembre del 2009 encontrándose presente la misma en el 74.6% de la muestra, predominando el sexo femenino en un 58.6% y el grupo de edad de 60 a 64 años en un 47.2%. Los grupos medicamentosos más utilizados fueron las vitaminas y minerales en un 60.2% seguidos de los hipotensores en un 54.5%, predominó en un 75.2% la forma de prescripción por varios facultativos y las enfermedades cardiovasculares como las que más afectan a los adultos mayores para un 62.6%.

Summary

Polypharmacy in the elderly is a major health problem in today's society. We conducted a descriptive study, cross-section of the behavior of polypharmacy in older adults sector San Ruperto de La Pastora, Caracas, Venezuela from January to November 2009 and is present in the same 74.6% of the sample, predominantly the female and 58.6% in the age group 60 to 64 years in 47.2%. The groups most commonly used medications were vitamins and minerals to a 60.2% followed by a hypotensive 54.5%, 75.2% predominated in a prescription form by several physicians and cardiovascular disease as those that most affect older adults for a 62.6%.

INTRODUCCIÓN:

En la vida del ser humano se presentan diferentes etapas de su existencia bien definidas durante el desarrollo. La infancia es la primera, en la cual se da el primer contacto con el mundo y la sociedad en donde las personas le dan enseñanzas básicas para una formación personal. En la adolescencia el individuo se identifica con inquietud y rebeldía, ante las reglas establecidas en su afán de cambiar el mundo a su manera mientras su cuerpo se identifica y madura con su sexualidad. En la juventud, se desarrolla su personalidad al término de esta etapa se alcanzan logros de estabilidad social y personal. 1

Durante la madurez, que es la siguiente etapa el ser humano, se inicia a vivir con las bases del pasado, una familia y paz precisas. 1

En la tercera edad, así la última etapa del ser humano, el individuo empieza a sufrir los estragos físicos de su edad, comenzando por perder agilidades conocer su cabello, en fin pierde gran parte de sus habilidades físicas e intelectuales. 1

La ancianidad es una etapa avanzada en la existencia de los seres humanos vivos, etapa más o menos prolongada de la vida, a la que algunos llegan con mejor o peor fortuna y otros no. En general se la considera cronológicamente cercana al fin de la existencia de la persona tal y como la conocemos, aceptando que la muerte física es el final de esa etapa. Por lo tanto, la ancianidad en los seres humanos, puede considerarse que es poseedora de un valor en si misma o bien como la representación real de una serie de valores ínter actuantes, que condicionan y personalizan el paso por esa fase normal de la vida de forma notable, valores. 2

Ya en el Antiguo Testamento se destaca constantemente la dignidad y la sabiduría de la ancianidad y por otro lado en todas las religiones si bien el tratamiento que dan a la vida, a la ancianidad y a su final es variado, lo cierto es que todas se aventuran a construir y trasladar creencias en el “más allá”, esa zona misteriosa y potencialmente mágica para todo ser temporalmente vivo… físicamente. La ancianidad está muy relacionada con la libertad y las posibilidades de ejercer ese derecho natural, otra cosa son las limitaciones propias, individuales y circunstanciales… Sea como sea la ancianidad es la representación tangible de la primera ley natural: ”Velar por la propia conservación”. La identidad humana y la familia, son términos que las personas reconocen fácilmente como lo idéntico a sí mismas… lo más cercano. Los modelos sociales influyen de forma importante y determinan el lugar reservado para los considerados ancianos en esa sociedad. Dependiendo del énfasis que reciban los valores individuales y/o colectivos, así quedará posicionada la ancianidad. Cómo atemperar los grados de libertad dentro de la familia, es sin duda de gran importancia en el día a día de la convivencia y de la felicidad en esa sociedad primera. 2

Aristóteles decía que “una enfermedad es la vejez prematura, pero la vejez en sí misma es una enfermedad natural”. La ancianidad pues, no es un fenómeno de aparición súbita, ni sorpresiva, otra cosa es cuando el poseído toma conciencia de ello. Cuando el individuo ve modificada su figura corporal, a partir de ese momento no es raro que surja una reordenamiento del estilo de vida (forzado) y el individuo se plantee ciertos límites a su libertad dentro de un modelo de solidaridad y cohesión social dado, ya que la propia sociedad posiciona a las personas ejerciendo un cierto determinismo social. Así pues, el grado de autonomía y la dependencia, pueden considerarse dos caras de una misma moneda que actúan de forma inversamente proporcional. 2

La vida es comparable a un navegar. Hay un puerto de partida y un puerto de llegada. 3

Comenzar a vivir, es empezar a navegar hacia el puerto, el destino final. Comenzar a vivir es empezar a envejecer, por lo tanto el envejecimiento, el deterioro, pertenece a todas las edades aunque a la tercera edad le correspondan ciertas características que debemos de aceptar y darles sentido para que no nos lastimen y nos hagan personas irascibles e intratables. La decadencia física es una de esas características y consiste por lo general, en un "embotellamiento" de los sentidos, en un deterioro de la percepción, en trastornos visuales y auditivos. 3

Otra característica es la alteración frecuente en la emotividad, que les lleva a no ser dueños de sus sentimientos. Con facilidad se alteran, se deprimen y se resisten a todo cambio. Se aferran al pasado y temen el futuro. 3

A pesar de todo, no debe haber lugar para el pesimismo. Lo bello (la juventud) debe dejar paso a lo sublime (la vejez). 3

Porque sublime es la vida cargada con años de experiencia, de sabiduría, de entrega a los demás. 3

La persona de la tercera edad no debe olvidar lo que dice el pensador hindú Tagore: "No lloremos por haber perdido el sol, pues las lágrimas no nos dejarán ver las estrellas". 3

Y es que la tercera edad es una etapa más de la vida que nos ofrece gozo, nuevas oportunidades, y se debe vivir conscientemente, sin ajetreos, como una oportunidad para reflexionar sobre lo que se ha hecho o dejado de hacer. ¡Lo que falta por hacer! ¡Lo que falta por corregir! Debe ser un "tiempo luminoso" de coloquios interiores. Tiempo para hablar con uno mismo, con Dios, con los demás. Una etapa de la vida donde se ame la tranquilidad, el reposo, el silencio. Tiempo para huir de los ruidos, de los conflictos, de los peligros, de las tensiones. 3

Sólo con esta actitud se podrá realizar la misión de la tercera edad, que es llenar el vacío entre generaciones, enseñar la verdadera jerarquía de valores, transmitir las buenas costumbres, la cultura, la fe. Enriquecer al mundo y a la familia con las propias experiencias, con el consejo, con la serenidad y la paz que tanta falta hacen. 3


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