Incidencia del maltrato en el adulto mayor
Autor: Yenier Jiménez Hernández | Publicado:  10/05/2010 | Medicina Forense y Legal , Geriatria y Gerontologia | |
Incidencia del maltrato en el adulto mayor .4

Este se refiere a la existencia de un contexto social adverso en el cual se encuentran inmersas las personas mayores y que incluyen la victimización, el “viejismo”, la existencia de normas culturales, mitos y prejuicios que generan imágenes negativas de la vejez y que se expresan como discriminación, aislamiento, marginalidad y exclusión social. Por otra parte se refiere a la adopción de criterios abusivos que se expresan en falta de políticas públicas, recursos sociales y de salud adecuada, pensiones y jubilaciones no acordes a las necesidades de la tercera edad, dificultades en el acceso a servicios, mal ejercicio e incumplimiento de leyes, todos los cuales se traducen en pobreza económica y en todos los aspectos que permiten el desarrollo personal de las personas mayores.

Frente a lo anteriormente citado, se plantea un gran desafío hacia quienes llevarán las riendas de nuestro país de ahora en adelante. Es urgente que la sociedad en general pueda darse cuenta que el envejecimiento poblacional es un problema real que debemos asumir, que es necesario una reforma a la ley de violencia intra familiar que tipifique e incluya el maltrato hacia el adulto mayor y que se pueda educar para prevenir al respecto. Pero esto no es todo, ya es hora de que se les puedan abrir las puertas para disfrutar de una vejez digna, que dejen de ser discriminados por lucir canas en la cabeza, que se les pueda reinsertar en el plano laboral y social en general, pero, fundamentalmente, que como chilenos nos sintamos orgullosos de tener en nuestro hogar a quienes nos enseñaron a dar nuestros primeros pasos y que con sus enseñanzas nos inculcaron el sentido cívico de responsabilidad que forjará para los adultos mayores del mañana una mejor calidad de vida.

Señalar expresamente las conductas constitutivas de maltrato a la persona mayor con el fin esencial de garantizarles la protección, el restablecimiento, la defensa y garantía de sus derechos, es el propósito de un proyecto de ley radicado por la Representante, Gloria Stella Diaz, del Movimiento Político, MIRA.

“Todas las sociedades, al igual que la nuestra, están envejeciendo. El problema central de esta situación es que las mismas sociedades van alimentando y aceptando actitudes frente al estado de vejez que convierten a la persona mayor un ser tremendamente vulnerable al maltrato y al abuso, en cualquiera de sus manifestaciones. Por eso los temas relacionados con la vejez, deben convertirse en una preocupación nacional”, señaló la representante por Bogotá, del Movimiento Político MIRA, Gloria Stella Díaz Ortiz, al radicar una reciente iniciativa legislativa de su autoría.

Los datos que se tienen acerca de los casos de violencia contra el adulto mayor muestran una dura realidad. Según el Instituto Colombiano de Medicina Legal en 2005 se presentaron más de 4000 casos de violencia intrafamiliar hacia el adulto mayor, de los cuales 1092 casos de actos violentos ocurrieron sólo en Bogotá, 576 hombres y 516 mujeres, siendo reportados 5 casos de abuso carnal violento en personas mayores de 60 años en esta ciudad”. En el mismo año, 67 ancianos fueron sometidos a dictámenes sexológicos, víctimas de agresión sexual.

Sin embargo, la Representante advierte que “a pesar de la crudeza de estas cifras, el maltrato contra la persona mayor -en todas sus formas-, por lo general no es denunciado por las víctimas, pues les significa un enfrentamiento con los agresores, quienes usualmente son sus propios hijos o familiares, de los que dependen afectiva y/o económicamente”.

“La Constitución ordena tanto al Estado como a la Sociedad y a la Familia, proteger y asistir a las personas mayores y eso es lo que buscamos con este proyecto de ley”, manifestó la autora de la iniciativa, a la vez que señaló que “Colombia tiene que ir acorde con los avances internacionales en la materia. Por ello definimos el maltrato a la persona mayor como cualquier acto u omisión que produzca no solamente daño físico, sino también vulnere o ponga en peligro su integridad psíquica”.
Así las cosas, el proyecto define varios tipos de maltrato contra la persona mayor, a saber: maltrato físico; maltrato por abuso sexual; maltrato emocional o psicológico; maltrato por descuido, negligencia o abandono; y maltrato económico, financiero y patrimonial. Para cada una de estas formas de maltrato, el proyecto contempla sanciones de arresto y multa.

Las conductas cometidas en contra de la persona mayor son sancionadas con arresto y multa con el fin de que de un lado, el grupo familiar al que pertenece el adulto mayor comprenda la importancia de respetar los derechos fundamentales de este, y de otro, de brindar la oportunidad al integrante del grupo familiar infractor de restablecer las relaciones familiares y personales con la persona o adulto mayor, pues las sanciones son de menor entidad jurídica sin que por ello se pueda entender necesariamente que no son drásticas”, puntualizó Díaz Ortiz. (8)

Anualmente, se denuncia más de medio millón de casos de maltrato a adultos mayores y se estima que los casos no denunciados son tres o cuatro veces la cifra anterior. Según estadísticas recientes del Centro nacional sobre maltrato a adultos mayores (National Center on Elder Abuse), el 10.5 por ciento de los casos de maltrato involucra a hispanos y los expertos sostienen que estas cifras están aumentando.

"Hace diez años, yo hubiera dicho que el maltrato a adultos mayores no es un problema en la comunidad hispana. Actualmente, vemos cada vez más casos de todo tipo de maltrato: emocional, sexual, económico y mental. Lo que pensábamos que era contrario a nuestras costumbres está creciendo desmesuradamente", dice la doctora Carmela Lacayo, fundadora y presidente de la Asociación nacional de hispanos adultos mayores (National Association of Hispanic Elderly) y miembro del Consejo hispano de AARP (AARP Hispanic Council).

Una advertencia aún más grave hace el doctor Fernando Torres-Gil, decano de asuntos académicos de la Escuela de políticas públicas y trabajo social de la Universidad de California en Los Ángeles: "cuando se habla de maltrato a adultos mayores en nuestra comunidad, sólo hemos descubierto la punta del problema".

La composición tradicional de las familias hispanas puede ser una ventaja a medias respecto del maltrato a adultos mayores. "Los datos muestran que hay más adultos mayores hispanos que son atendidos por sus familias que los que lo son entre adultos mayores no hispanos. Mientras que es algo magnífico en sí mismo, también puede presentar problemas", sostiene el doctor Alejandro García, profesor de la Escuela de trabajo social de Syracuse University y presidente de la Junta de directores del Consejo nacional hispano sobre envejecimiento (National Hispanic Council on Aging). García explica que "los hispanos se casan más jóvenes, de modo que no es inusual que estemos en los cincuentas y seamos abuelos. Al mismo tiempo, es probable que aún sigamos cuidando de nuestros padres. Con frecuencia, llegamos al límite de nuestra paciencia y, ocasionalmente, nos desfogamos con la persona mayor. En otras ocasiones gritamos porque estamos molestos, o ignoramos al adulto mayor, que también es una forma de maltrato". (9)

Otros expertos atribuyen el incremento del maltrato entre los hispanos a los cambios de la época y al deseo de asimilarse a la cultura del país. Nos dice Torres-Gil, "el maltrato es la manifestación actual de la presión a la que están sometidas las familias hispanas. Según la tradición, los hispanos han venerado a sus mayores. Pero eso está cambiando. Las familias hispanas se sienten forzadas a mantener un cierto nivel de ingresos. Ambos padres trabajan. Estamos empezando a ver que la falta de respeto hacia los mayores y el egoísmo corrompen a nuestra comunidad. Como sucede con el resto de la población, influye sobre nosotros una cultura moderna y orientada a los jóvenes, que es muy materialista. Queremos lo que nuestro vecino tiene y estamos empezando a tener la mentalidad del 'yo primero'. Esto no es buen presagio para los adultos mayores".

Torres-Gil está especialmente alarmado por el maltrato financiero. Según dice, es un problema que ha aparecido hasta en su propio círculo de personas conocidas. "Se está haciendo muy común volver la mirada hacia los mayores para obtener recursos financieros. En zonas caras, como California, la persona mayor puede ser propietaria de una vivienda que, con el tiempo, ha ganado sustancialmente en valor. Entonces, se convierte en una fuente de tensión, en tanto que los miembros jóvenes de la familia discuten sobre qué va a heredar cada uno. En muchos casos, los adultos mayores colocan su vivienda en un fideicomiso a favor de sus hijos para poder ser beneficiarios de Medicaid. Ésa es una receta desastrosa", sostiene Torres-Gil.

Una preocupación particular es que las barreras culturales y de idioma impiden que los hispanos consigan ayuda cuando sufren maltrato. La mayor parte de los estados tiene una entidad de servicios de protección para adultos, cuyos funcionarios han sido capacitados para brindar servicios sociales, que incluye orientación a profesionales médicos y legales. Sin embargo, los problemas de maltrato en la comunidad hispana no son denunciados en la medida suficiente.


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