Prevalencia de la hipertension arterial en la comunidad de Monte Claro
Autor: Dr. Hugo Ignacio Tissert Chávez | Publicado:  11/05/2010 | Cardiologia | |
Prevalencia de la hipertension arterial en la comunidad de Monte Claro .4

Aunado a lo anterior, el género masculino es quién desarrolla más predisposición que las mujeres y aunque la causa es aún desconocida, si se ha comprobado en diferentes investigaciones. En este sentido, la encuesta Nacional de salud (edición 2000) revela que el 29% de la población adulta tiene (o tuvo) alguno de sus padres con hipertensión; así mismo, el 6,3% de los adultos tiene este antecedente en ambos padres. (25)

Un estudio que realizó un seguimiento a 1.160 varones durante 54 años, muestra que los hombres con uno o dos progenitores hipertensos tienen muchas más posibilidades de desarrollar el trastorno a lo largo de su vida que aquellos cuyos padres no tienen problemas con la presión arterial. En concreto, esta investigación desarrollada por científicos de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE.UU.), muestra que tener una madre con hipertensión aumenta en un 50% el riesgo de padecerla en el futuro. Si el hipertenso es el padre, la cifra se eleva hasta el 80%. Y, si ambos progenitores padecen el trastorno, supera 140%. Las posibilidades de sufrir hipertensión pueden ser hasta 20 veces superiores a la población general, si se desciende de dos personas que han desarrollado la enfermedad de forma muy temprana (antes de los 35 años). (18,21,26)

La herencia biológica, principalmente de padres a hijos entre una y otra generación, es un factor importante para preparar el terreno que, con el tiempo, favorecer el desencadenamiento de la hipertensión arterial.

Diversas investigaciones en el campo de la medicina moderna, han permitido confirmar que existen antecedentes de hipertensión arterial en las familias de al menos el 40 por ciento de los pacientes hipertensos. En observaciones a largo plazo, se ha encontrado que individuos que presentaron hipertensión arterial a los 38 años de edad, con antecedentes de hipertensión en uno o en ambos padres, tuvieron a los 6 y a los 21 años de vida cifras de presión arterial que a pesar de situarse dentro de límites normales fueron significativamente mayores a las que mostraron niños y jóvenes cuyos padres tenían una presión arterial normal.

Los hijos y descendientes de las personas hipertensas se deben tomar la tensión arterial una vez al año y estar muy atentas a los factores que elevan la tensión arterial y se pueden modificar y controlar como: la obesidad, el exceso de sal en la dieta, consumo elevado de alcohol y la vida sedentaria.

Al analizar los antecedentes familiares observamos que el 37.3% de los casos tiene antecedentes de algún familiar hipertenso, con una mayor prevalencia en los que se refieren a los padres con el 25.8%.

Tabla 3: ingestión de bebidas alcohólicas. 

prevalencia_hipertension_arterial/ingesta_alcoholica_HTA

La excesiva ingestión de alcohol puede conducir a aumento de la presión arterial y, en ocasiones, a hipertensión refractaria; pudiendo atribuirse directamente al exceso de alcohol el 10% de la hipertensión en hombres.

La asociación fue reportada en 1915, pero no fue hasta 1977 cuando en una gran población se demostró que el alcohol es un responsable de hipertensión. (27)

En el caso del enfermo hipertenso, no se recomienda la ingestión de bebidas alcohólicas, debido a que la acción tóxica del alcohol determina incremento de la actividad simpática, aumento del agua corporal total y volumen sanguíneo como resultado de los corticoesteroides y mineralocorticoides, excesiva ingestión de sodio a través del tipo de bebida ingerida y alteración en el trasporte de calcio hacia el interior de la célula (26,28).

Los estudios epidemiológicos indican una asociación consistente entre consumo de alcohol e hipertensión. El alcohol puede estimular el sistema nervioso simpático o inhibir a los vasodilatadores naturales; cuanta más alta es la ingesta de alcohol, más elevada es la tensión arterial, acción independiente de la edad, la etnia y el peso corporal. Una reducción del consumo de alcohol, se suele asociar con una disminución de la tensión arterial.

En un estudio Framingham, sobre el consumo de alcohol pronosticaba el aumento de la tensión arterial. Los niveles más elevados de tensión arterial se observaban en aquellos pacientes que consumían 6 o más unidades de alcohol diarias (1 unidad de alcohol equivale a 8-10 g de etanol o aproximadamente a media jarra de cerveza, un vaso de vino o una copa de licor). (14,15, 29)

El mecanismo presor del alcohol es desconocido. La caída de la tensión arterial que se produce al suspender el alcohol ocurre a las 24-48 horas. Esta rapidez de inicio y finalización del efecto presor puede involucrar al sistema nervioso simpático (SNS), como frecuencia cardiaca y catecolamina.

Cuando analizamos la relación con la ingestión de bebidas alcohólicas se observó la mayor prevalencia entre los que ingerían bebidas alcohólicas de 2 a 3 veces por semana con el 40.1%, aunque no es desestimable el 35.1% de los que ingerían más de 3 veces por semana.

Tabla 4: Comportamiento según ejercicios físicos. 

prevalencia_hipertension_arterial/ejercicio_fisico_HTA

La práctica de ejercicio físico es altamente recomendable, pues no sólo se produce una reducción de las presiones arteriales, sino que también tiene un efecto beneficioso sobre otros factores de riesgo cardiovascular tales como la obesidad, diabetes, colesterol alto, etc. Sea cual sea su edad hacer regularmente ejercicio físico moderado es un hábito saludable que le reportará beneficios a lo largo de toda la vida.

La actividad física aeróbica constituye uno de los principales pilares del tratamiento no farmacológico en pacientes hipertensos. Hay evidencias que demuestran que con la práctica regular de ejercicios aeróbicos, como por ejemplo 30 ó 40 minutos de caminata a paso vivo, 3 ó 4 veces por semana, se puede disminuir la presión sanguínea. Con la práctica de actividad física isotónica, progresiva y sistemática, de 20 minutos diarios, se ha observado una disminución de la mortalidad por causa cardiovascular de un 30%. Por el contrario, individuos sedentarios normotensos tienen entre un 20% y un 50% más de riesgo de desarrollar hipertensión arterial, cuando se los compara con aquellos que se mantienen entrenados. (30)

El beneficio del ejercicio no puede atribuirse solamente a la disminución de la presión arterial, ya que la práctica del mismo modifica favorablemente los lípidos sanguíneos, disminuye la frecuencia cardiaca como reflejo de una menor actividad nerviosa simpática, aumenta las prostaglandinas vasodilatadoras, disminuye la actividad renínica plasmática y mejora la sensibilidad a la insulina.

En nuestro estudio se observó que el 77.4% de los casos realizan ejercicios físicos solo 1 vez por semana o menos.

Tabla 5: Comportamiento según enfermedades asociadas. 

prevalencia_hipertension_arterial/comorbilidad_patologia_asociada

La hipertensión arterial (HTA) es más frecuente en el paciente diabético, aproximadamente el doble que en la población no diabética (33% versus 15%). Hipertensión y diabetes comparten factores de riesgo vascular parecido. Se ha acumulado suficiente evidencia sobre el papel que la hipertensión ejerce sobre las complicaciones micro y macrovasculares en el enfermo con diabetes a nivel del riñón, la retina, sistema nervioso y cardiovascular. (31)


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