Medicina alternativa-complementaria en enfermedades prostáticas. Cap. 2 – Terapia biologica en cancer prostatico y crecimiento prostatico benigno sintomatico
Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli | Publicado:  24/06/2010 | Medicina alternativa, complementaria en ... | |
Estadisticas importancia enfermedades prostaticas no convencionales - terapia biologica .3

Igualmente Thompson (2007) refería que el Finasteride disminuía también la aparición de neoplasia intraepitelial prostática de alto grado (HGPIN). Considerada ésta una lesión premaligna, si se disminuye su frecuencia podría disminuirse el riesgo de tener cáncer de próstata. En el estudio mencionado previamente el PCPT (Prostate Cáncer Prevention Trial) hombres con antígeno prostático especifico (PSA) mayor de 4 ng/ml o con tacto prostático sospechoso se le hacía biopsia prostática. A todos los hombres libres de cáncer se les hizo biopsia prostática luego de 7 años en el estudio. Se consiguió en ambos grupos PIN de alto grado (HGPIN) en 276 hombres (6%) en el grupo de Finasteride versus en 347 hombres (7.1%) en el grupo placebo. PIN de alto grado acompañando al cáncer prostático fue conseguido en 144 hombres (3.2%) en el grupo finasteride versus en 223 (4.6%) en el grupo placebo.

La conclusión fue que el Finasteride redujo significativamente el riesgo total de neoplasia intraepitelial prostática de alto grado (HGPIN).

Klein (2003) en su estudio refería la utilidad de la combinación de Selenio y Vitamina E para reducir el riesgo de cáncer de próstata.

Variadas terapéuticas de Medicina Complementaria/Alternativa (CAM) se aplican en pacientes afectados de prostatitis crónica/síndrome de dolor crónico pelviano masculino, como por ejemplo la acupuntura, el biofeedback, la electroestimulación, los suplementos nutricionales y los suplementos herbarios o fitoterápicos como el Saw Palmetto, Cernilton y Quercetina) (Capodice 2005).

La importancia de la Medicina Complementaria/Alternativa en enfermedades prostáticas y de la quimioprevención en el cáncer de próstata específicamente ha adquirido tal grado de importancia, que se realizó en la ciudad de San Antonio de Texas (USA), la ‘Primera Conferencia Internacional sobre Quimioprevención de Cáncer de Próstata’ en Marzo del 2003 (Thompson 2004) donde se hablaron de tópicos como el rol de los componentes de la dieta diaria, rol de las hormonas, rol de la inflamación o infección en los casos de cáncer de próstata, investigación genética, y en general de todos aquellos tópicos que son de importancia para el médico general y más particularmente para el médico urólogo, que día tras día ve crecer el número de pacientes que bien sea con prescripción o sin ella, toman ‘productos’ pertenecientes al mundo de la Medicina Complementaria/Alternativa, por lo cual no solo debemos estar preparados sino educados al respecto ya que sin duda alguna ha entrado a formar parte de la terapéutica diaria de casos con enfermedades prostáticas, de la naturaleza que fuere.

El Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos (NCI) está desarrollando programas con agentes quimiopreventivos de variadas naturalezas como lo revela Parnes (2004).

Es tal el entusiasmo que despierta el tema, que en la actualidad hay numerosos estudios randomizados controlados y prospectivos de los países más desarrollados del mundo, para investigar la eficacia de una serie de agentes bien sea naturales o producidos por laboratorios (antiinflamatorios inhibidores ciclo-oxigenasa-2, inhibidores de la 5-alfa reductasa, agentes provenientes de productos naturales, vitaminas, bloqueantes alfa-1 adrenérgicos) entre otros. (Djavan 2004).

UNA CONSIDERABLE CANTIDAD DE INFORMACIONES CIENTÍFICAS DEMUESTRAN QUE LA DIETA DIARIA CONSUMIDA EN LAS SOCIEDADES OCCIDENTALES PODRÍA SER UNO DE LOS FACTORES MEDIOAMBIENTALES QUE TENGAN DIRECTA RESPONSABILIDAD EN LA PROGRESIÓN DE FOCOS MICROSCÓPICOS DE CÁNCER PROSTÁTICO A TENER UNA NEOPLASIA PROSTÁTICA CLÍNICAMENTE SIGNIFICATIVA. LA DIETA OCCIDENTAL SE CARACTERIZA POR UN ALTO CONSUMO DE ENERGÍA, ALTO CONSUMO DE GRASAS Y EXCESO DE LA INGESTIÓN DE PRODUCTOS ANIMALES (LÁCTEOS Y CARNES ROJAS ESPECÍFICAMENTE) LO CUAL TIENE UNA RELACIÓN INEQUÍVOCA Y DIRECTA CON EL CÁNCER PROSTÁTICO. JONIAU (2004) DEMOSTRÓ QUE DANDO UNA DIETA SUPLEMENTARIA RICA EN SELENIO, VITAMINA E ISOFLAVONOIDES LUEGO QUE AL PACIENTE SE LE DIAGNOSTICARA UN PIN DE ALTO GRADO CON PSA ELEVADO, COMPLEMENTÁNDOSE CON BIOPSIAS PROSTÁTICAS A LOS 3 Y 6 MESES, EN 64% DE LOS CASOS EL PSA DISMINUYÓ. Y EN ESTE GRUPO EL RIESGO GLOBAL DE CÁNCER PROSTÁTICO FUE DEL 24.5% EN COMPARACIÓN CON EL 36% DE AQUELLOS PACIENTES QUE SU PSA SIGUIÓ INCREMENTÁNDOSE.

Por lo demás es bien sabido que tener antecedentes de cáncer de próstata en la familia aumentará el riesgo de padecerlo en la descendencia. Está asociado con uno o más cambios genéticos que afectarán el crecimiento y la división celular. Se estima que 9% de los cánceres prostáticos diagnosticados por primera vez podrían ser rastreados hereditariamente y alrededor de un 44% de todos los cánceres prostáticos serán ocasionados por factores genéticos. Esto sumado al hecho de que el cáncer de próstata como cáncer de estirpe epitelial al fin, tendrá un periodo de latencia largo por lo cual se puede pensar, y ésta es la base de la quimioprevención, que es un cáncer que se podría prevenir al cambiar hábitos, dieta y estilo de vida, así como a la ingesta de ciertas sustancias o medicamentos que alterarán sin duda alguna, el curso natural de la enfermedad cancerosa prostática Barqawi (2004).

Willis (2003) refirió que el rol de la nutrición en la prevención del cáncer prostático en relación a varias sustancias que se encuentran en la dieta diaria de todo ser humano y que han demostrado tener efectos positivos en reducir o prevenir la aparición de cáncer prostático incluyendo carotenoides (Licopeno), retinoides (vitamina A), vitamina E, vitamina C, selenio, polifenoles.

Tienen sin duda efectos sobre la proliferación celular, sobre la diferenciación celular y en la señalización relacionada con los pasos de la carcinogénesis (iniciación, progresión, regresión) del cáncer prostático. Todo esto será útil, sobre todo, en poblaciones de alto riesgo de padecer cáncer prostático.

En numerosas publicaciones vemos tablas que demuestran inclusive el porcentaje de muertes por cáncer que podrían ser prevenidas solamente por cambios dietéticos (Nelson 1996,1997,2001), (Moyad 2000,2001, 2002, 2004) Moyad (2002) refería que aproximadamente un 33% de los cánceres están directamente relacionados a la dieta, un 33% al hábito de fumar y un 33% obedecen a causas desconocidas o bien a una variedad de factores por lo cual un 66% de los cánceres pudieran ser prevenidos, en el peor de los casos. Por lo tanto es importante tratar de educar a la gente en cómo reducir el riesgo de tener un cáncer, o bien reducir el chance de su progresión.

En los ‘Lineamientos’ de la Asociación Europea de Urología (EAU) (2006) en el capítulo del cáncer de próstata en lo referente a ‘Factores de Riesgo’ mencionaban que los ‘Factores Exógenos’ aumentarán el riesgo de progresión del denominado cáncer latente prostático a cáncer prostático clínicamente evidente. A pesar de que la identidad de estos factores es todavía tema de debate, ya se acepta que una dieta alta en grasas animales aumentará el riesgo de tener cáncer prostático.

También se sabe que una baja ingesta de vitamina, lignanos, selenio e isoflavonas ocasionarán el mismo aumento del riesgo de cáncer prostático. Este será inversamente proporcional al sol recibido por el paciente, es decir a mayor exposición al sol menor riesgo de cáncer prostático y viceversa.

Recomendándose además una ingesta elevada de frutas, vegetales y cereales. Esos argumentos no son nuevos y uno de ellos, ha existido desde hace miles de años, como es el referente a la dieta aconsejada en pacientes urológicos, al punto que ya entre los griegos, romanos y médicos de la época medieval, como por ejemplo de la escuela médica salernitana, tenían regímenes dietéticos, donde se recomendaban dietas de protección urinaria, con la utilización de productos herbarios (Fitoterapia), que aliviaban, o inclusive curaban las afecciones del sistema urinario que afectaban a los hombres de ésas épocas.

En los últimos 10 años ha habido un redescubrimiento y revitalización de dichos argumentos, con el aporte de estudios de investigación serios, que valoran de manera científica la utilización de dichas alternativas, haciendo desaparecer el sentido empírico de su uso (Moyad 2000,2001,2002,2002), (Potenziani 2001,2002,2005), (Thompson 1997,2001,2004).

La utilización de argumentos dietéticos y suplementarios para la glándula prostática dejaron de tener un sentido anecdótico y casual ya que se están utilizando en los principales hospitales del mundo tanto en el continente americano como en el continente europeo y asiático, formando parte del enfoque terapéutico global de un paciente con trastornos urinarios bajos de vaciamiento o de llenado vesical, así como en Servicios oncológicos para el enfoque global de una paciente con cáncer (Suplementación-Quimioprevención Prostática). No hay duda que su utilización se ha incrementado en los últimos 10 años en países como Estados Unidos, Reino Unido, en países del occidente europeo (Francia, Italia, España, Alemania), en Australia y en Canadá.

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