Algunas alteraciones de la mucosa bucal y periodontales relacionadas con el habito de masticar Khat
Autor: Dr. Oscar Norberto García-Roco Pérez | Publicado:  12/07/2010 | Odontologia y Estomatologia , Cirugia Maxilofacial | |
Algunas alteraciones mucosa bucal y periodontales relacionadas con el habito de masticar Khat .3

La Tabla 4 muestra la distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat, tipo y localización de lesiones de la mucosa bucal. Las lesiones blanquecinas fueron más comunes en la encía vestibular inferior, mucosa alveolar y surco vestibular en el área del segundo premolar a molares. La mayoría de las lesiones blanquecinas aparecieron en el lado de masticación que mostró un 100.0%, en relación al 12.8% y 9.3% detectado en el lado de no masticación según la frecuencia del hábito, diferencia altamente significativa (p=0.001). En ambos grupos de pacientes la mayoría de las lesiones fueron homogéneas con un 83.9% y 92.1% respectivamente; sin embargo las no homogéneas se asociaron a una mayor frecuencia del hábito con 44 casos de los 49 reportados (16.1%). Dos pacientes resultaron masticadores bilaterales compulsivos y mostraron lesiones no homogéneas en ambos carrillos. En todos los casos las lesiones blanquecinas fueron diagnosticadas clínicamente como queratosis friccional con asociación de factores de irritación mecánica y química; no se apreciaron signos de malignización o cambios premalignos. Ningún paciente accedió a la realización de biopsia.

Tabla 4. Distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat, tipo y localización de lesiones de la mucosa bucal. 

alteraciones_bucales_khat/localizacion_lesiones_frecuencia

(p=0.001)

* Todas se diagnosticaron clínicamente como queratosis friccional.
** En hábito frecuente se incluyó a los masticadores diarios y 2-4 veces por semana, el resto de categorías en hábito poco frecuente.

La Tabla 5 refleja los problemas periodontales detectados según valoración realizada en zona de premolares y molares inferiores. Los pacientes se agruparon en dos grandes grupos de edades, de 18-37 y de 38 y más años; aquellos de hábito frecuente mostraron bolsas periodontales en el 56.4% y 88.2% respectivamente, en relación al 42.5% y 75.0% de aquellos con menor frecuencia. Aunque la diferencia no resulta muy significativa, por la etiología multifactorial de la enfermedad, se apreció mayor prevalencia en masticadores frecuentes y en edades tempranas; así como una mayor diferencia de profundidad entre las bolsas del lado de masticación y el contra lateral que el 83.0% de los jóvenes fue de 1 a 3 mm y en el 48.1% de los adultos fue de 3 a 5 mm, mucho más severo que el 52.9% y 27.8% mostrado en los pacientes con menor frecuencia del hábito. (p< 0.05) Sin embargo, en relación a la movilidad dentaria, no se encontraron diferencias significativas.

Tabla 5. Distribución de la muestra por grupos etáreos según la frecuencia del hábito de masticar Khat y severidad de la enfermedad periodontal. 

alteraciones_bucales_khat/severidad_enfermedad_periodontal

* Valoración realizada en zona de premolares y molares.

DISCUSIÓN:

Se estima que mundialmente varios millones de personas son consumidoras de Khat, cantidad que se ha ido incrementando como consecuencia de la generalización del transporte aéreo. En Yemen, se estima que de un 70-80% de la población en las edades comprendidas entre 16 y 50 años ha masticado al menos una vez en su vida el Khat; aproximadamente el 50-60% de las mujeres mastican Khat más de una vez a la semana en comparación con el 80-85% de los hombres. Esto se puede asociar a la total separación de sexos en sus funciones sociales, quedando la mujer excluida, sin embargo, ella mantiene sus propias sesiones de Khat, pero con menos frecuencia que las de los hombres (3,9,10). No obstante se reconoce la posibilidad de un subregistro pues muchas no reconocen practicar el hábito aún cuando resulta evidente, está muchas veces prohibido en mujeres solteras, etc (2, 11, 13).

Coincidentemente, el estudio realizado muestra una mayor asociación entre el sexo masculino y el hábito de masticar Khat. El Khat está ligado íntimamente a la vida social y cultural de los yemenitas y de otros pueblos arraigados a este hábito. Muchas de las casas se construyeron destinando una cálida habitación de recibimiento en donde masticar Khat. Durante las sesiones de Khat, puede beberse, por ejemplo cola, té negro o simplemente agua fría. Las sesiones de Khat normalmente empiezan después de la comida. Sin embargo, en algunas zonas y estratos poblacionales se empieza a masticar mucho más temprano, justo después del desayuno y se continúa durante el día (11,14).

Desde el punto de vista social, el hábito de consumo del Khat sin duda posee importancia, especialmente en Yemen. Allí, el Khat es esencial en el contexto de la vida social, y consecuentemente la mayoría de los yemenís conceden a esta droga un gran valor, despreciándose los aspectos negativos que el Khat puede causar a nivel familiar. La sesión de Khat representa un aspecto social importante para la sociedad yemení. A pesar de la reducción de las horas de trabajo debida a la masticación del Khat, estas sesiones proporcionan un escenario para la comunicación en donde tienen lugar intercambios de ideas y de información. (15) Al principio el Khat era únicamente consumido por personas de edad avanzada, y en conexión con ritos religiosos. Masticaban Khat y bebían café con el fin de mantenerse despiertos y rezar. Más tarde su uso se extendió a actividades no religiosas, tales como bodas, funerales y reuniones de negocios.

Otros grupos de edades empezaron también a consumir Khat. Tristemente, los individuos gastan sus ingresos en la compra del Khat provocando el abandono de las necesidades de sus propias familias. A veces la mitad de los ingresos familiares pueden gastarse en el consumo de Khat. El principal efecto del consumo crónico de Khat supone un peligro económico y social causado por individuos y comunidades debido a la pérdida de horas de trabajo, estimadas en 3 a 5 por cada día. También el cultivo del Khat significó una disminución en la producción de otras importantes cosechas como los cereales, provocando ello malnutrición y enfermedades (11,12,15).

Diferentes alteraciones en órganos y tejidos de nuestra economía han sido relacionadas con el hábito de masticar y almacenar el Khat. El primer intento por identificar el principio activo de la hoja de Khat, fue realizado por Flucer y Gerock en 1887, los cuales consideraron la posibilidad de que la cafeína fuese el elemento presente en la planta. En 1930, un alcaloide de una estructura química definida, la catina o norseudoefedrina fue aislado de sus hojas (Wolfs 1930). Sin embargo en 1958, el laboratorio de narcóticos de las Naciones Unidas reanalizó los elementos procedentes de la hoja del Khat, y estas investigaciones les llevaron al aislamiento del alcaloide alfaaminopropiofenona, una sustancia químicamente relacionada con la anfetamina, a la cual se le dio el nombre de catinona (Szendrei 1980). Otros constituyentes incluyeron taninos, aminoácidos y una importante cantidad de ácidos ascórbicos, magnesio y betacarotenos. El valor de mercado de las hojas está relacionado con la cantidad de catinona. Se comprobó cómo el alcaloide desaparecía de las hojas cuando éstas se marchitaban, lo cual explica que el consumidor quiera que éstas estén lo más frescas posible. La catinona se absorbe rápidamente después de administrarse oralmente y se metaboliza en el hígado apareciendo sólo una pequeña fracción en la orina. La acción más rápida e intensa de la catinona comparada con la catina, se explica por su gran solubilidad lipídica, lo cual facilita el acceso al Sistema Nervioso Central. (13,14,15)


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