La educacion para la salud un abordaje en el trabajo de enfermeria con las comunidades
Autor: Luigina Pirantozzi | Publicado:  14/07/2010 | Enfermeria | |
La educacion para la salud un abordaje en el trabajo de enfermeria con las comunidades .3

1- Utilizar el modelo persuasivo-motivacional (información + motivación) para modificar actitudes y dejar el camino abierto para el cambio de los comportamientos.

2- Tener en cuenta las contingencias situacionales: medio ambiente físico, psicosocial y sociocultural.

Para lograr el Modelo pragmático o multifactorial se recomienda: a- Suministro de información veraz, completa, comprensible, exposición, atención y comprensión del mensaje, usar la fuente de información más adecuada, repetir la información a través de varios medios. b- Cambio de actitud (motivación), actitud: Predisposición mental adquirida y duradera a comportarse de una forma determinada frente objetos, personas o situaciones.

Depende de factores: Cognitivos: lo que saben del estímulo e intenciones frente al estimulo afectivos: lo que sienten hacia el estímulo. En relación al cambio de conducta: se debe dar instrucciones claras sobre cómo cambiar la conducta, servicios asequibles de ayuda de cambio, ambiente neutro o favorable: general (político) y comunitario (escuela, familia, trabajo).

Instituciones Educativas, Comunidades y Promoción Para la Salud.

Desde el inicio la educación para la salud ha considerado a la escuela como un elemento indispensable y valioso para el desarrollo de actividades y comportamientos necesarios para lograr un adecuado nivel de vida. Educar no es informar y tampoco persuadir. Su finalidad no es que se lleven a cabo comportamientos definidos y prescritos por el experto, sino facilitar que las personas desarrollen capacidades que les permitan tomar decisiones conscientes y autónomas sobre su propia salud. En la práctica se trata de facilitar a la persona o al grupo conocer su situación y hablar de ella en primer lugar, o sea, escuchar antes de informar o de dar la orientación; ayudarles a pensar más que pensar por ellos y ellas y no darles soluciones sino facilitar que encuentren las suyas propias. No se trata de prescribir comportamientos sino de promoverlos.

Por lo tanto, la comunidad escolar se le pueden designar las estrategias de promoción de la salud que constituyen los elementos básicos de la carta de Ottawa, desde el proyecto de una política escolar y la creación de ambientes saludables a la formación y preparación de las personas, donde el aspecto de capacitación forma parte de la definición de promoción de la salud que implica la participación de los estudiantes en la asignación de responsabilidades para reflexionar sobre su situación y tomar decisiones sobre su comportamiento.

En cuanto a la función del docente, este observa los problemas de salud considerados como primordiales por la población estudiantil y estimular la investigación de los problemas , circunstancias, factores que determinan lo relacionado con la conducta y los estilos de vida, considerando también que parte de estos factores dependen del ambiente familiar, por lo cual la cooperación de los padres se considera imprescindible para las actividades de promoción de salud en las escuelas; por consiguiente es importante considerar las interacciones escuela-comunidad. También las instituciones de salud juegan un rol importante en la planificación de programas de promoción de la salud. La relación entre estos sectores servirá de apoyo, ya que la escuela debe integrar su programa de promoción de la salud en el plan educativo.

Los comité de salud voceros de los consejos comunales cada día tienen mayor participación en el proceso de intercambio de experiencias en comunidades venezolanas, la búsqueda de estrategias propias en la definición de sus problemas, la toma decisiones y planificación de actividades para promover la salud es un hecho que incita ser observado.

Entre los objetivos que se pretende alcanzar por los responsables de ideologizar al sujeto en el rescate como actor activo de su salud es: Promover hábitos de vida saludables, informar a la población de las conductas positivas y negativas, ayudar a modificar comportamientos negativos para la salud, motivar a las personas para la modificación de sus conductas y capacitar a los individuos a tomar sus propias decisiones en el proceso de la salud.

En este contexto de la promoción de la salud y la participación comunitaria se considera fundamental para los procesos de desarrollo comunitario, permitiendo cambios en la organización y estructuración de los servicios sanitarios como forma de actuación de los profesionales que trabajan en ellos, lo que implica un modo de entender su función y su relación con las personas y con la comunidad, por lo tanto es preciso que el área de atención transite de la enfermedad a la promoción de la salud. En relación a esto, cuando se plantea la necesidad de un nuevo enfoque en la formación de los profesionales de la salud, es para que puedan contribuir con acciones de promoción de la salud en las personas y comunidades con un enfoque holístico y en continua relación con el ambiente físico, psicológico, cultural y social del individuo.

La Educación para la Salud debe impregnar todo el currículo en los diferentes niveles educativos, para iniciar las actuaciones que promuevan la Salud, se deben introducir en las áreas de conocimientos suficientes hechos, conceptos y principios que permitan discriminar lo salubre de lo insalubre en nuestra realidad próxima, así como ofrecer suficientes procedimientos, habilidades y destrezas para mantenerse saludable y/o mejorar esa realidad, además 6 garantiza la interiorización de normas de salud, a precio de valores de vida y manifestación de actitudes saludables que permitan la presencia de un ambiente sano en nuestra acción educativa.

Sin embargo, la Educación para la Salud (EPS) es una práctica antigua, aunque ha variado sustancialmente en cuanto a su enfoque ideológico y metodológico como consecuencia de los cambios paradigmáticos en relación a la salud: De un concepto de salud como no-enfermedad hacia otro más global, que considera la salud como la globalidad dinámica de bienestar físico, psíquico y social.

En este sentido 6 el desarrollo de la Educación para la Salud en la escuela, familia y comunidad, viene condicionado por un compromiso de estos en que propugne los valores básicos para la vida y la convivencia: la libertad, la igualdad, la justicia y la solidaridad, la tolerancia y el respeto, la paz, la responsabilidad y la salud, entre otros principios necesarios para dar una respuesta educativa a los problemas de nuestra sociedad, tales como la degradación ambiental, la inseguridad, la agresividad y la violencia, el consumismo, la discriminación y actitudes antisociales o los estilos de vida poco saludables. En definitiva, una respuesta educativa a la realidad social que compartimos.
El paso del concepto negativo de la salud a una visión positiva ha conducido a un movimiento ideológico, según el cual, las acciones deben ir dirigidas a fomentar estilos de vida sanos, frente al enfoque preventivo que había prevalecido hasta entonces. Paralelamente, se ha producido un cambio terminológico: De la tradicional denominación de Educación Sanitaria a la actual Educación para la Salud (EPS).

Desde una perspectiva de promoción de la salud, capacitando a la población para que pueda adoptar formas de vidas saludables.

Esta revolución ideológica ha llevado, como consecuencia, a la evolución en los criterios sobre los que se sustenta el concepto de educación para la salud; se pretende que se convierta de forma permanente en un proceso de formación, de responsabilización del individuo a fin de que adquiera los conocimientos, las actitudes sobre los hábitos básicos para la defensa y promoción de la salud individual y colectiva. Es decir, como un intento de responsabilizar al alumno en las diferentes áreas de actuación, a los líderes comunitarios en su trabajo diario, jefes de familias en sus hogares, a la ciudadanía en general, y de prepararlos para que, poco a poco, adopten un estilo de vida lo más sano posible y unas conductas positivas de salud.

Por otro lado, se recomienda que la investigación para la salud comprenda el desarrollo de acciones que contribuyan: al conocimiento de los procesos biológicos y psicológicos en los seres humanos; al conocimiento de los vínculos entre las causas de enfermedad, la práctica médica y la estructura social; a la prevención y control de los problemas de salud que se consideren prioritarios para la población; al conocimiento y control de los efectos nocivos del ambiente en la salud; al estudio de las técnicas y métodos que se recomienden o empleen para la prestación de servicios de salud, y a la producción nacional de insumos para la salud.


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