Aspectos bioeticos de la seguridad alimentaria
Autor: Iraima M. Acuña G. | Publicado:  11/11/2010 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Endocrinologia y Nutricion | |
Aspectos bioeticos de la seguridad alimentaria .4

La lucha contra el hambre basada en la disminución de los precios agrícolas no puede ser efectiva ya que los mal alimentados no son “consumidores-compradores” de alimentos sino “productores-vendedores” que ven de esta forma reducido aún más su ya débil poder adquisitivo al obtener menos dinero por sus cosechas. El efecto siguiente es un país con dependencia alimentaria externa, lo que le supone un fuerte endeudamiento que no atrae inversiones extranjeras: en definitiva, un país empobrecido que difícilmente puede salir de este ciclo involutivo. (9) En el año 2000, el Banco Mundial estimó que 2800 millones de personas vivían con menos de un dólar al día, de las cuales 15% se encontraban en América Latina y el Caribe mientras que 50% de la población de la tierra se encontraba por debajo de la línea de pobreza y mas de 1300 millones de personas no podían satisfacer sus necesidades básicas de consumo. (16)

5.- Salud Social:

La pobreza puede entenderse en las sociedades modernas como una situación social generada más por el despilfarro que por la escasez y por una gran diferenciación de clases sociales que determina la desigual distribución de la riqueza y los recursos. (17) Pobreza es la carencia de algo necesario, siendo sus grados extremos la miseria, a la cual se considera que se llega cuando las personas no tienen lo mínimo necesario para satisfacer sus necesidades más apremiantes. Si valoramos la pobreza en función de la necesidad, la gran mayoría de los habitantes de las ciudades modernas se están aproximando a ella. En 1998 según al Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), (7) 204 millones de personas vivían en pobreza en América Latina, 78 millones de ellas en zonas rurales. Cada año ocurre migración masiva del campo hacia la ciudad, con la acumulación excesiva de habitantes en ellas, lo que explica los cinturones de miseria esparcidos alrededor de las grandes ciudades. (18)

La pobreza en la ciudad significa además de carencia, contradicción con una sociedad rica, (19) con la que coexiste en el mismo espacio físico y es a estas personas, transformadas por las circunstancias económicas y sociales que les rodean en individuos marginales, (19,20) a quienes les esperan, (21) la desocupación, la frustración y una vida de infortunios, sumida en barrios, que como cinturones de miseria proliferan en las grandes ciudades. (5)

La desnutrición, además de relacionarse con aspectos fisiológicos, también lo hace con muchos otros factores, entre ellos los de índole social, política, económica y cultural. Las mujeres son las principales proveedoras de los alimentos que consumen los niños durante los períodos más importantes de su desarrollo, pero las prácticas de atención de los niños más vinculadas a su bienestar en materia de nutrición sufren invariablemente las consecuencias de la división del trabajo y los recursos, que favorece a los hombres, y la discriminación en la educación y el empleo contra las niñas y las mujeres. Otra forma de discriminación es la falta de acceso a la educación de buena calidad y a la información correcta. La discriminación y violencia contra las mujeres son por tanto causas importantes de desnutrición; es por ello que si no hay estrategias en materia de información ni programas educativos mejores y más accesibles, es imposible lograr el nivel de conciencia, las aptitudes y las prácticas necesarias para combatir la desnutrición. (2)

Más de 300 millones de estos pobres absolutos, son niños cuyas madres nunca recibieron ninguna atención durante el embarazo, sus nacimientos no fueron asistidos por personal capacitado, jamás se alimentarán adecuadamente para el crecimiento de su mente y de su cuerpo y nunca serán vacunados contra enfermedades infantiles prevenibles, hechos que los condenan irremediablemente a tener baja expectativa de vida. (6,7)

Es por ello que siempre que sea posible, los proyectos de ayuda alimentaria deben vincular la emergencia al desarrollo, por ello se deben de contemplar alternativas a las donaciones gratuitas de alimentos como la modalidad de comida o dinero a cambio de trabajo, puesto que combinan mejor los objetivos inmediatos (transferencia de ingresos y reducción de la vulnerabilidad) con los de largo plazo (seguridad alimentaria y desarrollo). La erradicación del hambre es un paso decisivo para mitigar la pobreza y la desigualdad; está en juego la vida de millones de personas y la dignidad de todos. (2)

6.- Salud bionatural:

Las estimaciones actuales cifran en 6.000 millones el número de habitantes del planeta: de ese total, 3.000 millones constituyen la población agrícola/rural con 1.300 millones de población activa. Esto supone decir que la mitad de la población activa total del mundo vive en zonas rurales y depende económicamente de la agricultura y la ganadería. La recomendación de la FAO es que “hay que adoptar un procedimiento prudente para afrontar las preocupaciones legítimas por la bioseguridad de cada producto o proceso antes y después de su homologación a fin de asegurar que sigan siendo inocuos para los seres humanos, los animales y el medio ambiente”. (9)

7.- Salud biotécnica:

La revolución agrícola contemporánea, basada fundamentalmente en la utilización de aperos adecuados ha beneficiado solamente a una pequeña parte de los agricultores del mundo. La llamada revolución verde (utilización de variedades seleccionadas, fertilizantes, productos fitosanitarios) ha llegado aproximadamente a sólo dos tercios de los agricultores del mundo, mientras que el tercio restante (unos 450 millones de trabajadores, lo que supone un total de unos 1250 millones de personas) debe vivir de una agricultura pobre, que utiliza aperos manuales, sin abonos ni tratamiento fitosanitarios y cultivando variedades que no han sido objeto de ninguna mejora genética. (9)

Los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura son la materia prima indispensable para el mejoramiento genético de los cultivos, por medio de la selección de los agricultores, el fitomejoramiento clásico y las biotecnologías modernas, y son esenciales para la adaptación a los cambios imprevisibles del medio ambiente y las necesidades humanas futuras. Sin embargo, la transferencia de tecnología en concreto, de los avances logrados en alimentación transgénica, aún plantean dudas sobre su inocuidad en el ser humano, ya que si estos alimentos no son inocuos, el riesgo de que el problema se agrave será cada vez mayor. (22)

En un momento tan dramático de la historia del hombre, en el que se nos planeta según las Naciones Unidas (7) el reto para los próximos 30 años de la nutrición de 3000 millones de individuos más y si en Bioética la pobreza, las necesidades alimentarias y la marginación y exclusión social son factores relevantes, siendo el origen y final del problema la clara situación de injusticia distributiva ¿Por qué es tan difícil encontrar soluciones fácticas a este problema?

La salud social se expresa a través de indicadores relacionados con la satisfacción de necesidades socio-culturales, como son los indicadores de ausencia de solidaridad, cooperación, actividad productiva, integración social, participación, formación y recreación. Para la salud social, al igual o peor que para la biológica o la mental, no han existido programas de prevención y la curación o profilaxia ha sido infuncional o deficiente. Lo social, o mejor dicho las patologías sociales, por su carácter de desestabilizador directo de la sociedad, es el nivel de la salud del individuo, de la comunidad o de la sociedad que en la actualidad es más atacada aunque no en forma exitosa, sobre todo si tomamos en consideración que la violencia social es una patología “en aumento”. (23)

CONCLUSIONES.

Una vez cubierta la seguridad alimentaria a través de los mecanismos que faciliten la propia autosuficiencia, es necesario que el Estado intervenga proporcionando “un adecuado nivel de vida” a sus habitantes. La posibilidad de salud política de una población encaminada hacia la noción filosófica de “vida buena”, se fundamenta en la atención de sus necesidades básicas (trabajo, alimentación, salud, educación), que garantice una vida digna, fundada en el trabajo creador. Solo protegiendo el derecho a la vida, a la alimentación y a la asistencia sanitaria es que el hambre disminuye.

La ayuda al desarrollo y capacitación para la autosuficiencia de las poblaciones diseña estrategias, forma a las poblaciones, haciéndolas dueñas de su destino y de su futuro. Sin embargo, la mayoría de los problemas sociales más graves requieren de una respuesta colectiva y cívica por parte de los afectados es decir, requieren de una respuesta responsable por parte de la población y no de soluciones únicamente institucionales.


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar