Programa de intervencion para influir en la regulacion psicologica de la conducta de los pacientes tratados en fisioterapia
Autor: Dr. Ángel García Rodríguez | Publicado:  29/11/2010 | Rehabilitacion y Fisioterapia , Psicologia | |
Programa de intervencion regulacion psicologica conducta pacientes tratados en fisioterapia .2

No obstante pueden existir obstáculos y resistencias a comportamientos sanos que pueden estar dado por disímiles causas, por ejemplo, carencia de recursos, carencia de apoyo a comportamientos sanos, imposiciones de cambios de comportamientos (se fuerza al cambio), recompensas a comportamientos no sanos, entre otros. Miragaiga (1993:233)

Universalmente es aprobada la tesis de que la práctica de los ejercicios físicos contribuye al bienestar físico y emocional de las personas. Por otra parte, las investigaciones han demostrado correlaciones significativas entre el sedentarismo y el riesgo de las infecciones coronarias. (Morris y Col, 1978).

Por supuesto, las estrategias que se pongan en práctica para fomentar la actividad física tendrán que partir de las características individuales de los practicantes, es decir variables personales, además de las variables ambientales de la interacción individuo –entorno.

A partir de estas consideraciones, vayamos a la realidad cubana, donde cada día se realizan ingentes esfuerzos y se utilizan recursos por parte del gobierno para el mejoramiento de la salud de la población.
Las áreas terapéuticas están abiertas para desarrollar el trabajo educativo, preventivo, profiláctico y rehabilitatorio; y sus profesionales se preparan para ofrecer los mejores servicios destinados al mejoramiento de la salud. Cada especialista es un promotor de salud, y la calidad de su trabajo se verá reflejada en la manera que el asistente a las áreas disfrute de las bondades del ejercicio físico, realice las actividades con placer, aumente su autoestima, mejore su salud y contribuya a la divulgación del trabajo que allí se hace.

Situación problemática

En un foro realizado con fisioterapeutas de Cuba, manifestaron que tenían insuficiencias para influir en la regulación de la conducta en pacientes, pues aunque todos recibieron la asignatura Psicología en su formación de pregrado, a la hora de atender a los pacientes, lo hacen por el alto humanismo que le ofrece la profesión, pero que necesitaban de vías para regular la conducta en sus paciente.

De aquí nos trazamos el siguiente problema científico:

¿Cómo influir en la regulación psicológica de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia?

Objeto de estudio

Fisioterapia

Campo de acción

Regulación psicológica de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia.

Objetivo: Diseñar acciones de intervención para influir en la regulación psicológica de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia

Idea a defender

Si los rehabilitadores dominaran acciones de intervención psicológica pudieran influir en la regulación de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia.

Tareas Científicas

1- Determinar las teorías y metodologías de intervención psicológica pudieran influir en la regulación de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia

2- Identificación de las necesidades de los rehabilitadores para la realización intervenciones psicológicas que pudieran influir en la regulación de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia

3- Elaborar acciones de intervención para influir en la regulación psicológica de la conducta en cualquiera de los estados en que se encuentre un paciente tratado en fisioterapia.

Población y muestra

102 fisioterapeutas de Cuba

Métodos científicos empleados del nivel teórico: análisis documental, sistematización, enfoque sistémico y empíricos: la observación, la entrevista.

DESARROLLO

La intervención psicológica en la salud.

La Psicología para la Salud como ciencia aplicada desarrolla múltiples investigaciones para contribuir a la elevación del rendimiento y dedica extensos estudios y prácticas experimentales con este fin.

La intervención psicológica en la salud adquiere determinadas particularidades derivadas de las especificidades de las patologías y los pacientes y representa un reto para el psicólogo que pretende modificar y perfeccionar la preparación psicológica en aras de contribuir a la mejoría del paciente.

La intervención representa un conjunto de técnicas, provenientes de la Psicología Experimental, Clínica y Social, que permiten mejorar los recursos de regulación del paciente al enfrentarse a las situaciones nuevas, inesperadas o vivenciadas como desbordantes en referencia al análisis que hace el propio sujeto de la situación y de sus expectativas de éxito o de fracaso. (Lorenzo, J. 1994 a).

La intervención psicológica tiene como objeto recibir información que permita definir los objetivos del cambio, identificar las condiciones que mantienen el comportamiento o que propician su aparición, seleccionar y aplicar los medios más útiles para lograr los cambios deseados y valorar los resultados alcanzados (Lorenzo, J. 1994 (a):148).

Diversos autores han formulado objetivos de la intervención modificadora, sus fases o momentos así como los pasos a seguir. Para modificar una conducta determinada se tienen en cuenta las siguientes fases esenciales en cualquier diseño experimental: recogida de información, análisis de la conducta, formulación de hipótesis, diseño del plan de intervención, intervención modificadora y primera valoración de los resultados, y su seguimiento. La comparación entre las conductas iniciales y finales permitirá valorar el grado de éxito de la intervención.

Según (Lorenzo, J. 1994 a) existen dos criterios para valorar el grado de éxito de la intervención: el cuantitativo que estima el cambio conductual en el funcionamiento del paciente y el experimental que evalúa si el cambio comportamental es directamente imputable a la aplicación de la intervención. Cierto es que además podemos valorar la intervención desde criterios cuantitativos y no experimentales.

En la literatura de la Psicología encontramos varios modelos interventivos que abordan los tres tipos de problemas más generales que se manifiestan mayormente y que han sido planteados por (Palmi, J. 1991). Estos son: el estrés competitivo, la falta de confianza y la concentración. (Cruz, J. y Riera, J. 1991).

Los programas han sido elaborados en diferentes etapas investigativas donde se ha producido un ascenso cualitativo utilizándose técnicas de práctica imaginada, entrenamiento de concentración y entrenamiento modelado. Por ejemplo (O Block, F. 1984) realiza una intervención acerca del establecimiento de metas como técnica motivacional; (Díaz, K. y González, M. 1996) resumen técnicas de intervención psicológica; (Riera Milián, M. 1996) realiza un entrenamiento psicológico para los estados de tensión y frustración en deportistas; (Samulski, D. 1996) propone un entrenamiento psicológico para el estrés y (Valdés, H. 1996 a) elabora un programa de preparación psicológica.

En sentido general los entrenamientos más utilizados en la Psicología son los relacionados con la utilización de las técnicas de relajación, visualización, atención, concentración. (Cruz, J. y Riera, J. 1991:176).

Actualmente la mayoría de los modelos de intervención incluyen técnicas relacionadas con metodologías comportamentales como observación, reforzamiento, determinación de objetivos y con técnicas propias de modelos cognitivos basadas en control de pensamientos, resolución de problemas y práctica imaginada. (Cruz, J. y Riera, J. 1991).

H. Valdés al referirse a las estrategias para regular y obtener los niveles de activación describe las estrategias centradas en los efectos de la activación, las cognitivas y las conductuales y valora la necesidad de la intervención psicológica desde el nivel psicobiológico y el psicosocial (Valdés, H. 1996 a 164)

Coincidimos con (Cruz, J. y Riera, J. 1991:178), (García, Ucha F. 1988) en la necesidad de diseñar programas de intervención mucho más amplios donde las interacciones son más complejas dado que en estos se interrelacionan dos importantes aspectos: los objetivos a nivel individual y los objetivos a nivel de equipo para la mejoría de la cohesión.


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